Innovar en la cama puede ser una herramienta fundamental para avivar la llama de la pasión y lograr que se mantenga el deseo sexual con una pareja estable con el paso del tiempo. Más allá de conocer la mejor manera en la que conectar un cuerpo con otro, es necesario tener la capacidad de alejarse de la monotonía y disfrutar plenamente de la sexualidad.
En este sentido, se ha puesto de moda una práctica sexual que combina dos de los grandes placeres del ser humano: el sexo y la comida. Conocida como sploshing, es una práctica erótica un tanto pringosa que no deja indiferente a nadie y que rápidamente ha sumado detractores y defensores a partes iguales.
El 'sploshing', la práctica sexual de moda
En la búsqueda del placer humano no hay límites y cualquier opción que permita ir más allá de lo convencional, siempre y cuando haya consenso entre las partes implicadas, siempre será una buena alternativa. De ahí nace el llamado sploshing, que combina caos, humedad y comida con sexo y erotismo, un fetichismo húmedo y desordenado que se ha puesto de moda.
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El término proviene de una revista erótica de finales de la década de 1980 llamada Splosh!, en la que se publicaba contenido erótico en el que los protagonistas eran hombres y mujeres en situaciones húmedas, con aceite, barro, huevos… Aunque la revista dejó de publicarse en el año 2001, ha servido para poner nombre a esta práctica erótica a la que también se la conoce como WAM, acrónimo de Wet And Messy fetishism.
En la actualidad, gracias a las redes sociales, se ha puesto de moda con vídeos eróticos que inundan Internet, en los que los protagonistas se embadurnan con natillas o chocolate, reciben baños de leche o reciben tartazos, siempre con una clara connotación sexual.
El sploshing se ha hecho viral y gusta mucho, ya que consigue combinar la práctica culinaria y la sexual para estimular los sentidos del gusto, el tacto y el olfato. De esta forma, los cuerpos se mezclan con alimentos de diferentes sabores, texturas y olores para crear un potingue pringoso y sexual que, de una manera u otra, a muchos consigue seducir y atraer.
Cómo iniciarse en el 'sploshing'
Si eres una de esas personas a las que le gusta explorar e innovar en todo aquello relacionado con el erotismo y la sexualidad, el sploshing es una práctica abierta a la creatividad y al ingenio, pero en la que hay que mantener unos mínimos requisitos de seguridad para que tan solo aporte placer.
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En primer lugar, es imprescindible hablarlo con tu pareja o con la persona o personas que vayan a participar, ya que, aunque no se planifique con detalle lo que se va a hacer, sí que deben saber que todo trata de una combinación de sexo y comida. De esta manera, no habrá lugar para posteriores sorpresas desagradables.
Además, deberás evitar acciones potencialmente perjudiciales para la salud de los participantes en el encuentro sexual, por lo que hay no hay que utilizar alimentos picantes como salsas ni entrar en contacto con zonas íntimas, ya que así se evitará la candidiasis u otras afecciones.
También debe elegirse con cuidado el escenario, ya que, aunque algunos lugares te pueden resultar especialmente excitantes, ten en cuenta que luego deberás limpiar. Por ello, si no quieres que tu gran experiencia sexual sea frustrante una vez finalizada, usa lonas o elementos similares y prepárate para disfrutar de esta pringosa práctica sexual. Por otro lado, evita los recipientes de cristal para contener los alimentos que vas a utilizar para el encuentro sexual, ya que se pueden convertir en objetos muy peligrosos en momentos llenos de pasión y en un ambiente más que resbaladizo.
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De igual modo, tampoco debes pensar en el sploshing como una práctica vinculada al BDSM, a la sumisión y el poder, ya que en este caso ambos podéis ir alternando la iniciativa y por supuesto, debe ser siempre consentido.
Los mejores alimentos para un 'sploshing'
Teniendo en cuenta las recomendaciones de seguridad ya mencionadas, cualquier opción es posible a la hora de elegir los alimentos a utilizar en un sploshing, por lo que todo dependerá de los gustos y preferencias de los participantes. Sin embargo, si te estás iniciando en esta práctica, puedes comenzar por lo más sencillo, que será emplear unos simples cubitos de hielo, los cuales pueden llegar a dar mucho juego en estos encuentros sexuales.
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Los expertos recomiendan que los más novatos en esta práctica se inicien mojándose la ropa, generando así una sensación un tanto incómoda y liberadora. Además, existen otros condimentos habituales y básicos para esta pringosa práctica erótica se pueden utilizar, como la nata montada, el chocolate líquido, el helado, la leche o el champán, entre otros. Si los utilizas, podrás empezar a notar la esencia pringosa de este tipo de momentos íntimos.
Una vez ya adquieras más experiencia o simplemente en momentos de pasión desbordada, puedes ir un paso más allá para dejarte llevar por tu creatividad y echar mano de cualquier cosa que tengas en la nevera. Usar ensaladas, cocidos o pasta es otra opción, pero más arriesgada y no apta para todos los públicos, ya que generará tal nivel de pringue que, mientras que a algunos les resultará totalmente desagradable y poco excitante, a otros les provocará una pasión desbordante.