Por si tenía alguna duda, el presidente del Gobierno ha podido constatar este miércoles que todos los grupos del Congreso, salvo el PSOE, están en contra radicalmente del cambio de posición respecto al Sáhara. Uno tras otro, todos los grupos han subido a la tribuna del pleno del Congreso para expresar su rechazo a la decisión de Pedro Sánchez, justo el día antes de que viaje a Rabat a cenar con el rey de Marruecos y sellar el inicio de la nueva etapa de relación.
Ese rechazo unánime de todos los demás grupos quedará materializado en la casi segura aprobación de una proposición no de ley presentada por Unidas Podemos, ERC y Bildu que en su preámbulo es muy crítica con el Gobierno. PP anunció que votará a favor y, en principio, sólo se ha desmarcado Ciudadanos que rechaza la PNL, aunque está en contra del giro del Gobierno.
Los socialistas, no obstante, han podido salvar esa votación con una pirueta difícil e inusual: considerar que sólo se vota la parte resolutiva que únicamente se remite a las decisiones de la ONU y no el preámbulo que es lo que contiene las críticas al Gobierno y no tiene valor alguno.
De esa forma, hasta el PSOE votaría la Proposición no de Ley para evitar quedar sólo en la votación, en contra de la mayoría. Es decir, los socialistas apoyarán una moción cuyo preámbulo arremete con dureza contra el presidente del Gobierno y su "giro unilateral".
La maniobra del PSOE sólo dependía de que los tres grupos proponentes aceptaran la enmienda del PNV que incluye en la parte resolutiva las duras críticas al Gobierno. Como Bildu, ERC y Unidas Podemos no aceptaron enmiendas, el PSOE podrá sumarse al si a la PNL y no habrá derrota del Gobierno, horas antes de llegar a Rabat y cenar con el rey de Marruecos.
Los tres partidos, que forman parte del bloque de investidura, están en contra de la posición de Sánchez sobre el Sáhara, pero le han ayudado para evitarle la votación adversa.
Por eso, Aitor Esteban (PNV) ha pedido infructuosamente que se acepte su enmienda para que lo que se rechace explícitamente sea la decisión del Gobierno. De esa forma, según ha dicho, "el Gobierno no se saldría con la suya".
Entre las frases de los grupos desde la tribuna contra la decisión del presidente del Gobierno se han escuchado en el pleno expresiones como “hipocresía”, “miopía”, “dejen de jugar con la vida de los saharauis”, “chapuza democrática” o “falta de humanidad”, entre otros.
La tesis de todos los grupos, salvo el PSOE, es que con este giro se abandona al Frente Polisario y a los saharauis en manos de Marruecos, ya que Sánchez acepta ahora la salida al conflicto basada en la autonomía y no en la autodeterminación y el referéndum.
Además, todos los grupos han criticado que en España nos hayamos enterado por la difusión por el rey de Marruecos de parte de una carta del presidente del Gobierno.
Crítica de Unidas Podemos
Entre los críticos con Sánchez se encuentra Unidas Podemos, miembro del Gobierno de coalición, por ser grupo proponente y porque su portavoz Gerardo Pisarello ha arremetido con dureza contra el presidente.
Todos los grupos han criticado la versión del Gobierno y el PSOE que pretende sostener que no hay giro o cambio en la posición de España. Así, por el PSOE, el diputado Sergio Gutiérrez ha señalado que no hay giro ni cambio en la posición del Gobierno, que sigue siendo la de esperar una resolución justa para el Sáhara desde el mandato de la ONU y con pacto de las partes.
El preámbulo de la PNL señala que “una parte del Gobierno español ha modificado unilateralmente su posición en relación con el conflicto del Sáhara Occidental, contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y el propio Derecho Internacional, adoptando una nueva posición en la que se afirma que la propuesta de un régimen de autonomía para el Sáhara que Marruecos hizo en 2007 es la propuesta 'más seria, realista y creíble' para la resolución del conflicto. Este cambio supone de facto apoyar la vía propuesta por Marruecos, abandonando la base de una solución política que sea mutuamente aceptable, tal y como recogen las resoluciones de la ONU”.
Además, se incluyen críticas también a la forma en la que se tomó esa decisión.
La parte dispositiva señala que “el Congreso de los Diputados ratifica su apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), en el convencimiento de que solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable, duradera y aceptable por ambas partes al conflicto político en el Sáhara Occidental".