Los ronquidos no impiden que el amor triunfe en ‘First Dates’: “Tendrá que ponerse tapones si duerme conmigo”
Juan y Mayte, residentes en Mallorca, han tenido una cita llena de complicidad, aunque los ronquidos de él chocan con el sueño ligero de ella.
26 diciembre, 2023 23:41Una de las citas del programa First Dates de Cuatro de este martes la han protagonizado Juan y Mayte. Él es un marinero natural de Mallorca, muy orgulloso de su tierra, hasta el punto de visitar el restaurante que regenta Carlos Sobera con una ensaimada en la mano. En una pareja busca que sea femenina, “que se arregle”, y que le guste el mar, algo que es fundamental para él; tanto es así, que su hijo también es marinero, y tiene claro que morirá en el mar.
Mayte, por su parte, es paisana suya, también vive en la isla desde hace seis años, aunque en el amor no le ha ido demasiado bien. En el primer encuentro la naturalidad ha fluido en el aire, hasta el punto de que se han tenido que preguntar de nuevo los nombres, sin que ello suponga un revés. Para suerte de su compañero de cena, el mar también es fundamental en su vida.
Ante la cámara, Carlos Sobera bromeaba cómo en una primera cita no hay que tener secretos, pero que si hay algo que no quieras contar, que no lo cuentes. Y tras esto, hemos podido ver cómo Mayte le preguntaba a Juan si roncaba. ¿La razón? Que tiene un sueño bastante ligero. Él, en lugar de responderle de forma concisa un sí o un no ha bromeado conque tiene una “Harley-Davindson”, algo que ella no comprendía. “¿Tienes moto?”, preguntaba ella, que reconocía quedarse “bloqueada” con la salida. Esa era la forma de él decirle el ruido que hacía por la noche, pues ronca “un poquito”. “Pues nada, las tiritas estas que venden en la farmacia que se ponen en la nariz. Habrá que tomar medidas”, proponía ella, para reducir el ruido de sus ronquidos en una hipotética noche en la que fuesen a compartir cama.
A él no le ha parecido mal el comentario, y entonces Mayte bromeaba conque podría haberle recomendado que usase tapones para los oídos. “Yo por cortés no le he dicho que se pusiera tapones, pero se los tendrá que poner algún día, si duerme conmigo”, reconocía él en su confesionario.
A través de uno de los rascas del programa se adentraron en el tema sexual. Él, con los dedos, dijo que podría tener seis relaciones sexuales en una sola noche, pero ella dudó de su palabra. “Menos lobos, Caperucita”, le pedía con humor Mayte, y él le aclaraba que lo que quería decir era “uno y despacio, que me duele aquí”, y que su postura favorita es el misionero, algo que le pareció soso a su acompañante. Poco después, bromeaban con tener relaciones encima de la lavadora, y en el reservado bailaron una bachata y se hicieron fotos juntos. A la hora de responder si tendrían una segunda cita, ambos coincidieron en que sí.