Alicante

Las derrotas siempre encumbran a los ausentes. Es el caso de Federico Bikoro, uno de los jugadores más añorados por el Hércules el pasado domingo ante el Intercity en un duelo que le costó al equipo de Mora el liderato. El club tenía asumido que durante parte de enero perdería a Bikoro por su presencia con Guinea Ecuatorial en la Copa de África, pero nadie sospechaba que la antigua colonia española, unas de las cenicientas del torneo, iba a llegar tan lejos como hasta los cuartos de final.

Una vez acabado el histórico sueño de la Nzalang Nacional el pasado domingo, el cuerpo técnico del Hércules esperaba que su jugador se incorporara de forma inmediata. Pero nada más lejos de la realidad. El éxito deportivo de la selección ha provocado que la federación guineana siga exprimiendo a sus jugadores, objeto de numerosos actos de reconocimiento.

El Hércules comenzó a ponerse nervioso a mediados de la semana, cuando por más que intentaba ponerse en contacto con la federación guineo ecuatoriana para conocer cuándo iba a liberar a su jugador no obtenía respuesta. La última expectativa es que Bikoro podría llegar este viernes a Alicante, pero con una federación africana por el medio casi nada es seguro.

La situación no afecta solo al Hércules, sino a todos los clubes españoles que cedieron jugadores a la Nzalang Nacional. El Fuenlabrada y el propio Cádiz, dos equipos de la Liga de Fútbol Profesional, también han ejercido presión a la federación guineana para repatriar a sus futbolistas, que ya parecen estar de camino.

Poderío físico

El cuerpo técnico del Hércules no oculta cierta preocupación por el estado en el que llegará Bikoro, que como pronto se pondrá a las órdenes de Sergio Mora el sábado, apenas 24 horas del partido ante el Mar Menor. El centrocampista, con un poderío físico fuera de lo común, ya demostró en alguna otra ocasión que no necesita apenas adaptación para volver a rendir. Con apenas unas horas en Alicante, Bikoro jugó y fue determinante en el duelo ante el Intercity de la primera vuelta.

Al Hércules le espera un partido áspero y físico en una moqueta sintética, un escenario en el que el poderío físico del africano se hace casi imprescindible. La plantilla del Hércules sabe que Bikoro es uno de los pilares del equipo, pero nadie quiere obsesionarse con su baja. "Da igual quién esté. Si está Bikoro nos da unas cosas y si no el que sale aporta otras", se limita a afirmar Mario Ortiz, competencia directa del jugador cedido por el Zaragoza.

Por suerte para el entrenador, sí estará en el equipo el otro pulmón, César Moreno, quien regresará a la titularidad tras haber cumplido un partido de sanción.

Barroso, embajador

El Hércules ha anunciado este jueves a Dani Barroso, exjugador y exdirector deportivo de la entidad, como nuevo embajador del club en el año de su centenario, que se cumple durante 2022. Barroso militó durante tres temporadas en el Hércules como futbolista, logrando el ascenso a Segunda en la temporada 1992-93.

Posteriormente, el vizcaíno regresó al club a mediados de la pasada década, como director deportivo, tras el descenso de la entidad a Segunda B. En las tres temporadas en las que fue responsable de la parcela deportiva el equipo disputó dos fases de ascenso, cayendo en ambas ocasiones ante el Cádiz.

Barroso, que disputó 117 partidos oficiales con el equipo y anotó un gol, calificó como "un orgullo grandísimo y una profunda alegría" ser embajador del Hércules y recordó que "gracias al club" mantiene una unión sentimental y personal con la ciudad, donde reside actualmente.

Su mejor recuerdo como futbolista herculano es el ascenso a Segunda en Las Palmas, que permitió al equipo regresar al fútbol profesional después de cinco años en Segunda B.

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