Apenas veinticuatro horas antes de que se produzca la primera reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, grandes empresarios de distintos sectores unieron sus voces para pedirles pactos de Estado. Lo hicieron, además, ante la mirada de importantes miembros del Gobierno y del Partido Popular.
En la jornada de Wake Up, Spain! dedicada a la "Digitalización y la cohesión social y territorial", fueron numerosos los participantes que emplearon la expresión "pactos de Estado". Y una gran mayoría se refirió también a una "estabilidad regulatoria" alejada de los extremos que condicionan la política actual a uno y otro lado de la balanza.
Sirva como reflejo de lo ocurrido este alegato de Julián Núñez, el presidente de SEOPAN, la asociación de empresas constructoras y concesionarias de infraestructuras: "Si renunciamos a abordar la financiación de nuestras infraestructuras, estaremos comprometiendo seriamente nuestra competitividad y el bienestar social. Y ello exige una decisión de Estado, un pacto de Estado que formará parte de otros si cabe más relevantes".
En esa línea fueron interviniendo los líderes del sector de la movilidad –Airbus, IAG, Seat–, la telefonía –Vodafone y Ericsson–, la banca –Bankinter, Abanca u Openbank–, lo agroalimentario –Fertiberia–, el sanitario y el mencionado de las infraestructuras.
De hecho, la CEO de Bankinter, Dolores Dancausa, inistía en que es indispensable estar vigilantes a la evolución de la inflación, ya que “con el precedente de las pensiones es muy difícil que los salarios no se indexen al IPC”, algo que podría restar competitividad a la economía española. De ahí que insistiera en dar un mayor impulso a las medidas adoptadas hasta ahora, pues las considera "insuficientes".
Apoyo también el que reclamaban desde Vodafone para que sectores como el de las telecomunicaciones puedan avanzar en su proceso de consolidación. El pistoletazo de salida lo daba el CEO de Vodafone España, Colman Deegan, quien insistía en que se “necesita el apoyo de los gobiernos y los reguladores" con la finalidad de que se puedan generar unos mercados "justos y saludables".
No fue flor de un día. La segunda edición del Wake Up! Spain lleva celebrándose desde este lunes y esta ha sido la tónica general. Algunos, como Julián Núñez, han elegido palabras claras. Otros han hablado entre líneas. Pero en los corrillos, donde realmente se dirimen los postulados en este tipo de foros, viene quedando ostensiblemente de manifiesto esa reivindicación.
Al contrario de lo sucedido en el Congreso de los Diputados, los mandatarios del Gobierno y del PP que, de momento, se han encontrado en la Casa de América también se han abierto a esa posibilidad.
De hecho, Ximo Puig –presidente de la Generalitat Valenciana– o Raquel Sánchez –ministra de Transportes– hablaron de "nueva etapa" en relación al PP. Y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el presidente de Murcia, Fernando López-Miras, apoyaron a Feijóo en su intención de explorar dichos pactos con el Gobierno.
La ministra Sánchez incluso habló de alejar la toma de decisiones de las presiones de grupos determinados y territorios concretos, en lo que pareció un serio aviso a los socios nacionalistas de Moncloa.
Patronal y sindicatos
Los primeros en reclamar ese gran Pacto de Estado entre el Gobierno y el principal partido de la oposición fueron los agentes sociales. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, reclamaba “una unidad de Estado y acuerdos cuando sean necesarios”, ya que tras las últimas crisis que han sacudido a España (pandemia y guerra de Ucrania) “solo saldremos adelante entre todos”.
Un mensaje al que se sumaban los sindicatos. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ve “fundamental abordar de manera común los grandes acuerdos de Estado”, ya que sin ellos “la paz social no estará asegurada”, tal y como destacó el líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo.
Ante la llegada de los fondos Next Gen que centran buena parte del debate en Wake Up, Spain! todos los participantes coinciden en que es necesario aprovechar la oportunidad. De ahí que el presidente de Oesía, Luis Furnells, pida una reflexión “para ver cómo queremos ser dentro de 20 años y cómo será nuestro PIB”.
Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos es la subida del IPC. En una situación de crisis como la que tenemos, el presidente y CEO de Tendam, Jaume Miquel, reclamó “una medida global y estructural” y para ello, sin duda, hará falta que exista un mayor entendimiento entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez-Feijóo.
