Asistentes a las jornadas de okupación de Alicante.

Asistentes a las jornadas de okupación de Alicante.

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Así fueron las primeras jornadas de okupación en Alicante: "Nos denunció el alcalde, pero no es ningún delito"

Alicante
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El pasado sábado, 19 de octubre, un millar de personas se manifestaron en la ciudad de Alicante para reclamar el derecho a una vivienda digna y posicionarse en contra de la turistificación y la continua subida del precio del alquiler en una de las capitales más afectadas de España.

La tensa situación que se vive en la capital provincial ha derivado en el surgimiento de jornadas sobre okupación. La charla 'Okupa tú también' fue el plato fuerte de este acto organizado por el Sindicat de Barri de Carolines el pasado 17 de octubre.

Como no podía ser de otra manera, el llamativo encuentro se realizó en un bloque de viviendas okupadas en el barrio de Virgen del Remedio, donde "no se fomentaba la okupación, sino que se rompieron muchos mitos sobre este traumático proceso", señala Llorenç Saval, miembro del sindicato.

Esta iniciativa no fue bien recibida por el alcalde, Luis Barcala, quien denunció el acto, si bien desde el sindicato aseguran que no hicieron nada ilegal, aparte de denunciar la crítica situación de la ciudad y aconsejar a personas vulnerables.

"Una persona a la que se le deniega totalmente el acceso a una vivienda tiene que pasar por el mal trago de okupar, porque es algo muy doloroso entrar en un edificio o, el caso más común, que es cuando se acaba el alquiler y no te quieren renovar y no tienes a dónde ir".

Saval explica que uno de los mayores mitos que buscaron romper es el de que los okupas no quieren pagar, "cuando el 98 % de los casos se produce en viviendas de grandes propietarios, sobre todo bancos, que no renuevan el alquiler y les piden una suma desproporcionada para poder seguir viviendo allí".

El perfil del okupa en Alicante es muy variado, y las zonas más afectadas por este fenómeno son "las más vulnerables que el Ayuntamiento ha dejado totalmente de cuidar, como los barrios de Virgen del Remedio o la zona de Juan XXIII".

Si bien son algunas de las zonas más desgastadas y con menos servicios, el incremento en los precios de las viviendas también se ha sentido en estos humildes barrios. "Cuesta encontrar una habitación por menos de 200 euros, y los pisos ya van de 700 y 800 euros para arriba, aunque están muy viejos", apunta Saval.

"Hay gente que cobra sueldos miserables y se ha encontrado con que su vivienda ha pasado de costarle 500 euros a 800 en un año, por lo que no puede hacer frente al alquiler y se convierte en okupa", explica.

Al ser cuestionados por las posibles consecuencias negativas que pueden ocasionar en pequeños propietarios iniciativas como estas, donde se pueden dar pautas a los okupas, desde el sindicato indican que estos casos son "solo el 2% y se echan mucho antes que en el caso de meterse en pisos de grandes propietarios".

Saval sostiene que okupar un inmueble de un pequeño propietario es mucho más difícil y te echan bastante rápido a la calle; en cambio, cuando es un gran propietario, la ley te ayuda un poco más a que al menos encuentres algo antes de echarte".

Un momento de las jornadas.

Un momento de las jornadas. Sindicat de Barri de Carolines

La diferencia principal es el delito que se comete en ambos casos, ya que el delito de okupación no existe. La ley contempla la usurpación de propiedad y el allanamiento de morada; esta última se da en primeras y segundas residencias y, según el sindicato, en unos días estás fuera.

No obstante, la presidenta de la Agrupación de Jóvenes Abogados, María Ramón Abarca, manifestó recientemente a este diario que los pequeños propietarios también están desprotegidos, ya que, en ocasiones, "vale más el ticket de pizza que piden los okupas que la escritura de la vivienda" en un proceso que de media calcula que puede extenderse unos dos años hasta recuperar la casa.

Oficina de okupación

Otro de los temas a tratar en las jornadas fue cómo funciona una oficina de okupación, una figura que ya se ha creado en otras zonas de España como Vallecas y que desde el sindicato no descartan crear en la ciudad.

"Esta oficina acompaña en el procedimiento de okupar a las personas que están en el proceso y se les explica cómo hacer frente, por ejemplo, a los matones antiokupas o cómo negociar con la propiedad", destaca el miembro de la organización.

Las empresas antiokupas están creciendo en la ciudad y ya existen cinco, de acuerdo con la información del sindicato. Saval cuenta que han tenido "encontronazos" porque se dedican a "intimidar, humillar y forzar a las familias que viven en estos pisos a salir de las casas a la fuerza de manera ilegal y firmando contratos falsos para engañarlos".

"Secuestro de viviendas"

Todo este conflicto lo relacionan con el "secuestro de las viviendas de la ciudad por el capital especulador", que está llevando la situación en Alicante a una "situación extrema".

Además, resaltan que es la cuarta ciudad de todo el país en la que más se desahucia y la segunda, junto con Málaga, en la que más ha subido el precio del alquiler en el último año proporcionalmente.

Como medidas para garantizar el derecho a la vivienda, exigen "que las viviendas que están vacías se pongan en el mercado, prohibir a los propietarios y grandes fondos especular con el precio y los alquileres y adquirir más vivienda pública".