
Antonio Moreno, entrenador del Hércules en 2020. Hércules CF
Cinco años de la pandemia que ralentizó el derrumbe del Hércules, reactivó al Elche y enfrentó a Intercity y Alcoyano
La suspensión de la competición por el covid llegó con el equipo herculano en caída libre a Tercera y con el ilicitano recién aterrizado en la zona de promoción a Primera.
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En marzo de 2020, hace justo cinco años, el mundo se paralizó por culpa de la pandemia de la covid-19. La alerta sanitaria por el coronavirus, causante de miles de muertos en España, impactó de lleno al fútbol español, paralizándose la competición doméstica un 12 de marzo tras una reunión de urgencia entre la RFEF y AFE.
Aunque el fútbol fue y sigue siendo lo de menos ante una tragedia de tal magnitud, EL ESPAÑOL echa la vista atrás para recordar cómo estaban los equipos alicantinos en ese momento y si la suspensión de la competición cambió o no sus dinámicas.
La pandemia dio paso durante los meses siguientes a un escenario audiovisual desconocido. Fútbol sin afición, en el que los únicos sonidos que llegaban eran las voces de los protagonistas y el del balón.
El Hércules
La pandemia frenó una caída imparable del Hércules hacia Tercera División. La competición se detuvo con el equipo alicantino, por primera vez en su historia a esas alturas de la competición, en zona de descenso. El conjunto blanquiazul sumó 25 puntos en 28 jornadas. Por el camino había abrasado, en la peor temporada deportiva de su historia, a cuatro entrenadores: Lluis Planagumà, Jose Vegar, Jesús Muñoz y Vicente Mir.
En el momento en el que se detuvo el campeonato, inicialmente por dos semanas aunque luego de forma definitiva, el Hércules, a diez jornadas del final, estaba a un punto de la frontera de la permanencia, y estaba dirigido desde el banquillo por Antonio Moreno.
El técnico, que ascendió desde el filial como medida desesperada ante la catastrófica deriva deportiva, tiene un récord difícilmente superable. En sus cuatro partidos el equipo sumó cuatro empates, todos ellos a cero.
Aunque quedaba mucha Liga y varios puntos en juego, las sensaciones eran pésimas. El Hércules solo había ganado dos partidos de los últimos 18 en juego. Futbolistas de aquella etapa, años después, no tienen nada claro que el equipo hubiera podido salvar la categoría. El miedo escénico a un descenso descompuso al vestuario, sobre todo en el Rico Pérez, donde el Hércules solo fue capaz de ganar dos partidos.
Que se paralizara la competición y no hubiera descensos fue un alivio para el Hércules, aunque un año después, con la reestructuración de la competición, lo acabó pagando.
En el curso 2021-22 no fue capaz de meterse en el grupo que obtenía billete a la recién creada Primera Federación, por lo pasó a competir en Segunda Federación, una Tercera maquillada, donde permaneció cuatro años. Nunca antes en su historia el Hércules había caído tan bajo ni había estado tan lejos de la élite. La pesadilla acabó el pasado mes de mayo con el ascenso.
El Elche renace
La suspensión de la temporada frenó en seco la trayectoria del Elche, que solo unos días antes había vencido en Vallecas (2-3) para auparse a la sexta plaza. El equipo dirigido por Pacheta iba a más en la competición y soñaba con la posibilidad de pelear por el ascenso. Tenía tres puntos de renta sobre el séptimo y la ilusión alrededor del equipo se disparó en la ciudad.
La pandemia frenó de golpe toda aquella expectación y, evidentemente, enfrió durante unos meses los ánimos de una afición preocupada por cosas bastante más importantes.
La competición profesional, tras un profundo debate interno, regresó en junio. Gradas vacías, voces de jugadores, mascarillas, reservas sentados en las tribunas y test semanales anticovid acompañaron al nuevo fútbol durante meses.
El Elche acusó el frenazo y ya no fue el mismo de los primeros meses del año. Reinició el campeonato con un empate ante el Extremadura y una derrota en Ponferrada, resultados que lo desalojaron de la zona de playoff. En el vestuario no faltaron voces críticas de peso que cuestionaban la necesidad de jugar al fútbol cuando centenares de personas estaban perdiendo la vida por la pandemia.

El Elche frente al Oviedo en la temporada del 2020. Elche CF
Poco a poco el equipo, estimulado por Pacheta, fue entrando en calor y logró, a trancas y barrancas, colarse en la fase de ascenso gracias a un guión inesperado. El Elche cumplió y venció al Oviedo en la última jornada, pero necesitaba que el Deportivo de La Coruña, ya descendido, le ganara al Fuenlabrada para entrar en el playoff.
El conjunto madrileño pidió la suspensión del partido por un brote masivo de covid en su vestuario. El encuentro finalmente se disputó, a pesar de que los jugadores del Deportivo llevaban varios días de vacaciones. El conjunto gallego salvó su honor y remontó para ganar (2-1) de forma agónica, dándole el pasaporte a la promoción al Elche, que durante dos semanas siguió entrenando sin saber si tendría que volver a competir.
Lo que siguió después, ante Zaragoza y, sobre todo, ante Girona, con el agónico gol de Pere Milla, ya forma con letras mayúsculas de la historia del Elche que, sin embargo, apenas pudo celebrar el ascenso a Primera con su afición por las medidas sanitarias, que prohibían las concentraciones de personas más allá del entorno personal.
Alcoyano e Intercity
Deportivo Alcoyano e Intercity, empadronado entonces en Sant Joan d'Alacant, militaban en aquel momento en Tercera División. Ambos equipos eran candidatos al ascenso. La suspensión llegó con el Alcoyano líder del grupo y con el Intercity en la quinta plaza.
La presión de los equipos que aspiraban a subir provocó que se disputara una competición exprés y en sede única (Alzira) entre los cuatro primeros clasificados. El Intercity pudo acceder a esta competición al ser el cuarto, el Villarreal C, un filial.
Ambos equipos disputaron la semifinal por el ascenso, que se decantó para el Alcoyano pese a empatar el partido (0-0), ya que hizo valer su mejor clasificación en la liga regular.
El conjunto de El Collao inició un camino que lo llevó a Primera Federación, mientras que para el Intercity, club recién creado, supuso su primer año sin ascenso. Poco después, ambos equipos se reencontraron varias veces en categorías superiores, iniciando una rivalidad deportiva que se mantiene hasta hoy en día.
El Deportivo Eldense, por su parte, se encontraba en ese mismo grupo de Tercera, aunque no le alcanzó para colarse en la pelea por el ascenso. El club azulgrana, sin embargo, comenzó a construir los cimientos de un proyecto que acabaría con tres ascensos consecutivos y el equipo consolidado en el fútbol profesional.