Hoy en día son muchos los hogares que cuentan con un lavavajillas, un electrodoméstico que llegó para ofrecer una mayor comodidad a las personas, pudiendo así ahorrar tiempo y esfuerzo en tener limpia toda la vajilla y utensilios de cocina. Es por ello por lo que conviene cuidarlo para alargar su vida útil, y para que esto suceda se debe cuidar adecuadamente.
Para incrementar su durabilidad es importante prestar atención a su mantenimiento y limpieza, y para ello puedes utilizar un sencillo truco de los palillos para tener un lavavajillas más limpio.
Aunque seguramente nunca te lo hubieras imaginado, unos simples palillos pueden ser tus mejores aliados en este tipo de situaciones. Cargar el lavavajillas de la forma correcta ayudará a evitar que el electrodoméstico pueda llegar a tener algún tipo de problema en su funcionamiento, por lo que conseguirás ahorrar las molestias de no disponer del mismo y te supondrá un gran ahorro de dinero. Con unos palillos tendrás la posibilidad de no tener que recurrir a un profesional para su reparación.
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Este tipo de electrodomésticos se encuentran expuestos a una gran cantidad de suciedad y desechos, que van desde las sobras de alimentos hasta la grasa acumulada y los propios restos de plásticos, entre otros, que se van acumulando en sus diferentes rincones. Por este motivo, si no se ataja de forma efectiva el problema y se elimina la suciedad con regularidad, es probable que acabe por tener problemas de funcionamiento y averías que, en los casos más graves, incluso pueden llevarte a tener que comprar un nuevo lavavajillas.
Las zonas más afectadas por la suciedad del lavavajillas son los brazos rociados de agua, ya que cuando se acumula en exceso pierden eficacia, lo que hace imprescindible que haya que dedicarle unos minutos cada semana para limpiar el lavavajillas y permitir que siga funcionando correctamente. Además, recuerda que no debes echar líquidos de limpieza que no sean específicos para lavavajillas.
Cómo eliminar los restos de comida del lavavajillas
Para limpiar adecuadamente el interior de tu lavavajillas, debes retirar las rejillas de este electrodoméstico para que quede a la vista su brazo rociador que se sitúa en la parte inferior del mismo. A continuación, deberás comprobar el estado de los filtros, tratando de encontrar cualquier obstrucción que pueda estar causada por la suciedad acumulada en las rejillas.
Cuando te hayas deshecho de ella, consulta el manual de usuario de tu lavavajillas para saber cómo separar el brazo rociador de forma segura, lo que te permitirá alcanzar un mayor grado de limpieza y de una manera más cómoda. Una vez desbloqueado y separado, solo tienes que introducir un palillo con cuidado en los agujeros que están ahora descubiertos, eliminando toda la suciedad acumulada.
Una vez que has separado los brazos rociadores del lavavajillas, podrás aprovechar la ocasión para dejarlos totalmente limpios y que funcionen perfectamente. Para ello solo tienes que mezclar en un recipiente agua tibia con unas gotas de vinagre, para seguidamente remojar en él los brazos rociadores. Tras unos minutos a remojo y frotando sobre ellos, habrá que secarlos para volver a colocarlos y bloquearlos como estaban.
Limpia el lavavajillas con bicarbonato de sodio o vinagre
El vinagre es uno de los productos más versátiles que podemos encontrar, ya que se trata de un limpiador muy eficaz para fines muy diversos. De hecho, puede ser de gran ayuda para conseguir que el lavavajillas esté en perfecto estado. Para utilizarlo tendrás que encender el lavavajillas vacío con el programa más alto en temperatura para que, a los diez minutos aproximadamente, lo pares y eches un vaso de vinagre, cerrarlo y finalizar el lavado.
Gracias al uso del vinagre se conseguirán que tanto las manchas como la suciedad adherida se vayan despegando poco a poco del interior del electrodoméstico. Si no tienes vinagre, puedes optar por una alternativa como es el bicarbonato de sodio. En este caso tendrás que espolvorear un poco de este producto antes de empezar un programa de lavado, siendo recomendable en este caso usar programas cortos a temperatura máxima.
Dado su gran potencial para limpiar, cuando el programa de lavado llegue a su fin, podrás observar como el lavavajillas tiene un brillo que lo hace parecer totalmente nuevo.
Pasos para limpiar el lavavajillas
El paso a paso para limpiar el lavavajillas y conseguir deshacerse de toda la suciedad acumulada es muy sencillo de llevar a cabo, y consiste en los siguientes pasos:
- En primer lugar, se debe limpiar el filtro del lavavajillas, para lo cual hay que retirarlo y proceder a su lavado.
- A continuación, deben limpiarse los brazos rociadores, que son los encargados de distribuir el agua a lo largo del ciclo de lavado y que, habitualmente, se obstruyen con restos de comida. Retíralos usando un cepillo y/o esponja.
- Ahora habrá que limpiar el interior del electrodoméstico, siendo suficiente con usar un poco de detergente suave y un paño húmedo para dejarlo reluciente.
- Una vez hechos los pasos anteriores, llegará el momento de la desodorización, ya que es habitual que los malos olores se acumulen en él. Para acabar con ellos se puede dejar una taza de vinagre en la rejilla superior y proceder a poner en marcha un ciclo de lavado en vacío.
- Finalmente, tan solo tendrás que revisar las mangueras para comprobar que no presentan daños ni ningún tipo de suciedad que las obstruya.