Se trata, en definitiva, “de proteger a los más vulnerables, por lo que es muy necesario que se adopten medidas de este tipo”, dijo el presidente de BBVA. Carlos Torres reclamaba también aprovechar la inversión en fondos europeos que se está haciendo “para favorecer el crecimiento económico y la creación de empleo”. De hecho, no ve con malos ojos que se intente alcanzar un Pacto de Rentas como el propuesto por Pedro Sánchez hace unas semanas.
Visión compartida desde las compañías de infraestructuras y servicios. En este caso, el impulso de la cohesión social y la armonización de los territorios se ve como un elemento clave a impulsar desde el Gobierno Central. Cuestión en la que el pago por uso de las infraestructuras desempeñará un papel crucial. La futura tarificación liberará gastos de mantenimiento para poder utilizarse en cuestiones sociales.
Pacto nacional en Sanidad
Juan Abarca, presidente del IDIS, pudo decirlo más alto pero no más claro durante su intervención en Wake Up, Spain!. El también presidente de HM Hospitales reclamó el martes un “Pacto Nacional para Sanidad” debido al "deterioro" que ha sufrido en los últimos años el sistema sanitario público a causa de la "falta de voluntad política y de consenso" para la puesta en marcha de reformas.
En cualquier caso, la petición de estabilidad a largo plazo y de un pacto político que amarre la estabilidad económica ha sido una constante en el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I. Ha formado parte de las reclamaciones de un sector sanitario que exige pensar en políticas a largo plazo para lograr inversiones, y para ello es clave un gran pacto político.
Se trata de algo en lo que han coincidido tanto Jesús Ponce como Sergio Rodríguez, responsables de Novartis y Pfizer en España, como Juan López-Belmonte, presidente de Farmaindustria. Una reclamación a la que también se ha sumando Lourdes López, de Becton Dickinson. "Las inversiones solo se rentabilizan a largo plazo" y por ello, además, la industria sanitaria necesita tener "costes competitivos". Si no, se corre el riesgo de que decidan irse a otros países.
Reducir la incertidumbre
Los primeras espadas del sector de la energía piensan igual. Las incertidumbres que la guerra en Ucrania ha introducido en el mercado provocan que toda política que se aplique tenga respaldos sólidos, también a largo plazo. Un pacto Sánchez-Feijóo parece prioritario.
Que España se convierta en un actor clave del mercado energético depende de esta visión. Por ejemplo, en el campo del hidrógeno. Gonzalo Aizpiri, CEO de Enagás, consideró que deben darse unos requisitos; hay que crear el mercado, un sistema regulatorio propicio, y ser competitivo frente al hidrógeno gris procedente del gas natural, por ejemplo. "Y que haya recursos públicos. Ahí es donde entran en juego los PERTE. Es necesario el compromiso de las administraciones para crear ese marco jurídico propicio. España puede encontrar la confluencia de la voluntad pública y privada, y un contexto europeo adecuado", concluyó.
En este sentido, desde el sector de la automoción y la movilidad también se señaló la necesidad de unificar criterios a nivel estatal. El impulso del desarrollo de la infraestrucutra de carga que permitirá que los coches eléctricos circulen con la misma certidumbre que actualmente lo hacen los de gasolina fue señalado como una de las cuestiones que debería unir los criterios de los dos grandes partidos.
La necesidad de que haya acuerdos de Estado entre el Gobierno y el Partido Popular también es compartida en Moncloa. Manuel de La Rocha, secretario general de Asuntos Económicos y G20 de Presidencia, fue claro: "Queremos la máxima unidad en las medidas adoptadas ante el conflicto en Ucrania, el Plan de Recuperación, la gestión de los fondos europeos y las reformas que necesita el país. No me corresponde a mí decirlo, pero el Gobierno espera un nuevo líder del PP que esté dispuesto a arrimar el hombro. Ojalá nos permita ampliar el arco parlamentario que apoya nuestra agenda reformista".
Así las cosas, la clase empresarial se ha mostrado totalmente alineada durante lo que va de Wake Up, Spain! bajo un único propósito: que en un momento de tremenda incertidumbre, derivada de las distintas crisis que azotan la economía europea y española, en su conjunto, PSOE y PP estén a la altura y saquen del campo de batalla todo elemento de confrontación política.