La disfunción eréctil (DE) es una condición médica que afecta a la capacidad para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales satisfactorias.

Este fenómeno, a menudo subestimado, puede tener diversas causas, pero también diferentes consecuencias, sobre todo en la confianza en uno mismo, el estrés o la propia relación.

La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra al cerebro, las hormonas, las emociones, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede darse cuando uno de ellos se altera, pero, según los expertos, también puede ocurrir basándose en otras causas.

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El doctor Javier Romero-Otero, director médico de ROC Clinic y jefe del departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid, y el doctor Agustín Fraile Poblador, urólogo y andrólogo en ROC Clinic y del departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid son quienes evalúan la situación de aquellos que acuden con problemas de disfunción eréctil en sus respectivos centros. 

Los urólogos están especializados en el sistema urinario y en el aparato reproductor masculino, por lo que abordar el problema con ellos es fundamental para evaluar la situación y obtener un diagnóstico personalizado.

Tal y como ocurre con todas las afecciones médicas, no existe una edad específica en la que necesariamente ocurra. "Puede afectar a hombres de todas las edades (jóvenes, mediana edad y mayores)", explican los expertos. Pero añaden que "a partir de los 50 años, la incidencia de la disfunción eréctil tiende a aumentar, y se vuelve más frecuente a medida que los hombres envejecen". 

Las causas principales de la disfunción eréctil

Desde la perspectiva de la salud pública, la concienciación sobre la DE es significativa para superar estigmas asociados y fomentar un diálogo abierto. Esto no solo contribuye a la salud sexual del individuo, sino que también fortalece las relaciones y la calidad de vida en general.

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En los más jóvenes, lo más frecuente es que las causas sean psicológicas. La disfunción se puede dar con base en la situación, la pareja sexual o el propio estado anímico.

En cambio, las causas vasculares son las más comunes a partir de los 50 años. "La pueden producir todas aquellas enfermedades que favorecen la arteriosclerosis como el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia", indican los doctores.

Dentro de la patología, también existen otras causas menos frecuentes, como el consumo de ciertos medicamentos. "Los tres tipos de fármacos que producen más problemas son los fármacos contra la hipertensión arterial, los fármacos para la hiperplasia benigna de próstata o el cáncer de próstata y la mayoría de antidepresivos y neurolépticos", aseguran.

La diabetes, la esclerosis múltiple, las lesiones medulares o la cirugía del cáncer de próstata son causas neurológicas que también pueden estar involucrados en la erección a la hora de mantener relaciones sexuales.

Por último, las hormonas también tienen un papel relevante de cara a la disfunción eréctil. Principalmente, la disminución de los niveles de testosterona (o también llamado hipogonadismo) y las causas peneanas, como la enfermedad de Peyronie (incurvación del pene, que afecta al 5% de hombres) y la fractura peneana. 

Alimentos y erecciones

Lo cierto es que los expertos aseguran que "no existen alimentos en sí que causen disfunción eréctil directamente por su consumo" pero añaden que "el consumo de alimentos poco saludables o llevar una dieta no balanceada y desequilibrada, sí puede afectar".

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Estos hábitos pueden contribuir a problemas de salud, que anteriormente hemos visto que pueden verse implicados, tales como la obesidad o la hipertensión, que aumentan el riesgo de disfunción eréctil o impotencia.

Y aunque durante mucho tiempo se haya estipulado que hay alimentos que mejoran la erección, los expertos niegan todo tipo de dudas. "Hay que insistir en la importancia de una dieta cardiosaludable para mantener una buena erección", indican.

Los síntomas y manifestación

En el momento en el que se liberan hormonas del estrés, como el cortisol o la adrenalina, provocan dificultad en la circulación sanguínea hacia el área genital, lo que es esencial para lograr y mantener una erección.

La ansiedad o la preocupación también pueden verse como causantes, por la interferencia con la capacidad del hombre para relajarse y disfrutar de la intimidad sexual.

Asimismo, la sensación de fatiga física o mental pueden reducir el deseo sexual, así como la capacidad de tener una erección. La depresión que se puede dar después de un estrés crónico, "afecta negativamente la función eréctil”, explican.

El tratamiento de la disfunción eréctil

Bien es cierto que la mayoría de los hombres cuando son conscientes de su patología tiendan a rechazar las relaciones sexuales al tiempo que disminuye su apetito sexual. 

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Sin embargo, acudir a especialistas es la clave para intentar mejorar la situación. En cuando los pacientes llegan a consulta, "se identifican las posibles causas de la DE y se recomiendan modificaciones en el estilo de vida", indican. