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Desolador y alarmante. Son algunas de las palabras que se pueden escuchar durante las últimas horas para calificar lo ocurrido en Valencia a consecuencia de los terribles estragos de la DANA.

Un fenómeno meteorológico que tiene una explicación científica y cuya intensidad va en aumento debido a las consecuencias cada vez más evidentes del cambio climático.

Precisamente a este calentamiento global hace referencia el meteorólogo y fundador de MeteOrihuela, Pedro Gómez a la hora de explicar la formación de una DANA vivida en valencia y en otros puntos del suroeste de España.

"Ante todo, debemos recordar que en los últimos años, el mar mediterráneo ha sufrido un aumento de temperatura del agua considerable, lo que aumenta las probabilidades de desarrollo de catástrofes naturales", apunta Gómez.

Además de la elevada temperatura del mar, existen otros factores que explican la creación de una DANA de las dimensiones de la de Valencia.

¿Cómo se forma una DANA? Según explica el meteorólogo, una DANA se forma cuando una masa de aire frío en altura, generalmente en sierras y montañas entre 5.000 y 9.000 metros, se separa del flujo atmosférico y genera fuertes tormentas al chocar con el aire más cálido y húmedo.

Una humedad que acelera la formación de nubes y las precipitaciones de lluvias torrenciales.

Y es que, aunque en el pasado se hayan vivido episodios de fuertes riadas como la DANA de 1962, este fenómeno metrológico es más propicio a producirse en la actualidad debido a las directas consecuencias del cambio climático.

En los últimos 40 años, la temperatura del mar mediterráneo ha aumentado un 1.4ºC, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Este aumento de temperatura, sumado al alto nivel de humedad propio de la zona, hace que se crea un ambiente cada vez más propicio a la creación de Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).

Peor que 2019

En septiembre de 2019, la provincia de Alicante y más concretamente la comarca de la Vega Baja, sufría las consecuencias de su peor DANA. 

Durante tan solo dos días, 500 litros de agua cayeron sobre la comarca, unas precipitaciones que dejaron imágenes desoladoras de coches y viviendas hundidas, además de cientos de heridos y 6 fallecidos en toda España.

En la catástrofe que desde este el inicio de esta semana, se han llegado a registrar más de 500 litros de agua en menos de 8 horas durante el periodo más crítico de la DANA.

Para entender la catástrofe de Valencia, el meteorólogo Pedro Gómez insiste en la importancia de tres elementos concretos.

"Lo primero, muchísima lluvia de golpe y persistente. Lo segundo, una pésima ordenación del territorio y una zona masificada. Y lo tercero, todos los barrancos, arroyos, torrentes y ríos se desbordaron de noche, cuando la gente volvía a sus casas después de trabajar, en hora punta".

Un cóctel Molotov que explica, según Gómez, la magnitud de la DANA que en estos momentos está sufriendo Valencia.

Previsiones

Hace una semana la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) explicaba que el país debía prepararse para la llegada de una DANA, que provocará "lluvias generalizadas" y una evidente caída del mercurio, que dejará entrever los primeros esbozos del frío en muchas áreas del territorio español, haciendo especial hincapié en la Comunidad Valenciana.

Según la AEMET, "una vaguada será el detonante para que en el área mediterránea peninsular y las islas Baleares se produzcan lluvias y crezca la nubosidad. Se espera que sea en la jornada del viernes, 25 de octubre...".

Los expertos añadían que consideraban que Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares y diversos puntos del sur de Cataluña "serán las principales áreas a tener en cuenta y donde se prevén mayores inconvenientes respecto a la formación de la DANA. En muchos casos, esas precipitaciones serán de carácter tormentoso".

Desde Orihuela, Pedro Gómez asegura haber comunicado que el temporal de la DANA no iba a afectar la zona de la Vega Baja, ya que todo apuntaba a que lo peor iba a vivirse en Málaga, Almería, Murcia, Albacete, Valencia y Castellón.

Sin embargo, "en cualquier caso, nadie se esperaba que lo de Valencia fuera a terminar así", lamenta Gómez. "Los trenes convectivos o de tormenta, se fueron regenerando en la misma zona por la incidencia de los vientos húmedos del mediterráneo y la disposición de la orografía de la zona", añade.

Y es que "lo peor está por llegar", asegura. "Estamos ante un escenario en el que ya no se trata de evitar que ocurran estos fenómenos extremos, sino que se trata ya de adaptarnos y saber prevenir sus consecuencias".

Las gotas frías no son los únicos fenómenos extremos que el suroeste español tendrá que vivir en los próximos años. Este mismo año, se ha visto cómo la provincia de Alicante, al igual que otras zonas de España y del mundo, han sufrido las consecuencias de sequías sin precedentes.

"Vivimos en una zona muy propicia a vivir episodios meteorológicos extremos y nos vamos a tener que preparar cada vez más para afrontarlos lo mejor posible", sentencia Gómez.