Este jueves se ha estrenado el nuevo reality de Netflix, titulado Amor con fianza. Una propuesta que sigue el filón de La isla de las tentaciones y que ha vuelto a poner a Mónica Naranjo en primera plana, pues es la maestra de ceremonias de un grupo de jóvenes que se jugarán un cuantioso premio para poner en valor no la fidelidad se su pareja, sino la confianza que tienen en él o ella.
De todo el grupo resulta muy interesante la pareja formada por Fran y Jose, dos chicos de Badajoz que se conocieron a través de una aplicación hace siete años. Y es que en el universo de La isla de las tentaciones o Love Island nunca han participado parejas del mismo sexo. Igual que Mujeres y hombres y viceversa no abrió un trono gay hasta este 2021, trece años después de su estreno, cuando sus audiencias estaban ya heridas de muerte y decidieron buscarle un novio a Jorge Javier Vázquez. Hay excepciones, como el reality de Antena 3 Casados a primera vista, que sí puso a parejas del mismo sexo para conocerse delante de las cámaras.
Para encontrar la primera pareja homosexual que concursó en un reality deberíamos trasladarnos hasta el año 2004, cuando Telecinco abrió las puertas de La casa de tu vida. Un concurso en que varias parejas, sentimentales o de amigos, peleaban semana a semana para construir una vivienda valorada en 790.000 euros y que se convertiría en el premio final. Durante la competición tenían que poner el suelo, construir las paredes, instalar los sanitarios, y lo que correspondiese. En total, la obra abarcaba 550 metros cuadros distribuidos en 240 de vivienda y un invernadero, además de una espléndida zona de jacuzzi cubierta.
En aquella primera edición conocimos a Juanma y David, una pareja andaluza que se metió a la audiencia en el bolsillo, y pronto se convirtieron en un referente LGTBIQ+, pues hasta entonces muy pocos concursantes de realities habían salido del armario, y los personajes que se salían de lo heteronormativo en las series de televisión casi se podían contar con los dedos de una mano, y más si sus tramas no eran o profundamente dramáticas o absurdamente cómicas.
Juanma y David era una pareja condenada a ser novios eternamente. Hablamos de hace 17 años, cuando el matrimonio igualitario no se había aprobado. Los homosexuales no podían casarse con quien ellos amasen, tenían esa discriminación legal y que no desaparecería hasta el año siguiente.
Fue un soplo de aire fresco verlos en televisión. No ocultaban su pluma, se llamaban cariñosamente ‘maricón’ el uno al otro, haciendo gala de esa reapropiación de la que tanto se ha escrito tiempo después. Además, ni siquiera encajaban en el prototipo de gay guapo y con devoción por el culto al cuerpo del que tanto se abusaba en la ficción. Juanma era un chico gordito, y David era más bajo que él y bastante delgado. Quien hizo el casting estaba cargándose de una tacada todo tipo de prejuicios y estereotipos. Demostraron, al fin y al cabo, a gente normal, de la calle, que tan solo quería vivir su vida con plena felicidad y a poder ser en una casa valorada en cerca de un millón de euros mejor que mejor.
Estos chicos calaron tanto en la audiencia que se ganaron todo tipo de parodias e imitaciones. Si uno se pone HomoZapping en ATRESPlayer podrá recordar cómo hasta la competencia se hacía eco de su salero natural. Su momento más recordado, de lejos, fue el enfrentamiento con otra pareja, formada por Mei y Savali, en el que Juanma, fuera de sí, les gritaba “vergüenza de tus hijos”. Y le sigue de cerca el ‘happy deivi’, cuando intentaron cantar cumpleaños feliz en inglés.
Tras dos meses y medio Juanma y David llegaron a la final del programa. Y eso supuso una ruptura para un sistema heteropatriarcal como el que había en España. Es más, se jugaron la casa en la gran final con la pareja formada Vanessa y Verónica, dos buenas amigas. Ninguna pareja formada por un hombre y una mujer, casados o en noviazgo, logró tal hazaña. Y finalmente la pareja gay se llevaron el gran premio, que luego, según contaron en entrevistas posteriores, fue un caramelo envenenado y que tuvieron que mal vender por el tema de impuestos. Años después la relación entre ellos también se fue al garete, y se airearon algunos trapos sucios en programas de televisión. Pero esa es otra historia.