La Pauli, “una puta locura”, y La Paula, “más tranquila”, las dos personalidades de una soltera de ‘First Dates’

En ocasiones, los solteros de First Dates no acuden solos al programa, y en la entrega de este miércoles hemos tenido un ejemplo. Así, Iván, un joven tatuador, fue al programa acompañado de Nuria, su jefa, quien le apuntó para conocer a alguien, y también contaba con la presencia de la mujer de Nuria. Ambas hablaban de Iván como un chico que tiene pinta de malote, pues tiene “180 tatuajes y la lengua bífida”, pero que también es muy cariñoso.

El programa le organizó una cena con Paula, quien estaba acompañada de su amiga Dakota. Paula tuvo una presentación un tanto atípica, pues reconoció que le gusta que le llamen “La Paula y La Pauli, porque es como tener dos personalidades diferentes”. Según su testimonio, La Pauli “es una puta locura”, una persona que tiene mucha intensidad, y que La Paula es mucho más tranquila. Tanto es así que su madre le recomendó que fuese La Paula durante la grabación. Estaba acompañada de Dakota porque no quería acudir sola a la televisión, y añoraba conocer a un hombre alto y tatuado.

Desde el primer momento hubo buena química entre los comensales. Iván consideraba a Paula “un mujerón, muy guapa”, pero no quería decirle si le haría gratis los tatuajes. Su compañera le respondía que ella trabaja en una peluquería, y que no le trabajaría el cabello gratis tampoco.

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Además del gusto por los tatuajes, Iván y Paula tienen en común que son de Barcelona; él, sin embargo, aboga por planes tranquilos, mientras que ella disfruta yendo de fiesta. La chica alucinó cuando el soltero le enseñó los piercings que lleva por el cuerpo, y sobre su lengua bífida, es decir, con una incisión en la punta, dijo ue es “raro, pero habrá que probarlo”. Desde la barrera, Dakota, Nuria y la pareja de esta creían que todo iba viento en popa.

A la hora de mantener una relación, Paula se reconocía “un poquito tóxica”, porque quiere que los mensajes se los respondan con rapidez. Él le explicó que si le escribe y está tatuando a un cliente no podría contestarle, pero, casualmente, tenía grabado en su brazo la palabra tóxica. En el reservado, una de las pruebas del programa les invitó a darse un beso húmedo, pero optaron por cambiarlo por un piquito. A la hora de decir si querrían verse de nuevo, los dos coincidieron en que sí.