Aunque la magia de muchas películas de miedo se crea directamente en los estudios de interior y platós o a través de diseños de ordenador, la realidad es que son muchas las que han sido grabadas en exteriores y además en algunos de los lugares más terroríficos de la geografía española. Lugares de película y escenarios de cine capaces de poner la carne de gallina incluso a los más valientes y a los que puedes acercarte en la vida real, como este terrorífico palacio cántabro del que vamos a hablarte.
Un rincón dentro de Cantabria que aparece en la lista de los 5 lugares que tienes que visitar si eres fan del cine de terror. Una lista diseñada por la agencia de viajes especializada 'Felices Vacaciones' y en la que invitan a los aficionados al cine de terror a conocer este escalofriante destino que podrás encontrar en la comunidad norteña. Una visita perfecta para celebrar Halloween o el Día de Todos los Santos de la mejor manera y además en uno de los pueblos más bonitos de Cantabria y con más historia.
Este es el rincón de película más terrorífico de Cantabria
Después de descubrirte el mejor escape room para Halloween que encontrarás en uno de los pueblos de Cantabria, es momento de que descubras también uno de los rincones más terroríficos de Cantabria. Un lugar que te trasladará directamente a una de las películas de terror más conocidas. ¿La razón? Este palacio ha sido el escenario de una de las películas dirigidas por Alejandro Amenábar: 'Los Otros'.
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Una película de terror psicológico estrenada en 2001 y que fue grabada en varias localizaciones, entre las que destaca el conocido como Palacio de los Hornillos en Cantabria. Una enorme mansión de estilo neoclásico del siglo XVIII, que todavía desprende ese halo de intriga y misterio que puede experimentarse en la película de Amenábar.
Palacio de los Hornillos.
Estos elementos y su ubicación aislada, desempeñan un papel importante en la creación de la atmósfera de la película, que se distingue por su sensación de soledad y el misterio. Si estás interesado en sumergirte en la trama, disfrutar de la belleza y experimentar la intriga, Cantabria y el Palacio de los Hornillos forman una elección para ello.
Historia del Palacio de los Hornillos
El Palacio de Las Fraguas, también conocido como Palacio de Hornillos, está ubicado en Las Fraguas, un lugar que forma parte del municipio de Arenas de Iguña, en Cantabria. Interesantemente, esta propiedad consta de dos impresionantes palacios que ocupan una extensa finca de 60 hectáreas, la más grande de toda Cantabria. Además, en el interior de esta misma finca, se encuentra la Iglesia de San Jorge.
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El primer palacio, que data de finales del siglo XVIII, fue encargado por la duquesa de Cilleruelo, Rafaela Ortiz Mioño. Luego, en 1840, se construyó el segundo palacio bajo la dirección del arquitecto británico Ralph Seden Worman, por encargo del duque de Santo Mauro, Mariano Fernández de Henestrosa, quien había sido el jefe de palacio de Alfonso XIII. Esta construcción tuvo lugar entre 1897 y 1904.
En 2007, el palacio fue reabierto después de una cuidadosa restauración llevada a cabo por el arquitecto Luis Castillo y el paisajista Luis González Camino, por orden del duque de San Carlos, Álvaro Fernández Villaverde Silva, quien es el propietario actual de la propiedad. El objetivo de esta restauración fue permitir que el palacio se alquilara para diversas ocasiones, como bodas, fiestas privadas y eventos corporativos.
Un palacio ubicado en uno de los pueblos de visita obligada en Cantabria
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Un destino terrorífico que destaca por su bonita arquitectura, pero también por encontrarse en un entorno de naturaleza único y en uno de los pueblos cántabros señalados como visita imprescindible. ¿La razón? Justo al lado del Palacio de los Hornillos podrás trasladarte directamente a Grecia sin necesidad de coger un vuelo en avión. Y es que, en este entorno encontrarás un inesperado Partenón de estilo griego. Un elemento arquitectónico que también cuenta con su propia historia.
Se trata concretamente de la Iglesia de San Jorge, conocida como 'El Partenón'. Una edificación construida en 1890 sobre una antigua ermita medieval. Destaca sobre todo porque su diseño neoclásico está inspirado en la arquitectura antigua y le da un aspecto similar al templo griego, siendo uno de los pocos ejemplos de este estilo en Cantabria.
Originalmente, se construyó como una capilla-panteón para los duques de Santo Mauro, propietarios del cercano Palacio de los Hornillos. Y en cuanto al tipo de arquitectura, esta iglesia destaca por tener una fachada principal con seis columnas corintias ornamentadas y catorce columnas en sus laterales. En la actualidad, sirve como la parroquia de Las Fraguas, después de ser donada al pueblo por los duques de Santo Mauro.
Otros lugares terroríficos de película
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Pero el Palacio de los Hornillos de Cantabria no es el único lugar terrorífico y de película que aparece en la lista de los 5 lugares que tienes que visitar si eres fan del cine de terror de la agencia de viajes 'Felices Vacaciones'. Estos son otros de los destinos destacados por su web:
- Monasterio de Cârta, Tara Fagarasului (Sur de Rumanía): Este antiguo monasterio cisterciense, ubicado en el condado de Sibiu, en el centro de Rumanía, al sur de Transilvania, es conocido por su arquitectura gótica cisterciense y su rica historia. La película "La Monja" fue grabada en este monasterio y se desarrolla en la década de 1950.
- Número 4350 de Victoria Park Drive de West Pico Boulevard (Los Ángeles): La película de terror "Insidious" (2010), dirigida por James Wan, se desarrolla en esta casa en Los Ángeles, California, donde la familia Lambert se muda y comienza a experimentar perturbadores fenómenos paranormales.
- Palacio de Partarríu (Llanes): La película "El Orfanato" (2007), dirigida por Juan Antonio Bayona y escrita por Sergio G. Sánchez, se filmó en diversas ubicaciones en España, siendo el Palacio de Partarriu en Llanes, Asturias, uno de los lugares más destacados.
- Parque estatal Seneca Creek, Burkittsville (Maryland): La película de terror "El proyecto de la bruja de Blair," dirigida por Daniel Myrick y Eduardo Sánchez y lanzada en 1999, se filmó en el Parque Estatal Seneca Creek, que se ubica cerca de Burkittsville, Maryland, en las proximidades de Washington.