El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha planteado dudas sobre los cambios que se prevén en el mercado ibérico para atajar una de las crisis energéticas más profundas que se vive en años durante su participación en la segunda edición de Wake Up, Spain!
"Estamos viviendo momentos excepcionales que requieren soluciones excepcionales", destacó el primer responsable de la compañía eléctrica. "Vaya por delante que lo fácil es criticar las medidas que se están tomando, pero hay que tener en cuenta que estamos ante un tema muy complejo. Siempre que hay una intervención hay un riesgo regulatorio. Lo importante es tomar decisiones y monitorizarlas con el mínimo contagio posible".
A su juicio, aún es pronto para evaluar del todo las medidas que se han adoptado para paliar la subida del precio de la energía. "Estamos ante una intervención novedosa en lo que se refiere al tope de gas. Todo lo que sea intervenir va a generar distorsiones. A mí me gustaría preguntarme: ¿Si esto que vamos a hacer en España es tan bueno, por qué no lo han hecho otros países europeos?".
Los 30 euros MWh que parecen estar encima de la mesa están por debajo de los contratos a largo plazo. "Esto va a generar agravios comparativos que no van a implementar esta medida. Esta medida que va a bajar los precios a crear problemas que no se han tenido en cuenta en todo lo que tiene que ver con los derivados financieros".
Beneficios caídos del cielo
Su posición coincide con la del presidente de la otra gran eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, al afirmar que no se pueden tomar decisiones que puedan tener consecuencias adversas para el sector y para las compañías.
"En la narrativa de la situación, nadie que habla de los beneficios caídos del cielo ha puesto un número sobre la mesa, y nosotros hemos dicho siempre aquí están nuestros libros y nuestras cuentas. Si ha habido algo caído del cielo son los impuestos, que ya son un tercio de los costes de una central nuclear o de una hidráulica".
Una denuncia que ha querido acompañar de una defensa de las políticas puestas en marcha por la compañía. "Las empresas eléctricas hemos tenido un comportamiento muy responsable. No estamos aprovechando la situación con nuestros clientes. De hecho, hemos descontado a nuestros clientes 4.500 millones".
"Espero y deseo que esta situación sea coyuntural. Empezamos con problemas que no tenían que ver con la guerra. Los comienzos de la salida del gas estuvieron ligados a la salida de la pandemia. Esto se ha ido agravando con el paso de los meses. Cuando uno analiza las alternativas la única solución viable es reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Como Europa cometimos un error, sobre todo en Alemania, de volcarse en las manos de un suministrador como Rusia", ha explicado el directivo.