Ya han pasado diez días desde que Antena 3 emitiera la consecución del mayor bote de la historia de Pasapalabra, gracias a la gesta de Rafa Castaño. El sevillano resolvió del tirón el rosco y se llevó un premio de más de 2,2 millones de euros, ante una audiencia también de récord: 37,4% de cuota de pantalla y 4,5 millones de espectadores.
Pero, en la otra cara de la moneda fue para Orestes Barbero. El periodista ni siquiera dio opción a su rival y amigo, que cayó eliminado automáticamente como establecen las normas del programa. "No sintáis pena por mí, yo tengo un buen dinero acumulado, que es un botecillo majo [210.000 euros], tengo los siguientes años resueltos, no hay ninguna pena con esto", dijo muy humilde el burgalés.
Desde entonces, Orestes prefirió mantenerse al margen y dejar todo el protagonismo a su contrincante, que no ha dejado de encadenar entrevistas para contar su hito. El burgalés rompió su silencio este domingo 26 de marzo con un extenso hilo en su cuenta personal de Twitter.
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"Me han llegado estos días bastantes mensajes de preocupación y, aunque había decidido no manifestarme, he visto que lo más adecuado es que precise esto para evitar confusiones. Me encuentro perfectamente. Con mucha más alegría por la tranquilidad que progresivamente iré recobrando y el trasfondo tan positivo que deja en conjunto haber vivido una experiencia así de excepcional", empieza escribiendo.
"Sin embargo, tomé la decisión perfectamente comprensible de, tras este año y medio de vorágine, replegarme de lleno en los trajines y alegrías de mi vida cotidiana, la real, con mis planes, obligaciones y seres queridos irrepetibles", continúa explicando su decisión de "pasar página". De ahí a que haya declinado todas las propuestas de ser entrevistado.
La excepción fue las declaraciones que hizo en el canal de televisión de Castilla y León y "solo como un favor a un gran amigo personal que trabaja allí". Tan solo se supo de él por lo que dijo Luis de Lama en Espejo Público. El exconcursante del formato contó que Orestes estaba "muy desanimado", entre otras muchas cosas. Sin embargo, ese adjetivo fue lo que más trascendió de su visita al programa que presenta Susanna Griso cada mañana.
Orestes acusa a los medios de haber hecho "sensacionalismo" a su costa por la "expansión de clickbait". "Es absolutamente lamentable que en lugar de respetar el silencio al que creo tener derecho estas semanas, a falta de conceder declaraciones personales, me encuentre con que haya tenido que caer en la bajeza de tergiversar unas frases sueltas de una entrevista mucho más larga al gran Luis de Lama, colándolas como información de primera mano y de esos mismos días indiscutiblemente fiable", dice muy molesto.
"Finalmente, he visto que no puedo quedarme callado", prosigue Orestes negando que esté "tan sumamente derrumbado y devastado, sino que estoy con la resaca emocional consecuente, pero ante todo contento y agradecido". "Por ello, resulta tremendamente injusto que encima se acaree por extensión a mi persona este halo de victimismo sin comerlo ni beberlo", termina el burgalés criticando a los medios que "se hayan hecho eco de ese reguero de falsedades facilonas partiendo de declaraciones tergiversadas".