A falta de algunos flecos que se cerrarán la próxima semana, parece que la provincia de Alicante tendrá un convenio de hostelería estable para los próximos cuatro años. Las negociaciones que se han producido esta semana entre patronal y sindicatos auguran un acercamiento que, según las previsiones, se materializará con la firma de un convenio antes de que acabe el mes de julio y que tendrá vigencia hasta 2026.
La principal novedad es, por supuesto, el ajuste salarial que tendrán cada ejercicio los trabajadores, y que, según ha podido saber EL ESPAÑOL, se ajustará al acuerdo al que han llegado CCOO y UGT con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a nivel nacional: subida del 10 % en los próximos tres ejercicios, con incrementos del 4 % este año y del 3 % para los dos siguientes; y un cuarto año en el que se aumentará un 2 % más. Es decir, en total un 12 %.
Ahora falta que la mesa, compuesta al 60 % por CCOO y UGT al 40, lo ratifiquen. Por la parte empresarial el 70 % de la representación es de la patronal Hosbec, y el resto se lo dividen la Asociación Provincia de Hoteles de Alicante (APHA), la asociación de empresarios de la Marina Alta y la patronal de hostelería Aphea a partes iguales (un 10 %).
[Más trabajo que nunca: las vacantes de empleo se doblan en la Comunidad Valenciana desde la Covid-19]
De materializarse, el sector se garantizaría la paz social durante los próximos cuatro años, se anularía la posibilidad de declarar una huelga este verano y permitiría a las empresas planificar la temporada a medio plazo teniendo los costes ya calculados. Fuentes del sector explicaron que es "extremadamente importante" contar con este tipo de certezas en un periodo "crítico como el actual", en el que aún se están recuperando de la crisis pandémica que se llevó por delante toda la actividad.
El acuerdo que ha estado vigente hasta ahora se prorrogó en 2022 incluyendo un incremento salarial del 4,5 % para ese ejercicio, en el que la inflación se había disparado. El turismo ha sido uno de los sectores más afectados por esta situación, con un incremento de costes de sus suministros y -especialmente- de la energía. Esto ha obligado a subir los precios aunque, en el caso de la Comunidad Valenciana, por debajo de la media nacional.
Por otra parte, una de las quejas más recurrentes desde que se dio por finiquitada la emergencia sanitaria es que la hostelería no encuentra personal, hasta el punto de que en casos concretos, como Alicante ciudad, los empresarios de restauración aseguraron esta Semana Santa que se habían visto obligados a quitar mesas por la falta de trabajadores. Los hoteleros de Benidorm también argumentaron el año pasado que se habían dado casos de tener plantas cerradas por no encontrar suficientes camareras de piso.