La mayoría de las entregas de El Desafío arrancan con una prueba en altura. En esta ocasión, le ha tocado el turno a Adrián Lastra y Pablo Castellanos, que tenían que hacer un circuito en moto en una plataforma elevada en el aire. Ganaría el que tardase más en cruzar la pasarela, de 10 metros de largo y 80 centímetros de ancho, usando la moto a la velocidad más lenta que les sea posible. En el caso de que se pusiera un pie en el suelo el cronómetro se pararía, y al final del recorrido, se sumarían 10 segundos de penalización.
Para Adrián, esta prueba ha supuesto un esfuerzo físico adicional. Y es que antes de que ninguno de los dos concursantes se subiese a la moto, desveló que hacía tres semanas sufrió una lesión preparándose para una de las pruebas, aunque “no lo quería decir tampoco”. “Ensayando en el programa y preparándome, haciendo una cosa que no debería hacer, me viene muy arriba y me fracturé el abdomen”, revelaba el actor y cantante. Por esa razón tiene “una rotura de 4 centímetros en el abdomen del medio”.
Para esta prueba, precisamente, Adrián tenía que hacer fuerza en el abdomen para controlar la moto y su frenada, para que el vehículo no se escape (aunque tenía un sistema de seguridad para evitar tragedias, similar al de las motos de agua).
Pablo Castellano fue el primer concursante en subir a la pasarela de 10 metros. Reconocía que nunca había utilizado este tipo de moto, a pesar de que se considera una persona que monta bien este tipo de transporte. Con tranquilidad, Pablo realizó la prueba, y alcanzó una marca de 2 minutos y 51 segundos. No puso el pie ni una vez en el suelo, por lo que no hubo que sumarle penalizaciones.
Entonces le llegó el turno a Adrián, que con maestría, fue deslizándose por el circuito de forma paulatina, y sin colocar el pie en el suelo ni una sola vez. El actor ha demostrado en el programa muchas veces lo competitivo que es, y en esta ocasión no iba a ser menos. Parecía que iba a ganar, y así lo estaban comentando sus compañeros, cuando su cara empezó a mostrar dolor, posiblemente, por la lesión que ya había mencionado en el abdomen. A pesar de ello, mejoró la marca hasta alcanzar los 3 minutos y 4 segundos. “El último tirón de mierda, tío”, decía al bajar, señalando que fue ahí cuando se hizo daño.