Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. Europa Press

Macroeconomía

El FMI insiste: los países europeos deben eliminar los beneficios fiscales para sanear sus finanzas

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado un mensaje claro a los países europeos: es hora de reformar los sistemas fiscales para garantizar la estabilidad a largo plazo. La entidad sugiere que Europa debe eliminar los beneficios fiscales de los que también se benefician los más ricos y revisar las exenciones corporativas que no contribuyen al crecimiento sostenible.

Según el último Informe Regional del FMI para Europa, las finanzas públicas del Viejo Continente se han visto notablemente afectadas por las crisis recientes, y ahora es crucial implementar políticas que fortalezcan la sostenibilidad fiscal. "El momento ha llegado para que la política fiscal reconstruya los colchones y asegure la sostenibilidad de la deuda", afirma el informe.

Uno de los puntos más destacados del análisis es la recomendación de reducir o eliminar los beneficios fiscales que favorecen a los hogares de altos ingresos. La institución considera que, en muchos casos, estos incentivos no son necesarios y no cumplen su objetivo de impulsar la economía. "Es esencial movilizar ingresos fiscales de manera más equitativa y eficiente", añade el FMI.

La entidad internacional también pone el foco en las empresas. El FMI recomienda a los gobiernos europeos revisar las exenciones fiscales otorgadas a sectores específicos, ya que, en muchos casos, distorsionan la competencia y no generan los beneficios esperados para la economía en su conjunto. "Eliminar estos beneficios podría aumentar la eficiencia y crear un entorno más competitivo", indica el documento.

Otra preocupación es la creciente deuda pública. Desde 2020, los gobiernos europeos han acumulado un nivel significativo de deuda para enfrentar la pandemia y otras crisis, como la derivada de la guerra en Ucrania. Aunque estas medidas fueron necesarias, el FMI advierte de que mantener estos niveles altos sin un ajuste adecuado "podría convertirse en una vulnerabilidad a largo plazo".

Para asegurar una recuperación económica sólida, el informe sugiere que las reformas fiscales deben enfocarse en ampliar la base impositiva y mejorar la eficiencia de los sistemas tributarios. Entre las medidas propuestas están cerrar brechas fiscales y fortalecer la recaudación, sin afectar el consumo ni a la inversión productiva. "Es clave un ajuste fiscal equilibrado que no comprometa el crecimiento", señala el FMI.

En cuanto a las políticas a seguir, la institución dirigida por Kristalina Georgieva también subraya la importancia de priorizar el gasto público, especialmente en sectores estratégicos como la infraestructura y la transición hacia energías limpias. "Las inversiones bien dirigidas pueden impulsar el crecimiento y mejorar la competitividad", sostiene el informe. Esto, asegura el informe, permitiría a los gobiernos europeos cumplir con sus compromisos climáticos sin descuidar el crecimiento económico.

Además, el FMI alerta sobre los desafíos que Europa enfrenta en términos de productividad y envejecimiento poblacional, lo que complica aún más el panorama fiscal. Según el informe, "una combinación de factores estructurales y nuevas incertidumbres" está limitando el potencial de crecimiento de Europa. Entre estas, se mencionan los efectos del cambio climático, la fragmentación económica global y la volatilidad de los precios de la energía.

La entidad internacional insiste en que, para superar estos desafíos, es crucial que los gobiernos europeos adopten reformas fiscales profundas y continúen integrándose en el mercado común europeo. "Un mercado más completo y competitivo podría impulsar la innovación y facilitar el crecimiento sostenible a largo plazo", concluye el documento.

Las recomendaciones del FMI no son nuevas, pero llegan en un momento crítico para Europa, cuando los efectos de las crisis recientes aún son palpables. La entidad reconoce que las reformas fiscales no serán fáciles, pero enfatiza que son necesarias para asegurar la resiliencia económica en un contexto global cada vez más incierto.