Por segunda vez en la presente temporada, Miguel Ángel Revilla visitaba El Hormiguero, programa de Antena 3 del que casi se le puede considerar un talismán para las audiencias. “La persona que más veces ha venido a este programa de invitado”, afirmaba Pablo Motos a su llegada, la cual el cántabro hizo acompañado de un bastón que luego soltó.
“Hoy Miguel Ángel Revilla cumple 81”, avanzaba el presentador, mientras sonaba la canción de Cumpleaños feliz, justo antes de empezar la entrevista. “¿Cómo estás? ¿Tienes que ir a mear 20 veces por la noche?”, le soltaba Motos para arrancar, una pregunta que el invitado se tomaba con humor. “Una, me acuesto a las once, y me levanto a las tres de la mañana. Soy un enfermo prostático. Hay gente que se levanta tres o cuatro. Las siete horas las duermo”, explicaba.
Ante el dato de que es su cumpleaños, el político deseaba saber si era la persona de más edad que había acudido al programa. Esto pilló por sorpresa a Pablo Motos, que en un principio no supo responder, pero poco a oco detalló que la madre de Alaska tenía más edad, igual que Alfonso Guerra, José Sacristán o Manuel Alejandro, quien contaba con 91 años cuando visitó el magacín nocturno. “¡Soy un chaval, los años que me quedan de Hormiguero!”, celebraba entonces.
La entrevista fue muy fluida, aunque daba la sensación de que Miguel Ángel Revilla tomaba las riendas de la misma. En varias ocasiones, el valenciano hacía una pregunta, pero el que fuese presidente de Cantabria estiraba mucho la respuesta, sin ir al grano, para desesperación de Pablo Motos.
“Fuiste presidente de Cantabria porque tu mujer te hizo una contestación que te dejó jodido”, preguntaba Motos. Y eso sirvió a Revilla para andar por las ramas hablando de cómo somos fruto de la casualidad, que fuimos un espermatozoide entre 50 y 100 millones, o que ha tenido todo tipo de oficios antes de ser político, como profesor de universidad. Mientras contaba una anécdota de esa época, Pablo le cortó. “¿Qué tengo que hacer para que me contestes la pregunta?”, le preguntaba con cierta desesperación. “Quiero que la gente llegue a entender lo que digo. Es lo que me dice la gente, que se me entiende, no me ando por las ramas”, respondía el invitado, aunque no paraba de andarse por las mismas. En otro momento, habló de cómo se reunión por primera vez con Zapatero, y comenzó a narrar con todo lujo de detalles cómo llegó a Ferraz. “¡No me cuentes el color de los muebles! ¿Qué te dijo Zapatero?”, volvía a implorar Pablo para encauzar la conversación. "Voy a preparar bien la siguiente pregunta", decía en otro momento, consciente de que se iba acercando el final del programa. "Estás hablando de lo que te dá la gana y yo te estoy siguiendo", diría en otro momento.
A pesar de que habían pasado varios minutos, Revilla seguía sin contar qué frase de su mujer provocó que quisiese ser Presidente de Cantabria. “Dilo, Miguel Ángel, por el amor de Dios”, pedía Pablo. Finalmente, desveló que su esposa, Aurora, le dijo que era “un cagón” que no quería aceptar la propuesta de Zapatero de ser presidente, y que eso le animó.
Durante el encuentro, Revilla también quiso dejar claro un punto sobre sus frecuentes visitas a El Hormiguero. "La gente se piensa que vengo cobrando aquí. Que no cobro, que vengo gratis", puntualizaba. Pablo Motos añadió que ni él ni nadie cobra un céntimo para ir al programa.