De viernes ha vivido otro momento ‘revival’. El magacín nocturno ha reunido este pasado Viernes Santo, 29 de marzo, a 3 de los 14 concursantes que tuvo la primera edición de Gran Hermano. El reality show cambió radicalmente la manera de entender la televisión y marcó un antes y un después también en el devenir de Telecinco, canal que terminaría por convertirse en bandera de la mayor parte de los formatos estrella de este tipo.
Aprovechando que este próximo mes de abril se cumplirán 24 años del inicio de la primera temporada del programa producido por Zeppelin, fue el 23 de abril de 2000 cuando las puertas de la casa de Soto del Real (a partir de la siguiente tanda fue en Guadalix de la Sierra) abrieron para un tipo de formato que nunca se había visto previamente en la televisión española. “Bienvenidos a la vida en directo”, dijo Mercedes Milá en esa primera gala.
“Una auténtica revolución”, tal y como señalaron los avances previos a este reencuentro en el magacín presentado por Santi Acosta y Bea Archidona. En la última parte del magacín nocturno, tocó hacer este momento nostalgia, con María José Galera entrando a plató. La sevillana hizo historia al ser el primer concursante eliminado en la historia del reality. En esta edición, además, no hubo repescas.
El programa hizo un recordatorio tanto del paso de Galera por el concurso como su vida tras abandonar la casa, de cómo se convirtió en tertuliana de diferentes formatos de Telecinco, de su ruptura con Jorge Berrocal, así como de sus altibajos personales o el trágico momento en el que perdió a su hija Estefanía en 2008. La televisiva reconocía en directo que, de haber sabido todo lo que iba a surgir después de participar en el reality, no hubiera entrado en la casa de Soto del Real.
“Me dicen lo que iba a pasar después y yo pongo todo en una balanza. No creo que hubiera participado”, reconocía ante los colaboradores del programa producido por Mandarina. Ahora bien, Galera también defiende que, a pesar de todo, fue algo “inolvidable”. “Nadie sabíamos dónde íbamos, fue una experiencia inolvidable. Estoy orgullosa de haber sentido esas emociones y conocer a esa gente tan fantástica”, compartía. La sevillana revelaba que, tras el concurso, guardaba relación con Mabel, quien entró como reserva y fue la sexta expulsada.
La siguiente en entrar fue Ania Iglesias. La modelo vallisoletana se quedó a las puertas de ser la ganadora de la primera edición, al quedar en segunda posición. Famosa por sus continuos conflictos con otros participantes de la casa, su experiencia fue muy diferente respecto a la de Galera. Por ello, la maniquí no dudó en decir que repetiría la experiencia. De hecho, no dudó en darse un caluroso abrazo con Galera, recordando los años que no coincidían en un plató.
“Para mí, fue una experiencia fabulosa tanto dentro como fuera. Me ha dado muchas oportunidades. Lo he disfrutado muchísimo, aprendí también mucho”, declaraba la modelo, reconociendo que sabía que participar en el reality era una oportunidad para hacer carrera en televisión. “Tenía clarísimo que si aprovechaba bien la situación. Ya había hecho mis pinitos en la tele y si por modelar o sonreír unos segundos, me conocía todo el barrio, por estar 24 horas no quería imaginármelo”, declaró con franqueza.
Tras un test de sinceridad, entró finalmente el ganador de la primera edición, Ismael Beiro. El gaditano volvió a primera línea el pasado año, al presentarse como candidato a alcalde de su ciudad. Tras abrazarse los tres, la modelo recordó que hay “dos cosas” que no ha perdonado al ingeniero superior. “Una de ellas, que me ganara, y la otra que me cambió el tinte del pelo y aparecí morena. Eso tampoco”, dijo entre risas.
Beiro tiró de humor sobre una ‘queja’ que tiene del concurso. “El premio de la primera edición fueron 20 millones de pesetas, que son ahora 120.000 euros. Pero el monto que se llevó el ganador de la segunda temporada fue de 300.000 euros. No sé a quién le tengo que poner la demanda, de carácter retroactivo”, dijo entre risas.
Los tres demostraron tener muy buena química. Además, la mismísima Mercedes Milá envió un mensaje de cariño a los tres. “Unos cuantos de mis niños. Fui tan feliz con ellos, tan contenta de hacer este programa y de tener la oportunidad de presentar Gran Hermano. Fueron 15 años. Os saludo en el plató de De viernes que, además, es un programa que me encanta. Me parece súper elegante la presentadora, Bea, a la que no conozco personalmente. Habéis caído en un lugar de confianza. Os dejo un abrazo enorme”, dijo la periodista, provocando un aplauso unánime.