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ETA entra en campaña electoral

Irene González Fernández
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Que no hablemos, que nos callemos.

Que no les llamemos asesinos, que olvidemos.

Que no pidamos esclarecer los más de 300 asesinatos de 829 sin resolver.

Que nos han dejado de matar, por imposibilidad, y que se lo agradezcamos.

Que hablan de paz, no de la que ellos perturbaron, y que les aplaudamos.

Estos son nuestros nuevos derechos, dictados por quien ha entregado armas sin usar y no ha dejado de aplicar el arsenal del terror, como lo que está pasando en las calles de Navarra y en los medios de comunicación vascos. Estos son nuestros únicos derechos, y no esperen que quien soltó a Bolinaga vaya a defender su libertad si no pertenece usted al mundo totalitario nacionalista.

Desde Octubre del 2011, han sido unánimes las voces al hablar de este tema.ETA está derrotada. ¿Con alcaldías, en las instituciones, en el Congreso, en las escuelas, en los medios y en la calle? ¡Extraña derrota! Me aventuraba a decir, siendo apresuradamente corregida con el mantra: ETA está derrotada. Ya, pero es que ETA, (yo y mi insistencia), siempre fue mucho más que una banda terrorista, ha sido siempre un proyecto político racista, xenófobo y marxista, de ahí que usasen el miedo y la violencia, porque era la única forma de imponerlo, porque sus ideas apestan a un anticuado totalitarismo. (Acababa de ganar otra cara de antipatía).

Lo que ha pasado en España durante 43 años, y sigue pasando, es una política de odio inculcada en las escuelas, vigilada en los bares, pueblos, en el trabajo, difundida en los medios de comunicación, y en las iglesias… las mismas que no oficiaban funerales a los asesinados. El nacionalismo vasco, es un proyecto político del que participan activamente ETA, Bildu y el PNV, y no ha perseguido otra cosa que el exterminio de todo, absolutamente todo lo que no fuese su proyecto de obtener el poder absoluto en un territorio, en tres mejor dicho.

Ha sido un genocidio.Han provocado casi 300.000 refugiados que salieron del País Vasco para no volver, ya que allí ya se les había aplicado la muerte civil, la exclusión y repudio social. El miedo lleva al exterminio, ya sea con la expulsión o el desistimiento. Esto, no lo han provocado sólo las bombas y las pistolas, esto se forja en las escuelas con el apoyo de todos los demás cubriéndolo con la manta del cobarde silencio.

Hace una semana se escenificó de forma cutre y bochornosa el fin de la banda terrorista entregando algunas armas sin usar, a los suyos claro, los verificadores son del mundo filoetarra. Todo muy creíble. No se engañen, la falsa entrega de armas, fue el primer acto de la campaña electoral de Otegi en su carrera a la Lehendakaritza. A esto es a lo que nos vamos a enfrentar, porque la batalla contra los opresores no ha acabado, queda lo más arduo, la derrota de su proyecto político.

A los que nos acusan ahora de no querer paz, sólo venganza, (JUSTICIA) les digo que sin ese falso desarme, Otegi no podría hacer campaña electoral, y el objetivo de ETA ahora, no es la sangre, es el poder absoluto, y sobre Navarra también. Así, ese hombre de paz, según sus futuros compañeros de campaña electoral, Podemos, podrá presentarse en las televisiones sin que nadie le mencione sus propios crímenes personales, resultando antipáticos los que no pensemos callarnos.

Navarra, se fijó como objetivo prioritario, y es lo que explica el cese del 2011, unido al debilitamiento operativo de los terroristas gracias exclusivamente a la Guardia Civil y a la Policía. Al igual que lo que explica la entrega de armas sin usar, es que Otegi se pueda presentar a las elecciones como futuro Lehendakari.

Los partidos que en su día fueron ilegalizados como forma de combatir a ETA, y que el socio de Maduro, Zapatero, devolvió al escenario político, gobiernan desde el 2015 en Navarra. Que los partidos filoetarras, (inclúyase Podemos), comunistas y nacionalistas vascos, gobiernen, ha supuesto la imposición del euskera en las escuelas, (no olvidemos la lengua, que como magníficamente recoge Aramburu en su novela Patria, primer hito cultural de repercusión que ataca este sistema de odio y miedo, cuando el personaje del asesino etarra reconocía a su hermano, poco amigo de las armas, que el euskera también formaba parte de la lucha, ya que es la forma de matar lo que huela a español). En Navarra, que jamás fue vasca, se ha impuesto también la ikurriña en las instituciones en las que mandan, y la violencia en las calles, con el beneplácito de Uxue Barkos.

No crean que es tan complicado lo de Navarra, también está pasando en Baleares con el gobierno de los nacionalistas catalanes.

La reconciliación, no puede llevarse a cabo mientras persista la estigmatización de todo el que contradice su discurso, como aceptar un no desarme que permite la impunidad, puesto que eso supondría la legitimación del terrorismo como acto para implantar proyectos políticos.

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