¿Cuántas veces has ido a casa de alguien y has notado la presencia de mascotas solo por el olor? "Aquí huele a perro" o "aquí huele a gato" son comentarios más comunes de lo deseado en hogares con animales. Puede que incluso te haya pasado a ti y no te hayas dado cuenta, porque el olfato se acostumbra a lo que es cotidiano. Esto no quiere decir necesariamente que falte higiene en la casa, quizá lo único que ocurre es que no se haya seguido la rutina indicada.
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Tanto si tú, lector, eres el que tienes alguno de esos adorables compañeros de viaje en tu domicilio, como si eres el visitante que ha notado cierto aroma no deseado, estos tips te interesan. Los primeros los pondrán en práctica, los segundos podrán transmitirlos a quien deseen para mejorar el confort de su hogar.
Hay tres trucos de limpieza definitivos para casas con mascotas que acaban con dos de los problemas más frecuentes: la acumulación de pelos, que se cuelan y se pegan en cualquier lugar, y los malos olores. Obviamente, los perros, gatos, etc, no son inodoros y su presencia se nota a nivel olfativo. Que estén aseados es el punto de partida: tanto el baño como el cepillado ha de ser tarea ineludible.
Truco para el aseo
Se recomienda tener a mano en la entrada una toalla para secarlo si ha llovido o se ha mojado, y también para limpiarles las patas que tendrán restos de arena o barro del exterior. De este modo evitarás que toda esa suciedad acabe esparcida por todas las estancias.
Hay que lavar con productos antibacterianos los juguetes del animal y también la cama o los cojines donde suela descansar para evitar que fluidos como las babas, otros restos orgánicos y la suciedad que traigan de la calle se impregnen en los tejidos. Todo eso ayudará a que los malos olores no conviertan el ambiente en irrespirable.
Truco para barrer
¡No utilices la escoba de manera tradicional! Solo conseguirás que los pelos se adhieran a ella y nunca te desharás de ellos, sino que los volverás a esparcir por toda la casa. El truco está en ponerle una bolsa de plástico (por ejemplo la del supermercado) en la zona del cepillo, atada al mango, para poder recoger esos pelos sin que se vuelen ni se peguen. Una vez amontonados, se recogen, se quita el protector que habíamos puesto y la escoba estará lista para volver a empezar sin restos.
Las aspiradoras son una opción mejor, aunque hay que limpiarlas bien para que el pelo de la mascota no se quede en el mecanismo. Prueba a aspirar unas bolas perfumadoras para impregnar el aire de buen aroma mientras la utilices.
Truco para fregar y desinfectar
Pasar la fregona habitualmente se antoja absolutamente necesario para extremar la limpieza. Un chorro de vinagre blanco y un producto perfumador o jabón para la ropa obrará milagros para acabar con las bacterias y mejorar el aroma general de la casa. También es necesario ventilar diariamente y limpiar en profundidad los textiles con los que el perro o el gato suelan entrar en contacto. Nos referimos especialmente a alfombras.
Si tienes gato, la zona en la que está colocado el arenero es sensible y debe estar impoluto. Recoge los restos de arena y espolvorea bicarbonato en el suelo dejándolo actuar para eliminar olores. ¡No utilices lejía, porque estos animales lo toman como una feromona y responden a ese olor marcando su territorio con orina para intentar recuperar lo que era suyo.