Hacía tiempo que un gol del Hércules en el Rico Pérez no disparaba tantos sentimientos como el anotado por Javier Torito Acuña para finiquitar el partido ante el Alzira (2-0). El tanto del delantero paraguayo, más allá de su belleza estética, llevó impresa la reivindicación de un jugador azotado por lesiones graves de todo tipo en los últimos tiempos.
La diana del paraguayo fue celebrada durante varios minutos en el césped y en la grada. Todo el banquillo saltó al campo para abrazar al atacante. El jugador no pudo contener la emoción tras celebrar un gol en el Rico Pérez 17 meses después de que comenzara su calvario con la primera de las lesiones ante el Atzeneta, en el primer partido del pasado curso.
"Qué ganas tenía! ¡Que la pelotita siga rodando y el ritmo no pare!". Así de entusiasmado se ha mostrado este lunes el atacante en las redes sociales ante lo que parece, ahora sí, el final de una maldición.
La vida de Acuña en el Hércules ha estado ligada a la enfermería. Prueba de los contratiempos que ha tenido que sortear es que ayer fue la primera vez en dos años que el paraguayo pudo enlazar dos partidos consecutivos como titular desde su fichaje. Tampoco nunca antes pudo sumar cuatro presencias consecutivas como ahora.
Determinante
"Juega poco pero nos da mucho. El año pasado nos quedamos a solo un gol de ascender a la Primera RFEF. Si hubiera estado Acuña…", reflexionaba un veterano aficionado blanquiazul a la conclusión del partido ante el Alzira. Y es que el paraguayo, pese a estar aún lejos de su mejor condición, fue determinante por su gol y por provocar la expulsión de un central rival, aún en la primera parte.
Torito Acuña fue la gran apuesta del Hércules para su ataque en la temporada 2020-21. Tras una pretemporada ilusionante, en la que demostró su capacidad goleadora, todo se torció en la primera jornada del campeonato, ante el Atzeneta. Con 0-1 en el marcador, y a falta de un cuarto de hora para el final, Acuña provocó un penalti en una acción en la que sufrió un fuerte golpe en el pie que le supuso la rotura parcial de la fascia plantar.
Pese a estar lesionado y pedir el cambio, el delantero tuvo tiempo de anotar el tanto del empate. Tras esa acción, el guaraní abandonó el campo cojeando. Tardó más de mes y medio en reaparecer. Lo hizo ante el Villarreal B, a principios de diciembre de 2020, disputando los últimos instantes del partido.
Una semana después fue titular ante el filial del Levante, pero una dura entrada de un rival provocó una nueva lesión a los pocos minutos de comenzar el partido. Las pruebas médicas confirmaron que el delantero sufría una fractura no desplazada en el tercio medio del peroné de su pierna derecha. Otra vez baja, ahora por dos meses.
Pero el fútbol aún guardaba un nuevo giro de guión trágico para el paraguayo. Acuña apuró su recuperación para ayudar al equipo ante el Villarreal B, en un partido vital para la lucha por el ascenso. Saltó al campo en la segunda parte, pero apenas duró dos minutos, ya que se giró la rodilla derecha tras una mala caída. Salió del campo en camilla y horas después los peores presagios se confirmaron. Días después el doctor Pedro Luis Ripoll le reconstruyó el ligamento cruzado anterior y se procedió a la remodelación de su menisco externo.
Acuña dijo adiós a la temporada con 123 minutos disputados y un solo gol. Quedó libre en agosto, pero el Hércules, que siguió al día su rehabilitación, volvió a ficharlo meses después tras un reconocimiento médico y la confirmación de que su rodilla izquierda estaba recuperada.
Su regreso se esperaba para el otoño y llegó en octubre, ante el Socuéllamos. No volvió a figurar en la formación, también como suplente, hasta el duelo ante el Atlético Levante (0-3).
Su primera titularidad tras la lesión llegó el 31 de octubre ante La Nucía, disputando 73 minutos. En el siguiente partido en Elda, y solo cinco minutos después de anotar su primer gol de la temporada, Acuña volvía a lesionarse en la rodilla, ahora la izquierda, tras sufrir una rotura de menisco en su rodilla izquierda.
Cualquier otro jugador de 34 años habría arrojado la toalla, pero Acuña resistió. Se recuperó en los plazos previstos y regresó al equipo en Granada. También tuvo minutos ante el Intercity y ya fue titular ante el Mar Menor. Repitió ante el Alzira y demostró, ya con algo más de kilómetros en sus piernas y de confianza, que sigue siendo el mismo de siempre.