El nuevo fruto seco que arrasa en Mercadona y que recomiendan los médicos: baja el azúcar en sangre
Una versión todavía más saludable de este fruto seco, únicamente tostado y sin sal añadida, lo convierte en uno de los más sanos de Mercadona.
21 octubre, 2023 12:15Noticias relacionadas
A sabiendas de que llevamos comiéndolos toda la vida, Mercadona no ha dejado de renovar su oferta de frutos secos, sobre todo en sus versiones más saludables. Estos superalimentos, aunque con mala fama por comercializarse muchas veces fritos y con exceso de sal, cuando se consumen al natural o tostados, sin sales añadidas, suponen una fuente de energía, aportando grasas cardiosaludables como el omega 3 y oligoelementos, además de vitaminas, minerales y proteínas vegetales.
Según el último informe de Consumo, cada español consume de media unos 3,24 kilos de frutos secos al año, siendo las nueces y las almendras las reinas del mercado. Por detrás de ellas existen muchas otras opciones que van ganando terreno y una de ellas es el anacardo. En la cadena de supermercados valenciana son conscientes de su tirón y podemos encontrarlo al natural, frito y salado, e incluso bañado en chocolate con leche, miel y sal. Sin embargo, el más recomendable de todos ellos es nuestro protagonista: el Anacardo tostado 0% sal añadida Hacendado.
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Se comercializa en un paquete de 200 gramos que cuesta 2,85 euros y está elaborado por Importaco Casa Pons de Valencia. En su listado de ingredientes figuran únicamente los anacardos tostados y la advertencia de posibles trazas de cacahuete y otros frutos de cáscara, enumerando en su información nutricional, por 100 gramos de producto, los siguientes valores: 618 calorías, 49,1 gramos de lípidos (8,6 gramos de grasas saturadas, 31,4 gramos de monoinsaturadas y 9,1 gramos de poliinsaturadas) y 21 gramos de hidratos de carbono (8,8 gramos de azúcares).
También contienen 4,5 gramos de fibra, 21,1 gramos de proteína y 0,01 gramos de sal, además de minerales como el hierro (5,7 miligramos), magnesio (270 miligramos) y fósforo (494 miligramos). El Anacardium occidentale, conocido también como cayú, nuez de la India, merey, cajú, castaña de cajú o marañón, entre otros nombres, es un árbol originario de Sudamérica, del nordeste de Brasil, la costa de Colombia, el sur de Venezuela y Panamá, aunque actualmente los principales productores se encuentren en África y Asia.
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Aunque muchas personas se asustan al ver las calorías de los anacardos y los evitan por su contenido graso, la realidad es que su porcentaje es menor que las nueces o las almendras y su proporción entre ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados se acerca a la que los nutricionistas consideran ideal al poseer casi el doble de monoinsaturados que de los otros dos grupos. Así que no solo son saludables, sino que al proporcionar una sensación de saciedad nos ayuda cuando queremos perder peso. Las proteínas que aporta son también de calidad, puesto que se hallan en las proporciones ideales para su asimilación, como sucede con las animales o las de la soja.
Beneficios del anacardo
Su extraordinario perfil nutricional es muy beneficioso para nuestro organismo en diferentes ámbitos. Sus ácidos grasos ayudan a mantener a raya el colesterol y los triglicéridos, cuidando la salud cardiovascular, y su aporte de magnesio y otros minerales cuida los huesos y el sistema nervioso. Es además una fuente de triptófano, un aminoácido precursos de la síntesis de la serotonina, el neurotransmisor que se asocia con la sensación de bienestar, por lo que ayuda a estar más relajado e incluso inducir el sueño. Tiene potencial además para mejorar otros parámetros metabólicos como los niveles de azúcar.
La ración recomendada de anacardos es de unos 20 o 30 gramos diarios, que se corresponden con unas 18 o 20 semillas, las que nos caben en la mano. Se trata este de un fruto seco que no puede consumirse en crudo y siempre son sometidos a uno o dos procesos de tostado previos a su venta. La razón tenemos que buscarla en la toxina urushiol, un tóxico potencialmente mortal y presente en el anacardo, el motivo por el que, además de secarse al sol una vez recolectados, se cocinan al vapor, se tuestan o se fríen antes de pelarlos para su consumo.
Por qué no se come crudo
El contacto con el urushiol puede dar lugar a diferentes síntomas, siendo uno de los más habituales la dermatitis alérgica de contacto, una reacción muy semejante a la que se tendría cuando se toca una hiedra venenosa. En un estudio realizado con ratas, el extracto de cáscara de anacardo administrado en diferentes cantidades provocó a los animales una amplia gama sintomática: de pico a aumento de sensibilidad al dolor, pasando por secreciones mucosas, alteraciones del comportamiento e incluso la muerte.
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