El fenómeno de Ana Obregón muestra lo raro de la transversalidad de ciertos famosos
La actriz ha provocado un debate en la opinión pública sobre la gestación subrogada y ha logrado que su figura trascienda a la prensa de corazón.
10 abril, 2023 08:14Si hay un tema que ha logrado provocar una gran conversación en la opinión pública española, ese ha sido el de la nieta que Ana Obregón ha tenido mediante gestación subrogada. El fenómeno y el revuelo que han surgido han hecho que la agenda política y económica pasen a un segundo plano. Ni la infidelidad de Íñigo Onieva a Tamara Falcó ni la publicación del libro del príncipe Enrique de Inglaterra ni las canciones de Shakira contra Piqué, han sido las dos portadas de ¡Hola! de la bióloga las que han provocado una auténtica conversación en la sociedad.
Más allá de entrar en los dilemas éticos, morales y sociales que hay alrededor de la gestación por sustitución, hay elementos que recuerdan un tema importante: Ana Obregón es una celebridad de otra época, de esas que difícilmente se repita. Es un hecho que toca que recalcar, dado que recuerda cómo es el poder de cierto circuito de celebridades que gozan de una transversalidad propia de otras décadas.
Con una carrera de actriz que le llevó temporalmente a Hollywood, su fama como actriz y presentadora terminó de impulsarse a finales de los 80 e inicios de los 90. Icono de la televisión por programas como ¿Qué apostamos? o por series como Hostal Royal Manzanares, A las once en casa y la mítica Ana y los 7, Obregón pertenece a esa generación de celebridades cuya presencia en la revista ¡Hola! le hacía formar parte de un selecto grupo de figuras de la prensa de sociedad cuya influencia era innegable.
[La mayoría apoya la gestación subrogada y a Obregón pero la niña debe ser registrada como nieta]
Ana Obregón pertenece a esa generación en la que actores, actrices, modelos, toreros, empresarios o diseñadoras eran como parte de un club exclusivo. Dado que las redes sociales no estaban ni en previsión, su aparición en revistas del corazón o la crónica rosa permitía al público acceder a una pequeña parcela de estas celebridades.
Y eso se reflejaba en que cada novedad relevante de sus vidas se convertía en todo un acontecimiento. Y eso es algo que ha podido verse con las dos portadas de ¡Hola! que ha protagonizado la bióloga. Por un lado, por la filtración, esa famosa foto de la actriz en silla de ruedas con la bebé en sus brazos. Y, finalmente, por la presentación oficial, donde la propia Obregón revelaba que la recién nacida no era su hija, sino su nieta.
Tanto la manera en la que Obregón ha controlado los tiempos como el hecho de que haya tenido a la hija de su fallecido vástago mediante gestación subrogada han provocado un debate que ha trascendido a la crónica rosa y que ha recordado cómo las noticias relacionadas con el corazón son tan esenciales como las informaciones políticas o económicas.
Prueba de ello es cómo la televisión ha gestionado tanto las noticias relacionadas con Obregón como el debate que ha provocado respecto a la gestación por sustitución. Era más que lógico que la noticia iba a ser noticia de portada de programas como El programa de Ana Rosa o Sálvame, como de Espejo Público o Y ahora, Sonsoles. Sin embargo, la magnitud de la noticia trascendió, convirtiéndose en el tema central de espacios tanto de La 1, Cuatro y laSexta.
Una demostración de poder de convocatoria y conversación excepcional
Sorprende especialmente cómo La Sexta, canal especializado en el espacio informativo, dejó en segundo puesto la actualidad política para tener como tema central la maternidad de Ana Obregón y se debata sobre la gestación subrogada. Es más, la actriz ha logrado trascender y ser hasta tema de debate entre la clase política, llegando a comentarse la noticia en corrillos del Congreso de los Diputados.
Podría comentarse que esto sería un mero chascarrillo que duraría unos días. Ahora bien, las televisiones tanto generalistas como de pago llevan ya unas semanas con Obregón como tema central, incluso convirtiendo a Miami (donde está residiendo temporalmente la bióloga) en casi una corresponsalía para varios medios y una cobertura similar al de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En ese aspecto, toca recalcar que Ana Obregón pertenece a ese clase de celebridad cuya transversalidad consigue que no sea exclusiva de una cadena o corporación. A diferencia de, por ejemplo, Belén Esteban, pues todo lo relacionado con la Princesa del Pueblo se informa prácticamente de manera exclusiva en los canales de Mediaset. Algo similar se puede decir de Bárbara Rey, nombre vetado en Telecinco y cuya popularidad ha vuelto especialmente en espacios de Atresmedia (a raíz del estreno de su serie en ATRESplayer PREMIUM para más inri).
Sí que ha podido verse un fenómeno similar con los casos recientes de Tamara Falcó o Shakira. Pero, como se ha mencionado antes, ninguno de estos temas ha llegado a perdurar tanto en la opinión pública. Lo más cercano, en materia de duración de días, fue el proceso judicial que Isabel Pantoja vivió con el Caso Malaya. Y fue un caso en el que también se entró en materia política. Mención también al caso de Rocío Carrasco, especialmente por la emisión de su serie documental Rocío: contar la verdad para seguir viva. Pero, una vez más, se trata de una figura cuya fama pertenece, precisamente, a esa época en la que los famosos solo aparecían en las grandes portadas.
Esa transversalidad, así como ese poder de crear una conversación que continúa dentro de la opinión pública; solo la tienen perfiles de celebridades cuya fama proviene casi de otra época, dado que las únicas figuras recientes con ese poder de convocatoria son, prácticamente, miembros de la realeza o la aristocracia. Actualmente, son pocas las celebridades capaces de provocar esa conversación de forma tan generalista, colándose incluso en formatos que nadie hubiera esperado como Al Rojo Vivo, Más Vale Tarde, laSexta Xplica o La hora de La 1.
De hecho, tal ha sido el revuelo causado, que incluso ha conseguido formar parte de las tertulias de programas de otros países como en los informativos de Telemundo, uno de los canales en español más seguidos de Estados Unidos; en la británica BBC o en la francesa France Inter. Una demostración más del poder de convocatoria de una celebridad de la que pocos pueden presumir.