La República Popular China inició hace 46 años la mayor revolución económica de la historia de la humanidad. La reforma de China aprobada en el 1978 tiene mucho que ver con que hoy la provincia de Alicante sea la cuarta con más chinos de España y que la Comunitat Valenciana sea la tercera entre las autonomías.

Los primeros ciudadanos de este gigante comenzaron a llegar pocos años después de la medida revolucionaria, clave para entender cómo han aterrizado en este territorio. De un país atrasado económicamente y tecnológicamente se ha pasado a la segunda potencia mundial por detrás de Estados Unidos. Si se dice que es la mayor revolución que jamás se haya visto por una sociedad es porque los datos no dejan lugar a dudas.

China ha pasado de tener a comienzos de los 80 un 90 % de la población por debajo del umbral de la pobreza, fijado por el Banco Mundial, a estar casi erradicada en la actualidad. El brusco giro en la situación del país tuvo dos estrategias principales. El Partido Comunista Chino realizó una liberalización del sistema económico para potenciar el mercado, y, por otro lado, se abrió al exterior.

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Una de las migrantes que escogió España como destino es Yuefeng Anny (Ani en español), secretaria de la Asociación para la Integración y Asistencia China de Levante, con sede en Elche. "Llegue hace 35 años, me casé con un español y he creado una familia aquí, esta es mi casa", dice Ani, que forma parte de la primera generación de chinos que vinieron a la Comunitat Valenciana y a Alicante.

Que el territorio alicantino sea el cuarto con más población de esta nacionalidad se explica por el mismo motivo por el que atrae a otros extranjeros a hacer turismo y a jubilarse, por la comida, el sol y la buena calidad de vida. José Miguel Lledó, abogado y asesor de la asociación señala en relación a la alta concentración en la Comunitat que "son chinos, no tontos". Alicante ha multiplicado por diez el número de migrantes recibidos en 25 años. En 1998 eran menos de mil y en la actualidad ya son más de 10.000.

La organización se encarga de ayudar a la integración en la sociedad de las personas chinas, "que no saben venderse", asegura Lledó, quien comenta que "hacen mucho más por la sociedad de lo que se ve, por ejemplo, hicieron importantes donaciones de mascarillas y EPIs durante la pandemia, lo que sirvió para que la Policía pudiera estar protegida". Ani cuenta que recogieron 40.000 euros para comprar material que ayudara a superar la crisis sanitaria.

A pesar de que algunos llevan ya tiempo entre los alicantinos, a muchos aún les cuesta integrarse, hacer amigos y relacionarse, explican en una videollamada en la que también participa Yinou, el secretario del Centro de Idiomas Chino Possy. El idioma es una de las principales barreras, por lo que ambas entidades hacen una importante labor social para mejorar las posibilidades de la comunidad.

Año del Dragón

Una de sus iniciativas más relevantes tuvo lugar el pasado 28 de enero con la organización conjunta de la celebración del Año del Dragón. El evento se realizó en Elche y contó con actuaciones de danza del dragón y león, talleres de vestimenta tradicional, de cultura china, exhibición de alimentos chinos y otras presentaciones para crear un entorno de acercamiento entre las dos culturas.

"El Año Nuevo será el 9 de febrero, pero se celebró ese día para que pudiesen viajar a China a pasarlo allí", afirma Lledó. "El evento fue un éxito y tras él muchas personas se inscribieron en la asociación", señala Ani. La representante de la asociación, que cuenta con 360 miembros, aclara que "no solo hay chinos, está creada por chinos, pero se pueden apuntar personas de todas las nacionalidades".

En la celebración del Año del Dragón había tanto chinos como alicantinos, y algunos de los asistentes eran niños que formaban parte del centro de idiomas. Yinou apunta que se enseña a chinos a hablar castellano, pero también se forma en la dirección inversa. El considerado por muchos el idioma del futuro es aprendido por jóvenes y no tan jóvenes que quieren conocer la lengua de un país en crecimiento que es posible que en unos años se convierta en la máxima potencia mundial.

Nuevas generaciones

Las dos entidades se ubican en Elche, la localidad que acoge al mayor número de personas del gigante asiático de la provincia. Ani subraya que "son 3.000 los que viven oficialmente en la ciudad, aunque hay más que no están registrados".

Cuestionada por las diferencias que nota entre España y China, Ani no sabe que contestar, ya que el nivel de desarrollo está a la par en la actualidad, lo que sí destaca es el arroz de Alicante. "Yo ya he vivido más aquí, para mí, Alicante es mi casa, pero China también", resalta.

La presencia de esta comunidad asiática va en aumento con el paso del tiempo porque los primeros en llegar ya "han formado sus familias y tienen hijos que hablan perfectamente el español que se integran con mayor facilidad en la cultura", indica el abogado. Además, la buena calidad de vida que ofrece la Comunitat Valenciana y Alicante ha hecho que amigos y familiares de los que ya se han instalado se vean atraídos por los encantos locales.