La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la diputada de Sumar Verónica Martínez, durante la campaña electoral del 23J.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la diputada de Sumar Verónica Martínez, durante la campaña electoral del 23J. Javier Vázquez Europa Press

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Sumar inicia su reconstrucción en la era 'post-Errejón' y mira a Verónica Martínez como su sustituta en el Congreso

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La crisis provocada alrededor de Íñigo Errejón sacudió a Sumar en un momento complicado, pero también coincidió con tres factores que permitieron capearla más fácilmente. Como mínimo, ir escondiéndola debajo de la alfombra. Primero, que el cese-dimisión ocurrió a las puertas de un fin de semana; segundo, que a la semana siguiente fue totalmente eclipsada por la dana en Valencia; y tercero, que estos días no hay actividad parlamentaria. Con todo, va tocando reconstruirse.

El partido liderado por Yolanda Díaz en el Gobierno lleva desde la dimisión pensando en cómo resolver el puzle de un grupo parlamentario cada vez más dividido, con nuevos repartos de comisiones y con un puesto, el de portavoz, codiciado desde hace tiempo. En apenas 15 meses, la elegida será la tercera persona que lo ocupe. 

Porque si algo tiene claro el grupo es que quieren que el relevo de Errejón sea una mujer. Y, aunque el relevo natural sería la actual coportavoz parlamentaria, Aina Vidal, la coalición —y especialmente la vicepresidenta— miran a otra candidata, la diputada Verónica Martínez, como probable sustituta. La decisión se tomará definitivamente este martes.

Diputada por Pontevedra, Martínez es presidenta de la Comisión de Derechos Sociales del Congreso, el único órgano parlamentario que presidía Podemos antes de dejar el Grupo Plurinacional y pasarse al Mixto. Estrecha colaboradora de Díaz, fue directora general del Ministerio de Trabajo en la anterior legislatura, ejerce como portavoz del ramo y ocupa la vicepresidencia primera de otras dos comisiones, Justicia y Pacto de Toledo.

A pesar de todo, y al contrario de como ocurrió con Errejón o con su antecesora, Marta Lois, la elección de la nueva voz de Sumar en el Congreso no se tomará por las vías habituales. Ni será vertical ni estaba pensada de antemano, aunque su nombre ya sonó el verano pasado como coportavoz, sino que será "más democrática" entre todos los aliados de la coalición. 

Las fuentes consultadas coinciden en que el grupo debe decidir un "método" nuevo de elección, dado que "el equilibrio de fuerzas ha cambiado" desde la última vez que se nombraron nuevos cargos el Congreso. No obstante, también reconocen que el acuerdo de coalición firmado en 2023 sigue dando a Movimiento Sumar —el partido al que pertenecen Díaz y Martínez— la gracia de elegir al portavoz en el Congreso. 

Aunque prácticamente todos coinciden en que la nueva cara en el Congreso debe ser una mujer, en Izquierda Unida (IU) creen que todavía no se dan las condiciones para escoger a una sustituta. Antes, mencionan desde el partido, es necesario "reorganizar el grupo parlamentario" y "reasignar funciones" en las comisiones que Errejón ha dejado vacantes, como la portavocía de la Constitucional y una vocalía en la Diputación Permanente.

Reequilibrio

Para entender el débil equilibrio de fuerzas entre los partidos hay que remontarse al día siguiente del 23-J. Después de las elecciones generales, Sumar empezó a repartir distintas responsabilidades entre las formaciones que entonces componían el espacio. Esto incluye a Podemos, aunque los morados se sintieron despreciados. También IU, quienes se han convertido en la voz más combativa desde dentro de la coalición.

La portavocía en el Congreso recayó entonces sobre Marta Lois, algo que no gustó a algunos de los socios por ser una desconocida sin experiencia cuyo único aval político era ser fiel a Yolanda Díaz. Cuando Lois abandonó el cargo para ser candidata en las elecciones gallegas del 18-F y la sustituyó Errejón, el gesto se volvió a interpretar como un movimiento autoritario.

Con Errejón ascendido a portavoz y Podemos fuera del grupo parlamentario, IU volvió a quedarse fuera del reparto, algo que desde dentro no se entendía. Sobre todo, porque la vicepresidenta descartó una y otra vez darle una portavocía adjunta a Enrique Santiago, quien sigue siendo uno de los diputados más activos de la coalición.

Finalmente Santiago recibió un puesto en la Diputación Permanente, otro en la dirección del grupo y una portavocía sustituta, un cargo de poca relevancia pero que le permite registrar iniciativas.

No obstante, el malestar regresó durante la noche electoral del 9-J, cuando el candidato de Izquierda Unida cayó al cuarto puesto de las listas y se quedó sin escaño. Esto provocó que el partido se quedara por primera vez fuera del Parlamento Europeo.

A esto hay que sumar que, durante la formación del Gobierno de coalición, IU corría el riesgo de quedarse sin ocupar ningún ministerio, ya que inicialmente se planteaba que a Sumar le corresponderían sólo cuatro, en vez de cinco. Finalmente sí hubo cinco, pero Sira Rego quedó relegada a una cartera menor, como es la de Juventud e Infancia.