Velada tensa la que se ha vivido este pasado viernes 1 de septiembre en La última noche. Entre los temas que se abordaron en el magacín nocturno estuvo el caso Rubiales, con la noticia de que esta semana la madre del presidente de la RFEF había sido ingresada de urgencias tras haberse amotinado en una parroquia de Motril, donde hizo una huelga de hambre en protesta a la “cacería” que está viviendo supuestamente su vástago.
Pablo González Batista, copresentador del formato de Cuarzo, tildaba a la progenitora de Rubiales como una “madre coraje con una lucha un tanto desorientada”. Es más, definió con cierto tono jocoso su huelga de hambre. “El martes la madre ya empieza a mirar a las obleas del Sagrario mientras saliva”, decía; para después señalar que “el miércoles ya empieza a preguntarse si el vino de comunión cuenta como comida o no para romper el ayuno”.
De hecho, el copresentador tildó de “perfomance” lo sucedido con la huelga de hambre y que era una especie de “la pasión de Ángeles o motín en Motril”. Es más, llegó a comparar lo sucedido con “un relato que tiene bastante de película de Pedro Almodóvar”.
“El día 31, el párroco de la iglesia informó de que la madre de Rubiales había puesto fin a su encierro. De ese modo terminaba una especie de telenovela que, por el bien de todos, especialmente de la salud de Ángeles, duró apenas cuatro capítulos. Suficientes para convertir esta acción en la protesta de una persona mayor más mediática desde la de Chanquete en La Dorada”, terminaba.
Palabras que han despertado la indignación en redes sociales, pero también lo hicieron en la mesa de debate. Cristóbal Soria, presente este pasado viernes, fue el primero en afear lo comentado por Batista; a pesar de que Sandra Barneda quiso aclarar que la madre de Rubiales es también “una víctima más” por estar “sufriendo por su hijo”.
Sin embargo, esto no convenció a Soria, quien recalcó que las madres son “sagradas”. “Me vais a perdonar, pero las madres son sagradísimas. Hemos tratado con muchísimo respeto a Jenni, y yo creo que el mismo respeto se merece la madre de Rubiales. Porque, para mí, igual de mujer es la madre de Rubiales que Jenni, y estamos tratando con una frivolidad ahora mismo a la madre de Rubiales que a mí no me está gustando”, expresaba.
Barneda, quien ya tuvo una trifulca esta semana con Soria en Así es la vida, defendió a su compañero, señalando que sólo había sido un comentario en tono de humor. “Esto no va ni de hombres ni de mujeres. Pablo ha hecho un sentido del humor y yo lo he recogido diciendo que la víctima es también una madre, que con setenta y pico años, se meta en una iglesia. No, por favor”, replicó. Soria seguía a la defensiva, al considerar que “a Jenni se le ha tratado con un respeto inmaculado” y que consideraba que “a la madre de Rubiales se le tiene que tratar con el mismo respeto”.
Sandra Barneda volvió a responderle, recordándole que, incluso en ese tono humorístico, no había habido falta de respeto alguna hacia la progenitora del presidente de la RFEF. “A la madre de Rubiales, a Rubiales y creo que a todo el mundo se le ha tratado aquí con muchísimo respeto”, zanjaba la periodista.