Al cierre de esta edición, y con algunos pactos todavía por perfilar antes del pleno de investidura en los 141 municipios de la provincia de Alicante mañana sábado, el PP vuelve a obtener la hegemonía en el ámbito municipal con al menos 60 alcaldías. Un hecho que no se producía desde 2015, cuando la presencia de Ciudadanos (Cs) y la fuerza de los partidos de izquierda espoleados por el pacto del Botánico de Ximo Puig, le relegaron a la segunda posición.
Todavía queda por conocerse el resultado del recurso del PP en Ibi, y si se logran pactos como en los casos de Benejúzar o Callosa. Pero el PP ha recuperado el espacio perdido frente a un PSOE que en 2019 sacó su mejor resultado reciente con 57 alcaldías, algunas compartidas con Compromís y otras con Cs. Ahora el PSOE no llega a los 50 alcaldes quedándose con 49 y Compromís mantiene los 14 logrados en 2019.
La estrategia del PP de dejar las negociaciones en cada uno de los escalones territoriales a sus propios líderes, también se ha mantenido en el ámbito provincial. Y en la mayor parte de los casos, o han pactado sin problemas con Vox para la investidura o para los cuatro años de gobierno donde cabía la posibilidad.
Es el caso de la capital, Alicante, donde Luis Barcala gobernará en solitario con un apoyo de investidura o programático de Vox. O en la segunda ciudad de la provincia, Elche, donde Pablo Ruz ha alcanzado un pacto de Gobierno con el partido de Abascal.
También se dan circunstancias raras, como el gobierno de la expopular de Calpe, Ana Sala, con el PSOE y Compromís después de que el partido designase otro cabeza de lista para concurrir a las municipales y ella encabezase un partido diferente, de corte personalista.
Además de Elche, se han producido sonoros vuelcos como Villajoyosa, San Vicente, Sant Joan, Orihuela, Xàbia o Crevillent. Sin embargo, los vuelcos hacia el lado del PSOE sólo se producen en municipios de pocos habitantes.
Este vuelco ha permitido al PP hacerse con la Diputación de Alicante en mayoría absoluta y el PSOE ha visto reducida su presencia a 13 diputados, abriendo una guerra interna entre sus dos sectores para conformar la nueva corporación. Algo que el PP, a la espera del recuento final, también se produzca en la Federación Valenciana de Municipios y provincias.