El programa First Dates ha recibido este jueves a Beatriz, una chica que le gusta cantar, y que es amante del anime y de la cultura japonesa; tanto es así que para ella un sueño sería vivir en la ciudad de Osaka. En la actualidad siente atracción tanto por chicos como por chicas, aunque la balanza se inclina más hacia los chicos. Le ha costado enamorarse, y cuando lo logró, lo pasó bien, porque la otra persona solo quería un rollo.
David, por su parte, nunca ha sentido el amor. Lo ve como algo de lo que todo el mundo habla, y acude al programa de Cuatro “a ver si me toca”. Es una persona tímida, que también ama la cultura asiática, como Beatriz, su cita. De hecho, no tardaron en hablar del tema una vez que le presentaron.
Ya en la mesa, Beatriz le preguntó si él era heterosexual, pues ella es bisexual. Él dijo que sí, y en el confesionario, reconoció que no tiene ningún problema con la orientación de su compañera, siempre que se centre con la persona con la que se tiene que centrar.
“A ti, ¿qué tipo de relación te va? O sea, ya me has dicho que tiras a los chicos, pero es relación monógama lo que buscas o que buscas”, quería saber David. Pero Beatriz parecía no entender muy bien la pregunta, pues “hoy en día hay tantos tecnicismos...”. “Yo lo entiendo como andar con una sola persona, lo clásico de toda la vida”, le aclaraba el madrileño, para ver si los dos buscaban lo mismo.
Y así sucedía. “No me gustan nada los líos, ni los rolletes ni nada de eso. Quiero algo serio”, explicaba ella, que se interesaba por el currículo sentimental de su acompañante. “Te va a sonar raro, pero yo no he tenido relaciones”, se sinceraba David, que a cámara aclaraba que la de First Dates ha sido su primera cita en la vida.
“A mí me tachan de antigua por no haberme costado todavía con nadie”, contaba entonces Beatriz, algo que resultó llamativo a David: “Yo estoy igual, ¿eh?”. Así, ambos se dieron cuenta de que tenían afinidades por la cultura asiática, y que opinaban similar en cuestión de sexo, pues eran vírgenes y buscaban alguien especial con “confianza y cariño”. “Tener tantas cosas en común con alguien creo que no me ha pasado nunca”, reconocían los chicos, que, llegada la hora de la verdad, decidieron volver a verse en una segunda cita.