La segunda edición de Bailando con las estrellas ha comenzado fuerte. Con un buen dato de un 13,3% de share y 1.226.000 espectadores, el talent show ha convencido apostando por la visibilidad LGBT. Con dos concursantes del colectivo, uno de ellos ha querido dar un paso más y ha elegido que su pareja profesional de baile fuese del mismo sexo. Es lo que ha ocurrido con Jonan Wiergo, que ha encandilado al jurado con su primera prueba de baile.
El influencer vuelve al ruedo tras lograr ser el tercer finalista de la edición 2023 de Supervivientes. Lo hace sobre la pista de baile y asegurando que va a poner toda la carne en el asador para ser el mejor y ganar el concurso. La primera prueba ha consistido en un jive, también conocido como baile latino, un estilo de danza que se originó en Estados Unidos por parte de la población afroestadounidense en los años 30 del siglo pasado.
“Bailo con un chico como pareja, creo que sirve como referente para los niños que nos vean en casa”, declaró Wiergo, recordando la importancia de tener referentes, especialmente en un formato como Bailando con las estrellas. De carácter familiar, se trata de uno de los talent shows más famosos a nivel, sumamente seguido. Es más, los buenos datos de la primera gala dan pie a que, precisamente, más de un menor LGBT pueda ver con naturalidad a una pareja del mismo sexo bailar.
El compañero de baile de Wiergo es David Díaz, bailarín deportivo profesional y que actualmente es subcampeón de España de baile y número 23 del mundo. En los ensayos, pudo verse cómo el talento y la experiencia de Díaz han sido fundamentales para que Wiergo lograse contenerse y que estuviese atento a los pasos. “Me tienes que mirar a los ojos, no a los pies”, le aconsejaba Díaz. Es más, le pedía que fuese poco efusivo en los movimientos para evitar accidentes.
Su pareja de baile también se mostró muy “orgulloso” de que fuesen la primera pareja de chicos en estar presentes en el talent show. “El hecho de que seamos la primera pareja de chico-chico que bailamos juntos en televisión y seamos un pequeño referente, me hace sentir súper orgulloso. Si con esto, ayudamos a alguien, ya me siento muy feliz”, declaró Díaz a las cámaras.
Wiergo le comentaba también en los ensayos cómo pidió, a la hora de aceptar entrar en el talent, que su pareja profesional fuese de su mismo sexo. “Creo que eso es lo guay, que impacte un poco al público”, le compartía Díaz. “Cuando me lo dijeron, confieso que no me lo había planteado”, le respondía el bailarín. “Tenemos que normalizar que dos chicos puedan bailar juntos, sin necesidad de ser pareja y que se puede bailar entre amigos y pasarlo igual de bien”, agregaba Díaz ante las cámaras.
Y es que ese mensaje resulta fundamental también para romper los propios prejuicios de los hombres a atreverse a bailar entre amigos, sin que haya justo un componente afectivo o sexual entre ellos. Finalmente, se vio la prueba de fuego con una versión jive del mítico tema Bienvenidos de Miguel Ríos. Con el jurado completamente entregado, Wiergo se llevó 38 puntos.