Alicante

¿Dónde disfrutar de tapas en Alicante? La calle San Francisco puede ser una de las mejores opciones. Así lo demuestra cada día el flujo de turistas y de alicantinos que la recorren para picar algo a cualquier hora del día. Una veintena de locales se encargarán de ofrecer tapas, dulces y variedad de cocina internacional a lo largo de los 350 metros de una de las zonas más fotografiadas de la ciudad. 

A diferencia de otras capitales donde la tradición del tapeo está instalada desde hace décadas, en Alicante se ha ido abriendo paso con los años. Y la transformación de la calle San Francisco es ejemplo de ello. 

Todo empezó hace diez años.

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La popularidad de la calle San Francisco se disparó en la propia ciudad y fuera de ella en 2013. La entonces alcaldesa Sonia Castedo llevaba tiempo buscando soluciones de peatonalización en el centro de la ciudad, explica su entonces jefe de prensa Jaume Esquembre.

La tematización infantil que se planeó con la instalación de unas setas gigantes levantó polémica en su momento. Y rápidamente quedó atrás cuando se convirtió en uno de los puntos más visitados por turistas como recogían las redes sociales.

Prueba de ese éxito es la aparición en un grupo de Facebook con 480.000 seguidores en el que se presentan las imágenes más atractivas del planeta. Habían pasado seis años y su popularidad ya era tan alta que hasta en los servicios de mapas digitales aparece indicada como la calle de las setas, además de su nombre oficial.

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¿Y eso qué tiene que ver con las tapas? Antes de la transformación apenas había locales comerciales. Tras su transformación se disparó el interés por estar allí. Y aprovechando el caudal de público que la recorría abrieron más tiendas y bares.

Ahora la calle está claramente dividida en dos sectores. Entre la calle Castaños y el Portal de Elche hay trece bares y restaurantes prácticamente todos portal con portal. Ahí puedes encontrar desde restaurantes italianos como Da Ciro y Bellaterra, los mexicanos No mames wey y Taco Taco o el indio Tandoori.

Si lo que se busca son croquetas, ensaladilla rusa, tortilla de patatas, queso o jamón las opciones llevan a El llagostí, La barrita, Sagasta 11 y Chipén. En ellos puedes encontrar todo eso y más, como mejillones, gambas al ajillo, calamares o chopitos.

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Si se va desde el cruce de Castaños hasta la plaza de Calvo Sotelo, el panorama cambia. Hay una decena de locales, pero mucho más espaciados: hemos entrado en la calle de las setas que diseñó Patxi García Esquiva. Y marcando los extremos de esta parte se encuentran dos grandes ofertas del tapeo en la ciudad, Chico Calla y El Xé que bo.

Estos dos locales juegan en su carta con nombres típicos como el montadito de lomo que toma el nombre de Benifallim o Un pollo guerrero que da nombre a unas tiras rebozadas y que puedes encontrar en este último local. En el primero, convertido ya en una franquicia que se ha expandido por otras ciudades de la provincia, puedes encontrar una deliciosa ensaladilla de merluza, pulpo ahumado o crujientes de pollo.

El tapeo puede seguir en El garaje bar, Vino y más o, entrando por unos metros en Antonio Galdo Chápuli, en Alma de Barra. Si después de todo ese recorrido te has quedado con ganas de dulce hay cuatro lugares donde detenerse: La neu y Un amor de bombón para helados, Cioccolato puro d'Italia para el chocolate y Salt N Cake si te gustan los rollos de canela y las galletas americanas.