El pasado año, 394 personas fallecieron en España por ahogamiento. Este dato se desprende del Informe Nacional de Ahogamientos, que señala que el año pasado hubo un incremento de más 50% en comparación con el que en 2021, cuando se registraron 260 muertes por esta causa.
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El informe, que elabora desde 2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, recoge el balance de los últimos años e indica que 2022 fue quinto con peores datos desde 2015, por detrás del máximo, que se dio en 2017, con 481 defunciones, 2019 (440), 2016 (437) y 2015 (415).
Según estos datos, 37 menores de edad perdieron la vida: 11 niños de 0 a 3 años; 9 niños de 4 a 6 años; 6 niños de 7 a 10 años; y 11 menores de 11 a 17 años.
Y es que con la llegada de las vacaciones, las muertes por ahogamiento, tanto en playas como en piscinas, ríos y lagos suele dispararse. Los ahogamientos son la segunda causa de muerte accidental en toda Europa en edades entre los 0 y los 19 años, según datos de la Asociación Española de Pediatría.
Los pediatras piden vigilancia
Una persona adulta puede ahogarse en uno o dos minutos, pero en el caso de los niños este tiempo se reduce a 20 o 30 segundos, por tanto, es fundamental no perderlos de vista.
En lo que va de año, han fallecido por ahogamiento 23 personas por lo que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) recuerda que, para prevenir ahogamientos en la piscina y en la playa, los niños “siempre deben estar vigilados por un adulto, y no por otro niño”.
Asimismo, insisten en la importancia de que las piscinas tengan un cercado completo y de que haya un socorrista. También apuestan por que estos aprendan a nadar lo antes posible.
“Hay que extremar la vigilancia en los lugares donde no hay personal de socorrismo, ya que casi el 80 por ciento suceden cuando no hay socorristas y la mitad de los casos se producen entre julio y agosto”, asegura el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de AEPap.
Los sistemas de seguridad son necesarios especialmente entre los niños que están empezando a nadar. “El mejor sistema de seguridad es, sin duda, el chaleco, siempre y cuando cumpla con los estándares de calidad”, confirma.
A pesar de utilizar accesorios de seguridad es importante que las familias sepan que, estando en el agua, los niños pequeños tienen que estar al alcance del brazo de un adulto.
La regla del 10/20
Los especialistas nos recuerdan la importancia de poner en práctica la regla del 10/20 que consiste en mirar al agua donde se estén bañando los menores cada 10 segundos y mantenerse a una distancia que se pueda recorrer como máximo en 20 segundos.