Alicante, caso abierto: las tres mayores desapariciones sin resolver de la provincia
Aunque el 95 % de las búsquedas se cierra poco después de iniciarse, en algunos casos la Guardia Civil sigue buscando pistas 30 años después.
2 julio, 2023 06:20La Comunidad Valenciana es una de las regiones de España que registra más desapariciones al año, según los datos de 2021. El Centro Nacional de Desaparecidos calcula que casi el 95 % de estos casos se resuelve en el mismo año en el que se plantean, algunos tan solo unas horas después. Pero hay un pequeño porcentaje que puede llegar a eternizarse, haciendo que las familias de los desaparecidos pasen por un auténtico infierno.
En provincia de Alicante, algunas de estas búsquedas suman ya más de tres décadas a sus espaldas. La organización SOS Desaparecidos mantiene abiertas las fichas de estas personas, con la esperanza que en algún momento alguien pueda aportar algo de luz que permita cerrar definitivamente los casos.
Gloria Martínez Ruiz
Es uno de los casos de desapariciones más famosos de la provincia de Alicante e incluso de España. Gloria desapareció en 1990, cuando tenía 17 años, por lo que de hallarse hoy con vida tendría 48. Su caso resulta especialmente sangrante porque su pista se perdió mientras permanecía en la clínica psiquiátrica privada Torres de San Luis, en L'Alfàs del Pi.
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Gloria era buena estudiante, pero tenía algunos problemas como insomnio y anorexia, además de algunos brotes psicóticos puntuales que no le impedían hacer una vida normal. La doctora María Victoria Soler, la psicóloga que la trataba, recomendó a sus padres el internamiento en la clínica de la que era accionista.
Según el relato de los hechos, pocas horas después de ingresar un 29 de octubre de 1992 tuvo un brote y se le inyectaron cuatro dosis de 75 miligramos de sedantes (haloperidol, largartil y sinogal). A pesar de que en un primer momento se calmó, de madrugada fue desatada para ir al aseo y en teoría consiguió zafarse de sus cuidadoras y escaparse saltando por la ventana de su habitación y después por el muro de la clínica. La dirección no avisó a sus padres hasta pasadas las ocho de la mañana. Desde entonces continúa en paradero desconocido.
La familia nunca ha considerado creíble este relato, teniendo en cuenta que atribuye un enorme esfuerzo físico a una adolescente que, además, estaba drogada. Finalmente, la Audiencia Provincial de Alicante condenó en el año 2008 a la psiquiatra y a la propietaria de la clínica a indemnizar con 60.000 euros a la familia de Gloria Martínez Ruiz en concepto de daños morales.
Esa cantidad que se elevó posteriormente a los 104.000 euros por considerar que el sufrimiento causado a la familia por la desaparición fue incluso mayor al que hubiera supuesto su muerte. Pero hasta hoy sigue sin conocerse cuál fue el destino de la menor, y la Guardia Civil lo sigue considerando un caso abierto.
David Sánchez Jover
David desapareció en Alcoy el 14 de diciembre de 2007, después de celebrar una cena de empresa de Navidad. Se sabe que luego fueron a una discoteca y discutió con un compañero antes de desaparecer sin dejar rastro. Trabajaba de ATS en una ambulancia de Cruz Roja. Cuando se abrió su ficha tenía 28 años, y ahora tendría 44.
Es un caso especialmente enigmático porque no hay ningún rastro después de esa noche: no ha aparecido su identificación ni se ha dejado ninguna pista -involuntaria o no- que permitan tratar de esclarecer cuál es su paradero. Se realizaron labores de búsqueda y se interrogó a la persona con la que discutió, pero el destino de David sigue siendo un misterio 16 años después. Su familia no pierde la esperanza de saber qué ocurrió.
Khrystyna Savenchuk
Esta joven de origen ucraniano desapareció con 14 años el 20 de mayo de 2014, cuando llevaba tres años en España. Hoy tendría 23 años. Una mañana salió de casa rumbo a su instituto y nunca se volvió a saber de ella, aunque sus padres descubrieron un día después de su desaparición una carta de despedida escondida en el armario. En ella se decía que si recibían esa misiva era porque ya no existiría y hablaba de sus pocas ganas de vivir.
Aún así existen sospechas de que el caso de Khrystyna podría estar relacionado con la violencia de género, e incluso se rastreó su relación con un chico ruso residente en Alemania que podría haber contactado con ella a distancia. También se ha explorado la posibilidad de que su desaparición tenga que ver con alguna mafia de tráfico de personas. Sea como fuere, nada se ha vuelto a saber de ella desde aquella mañana hace ya nueve años.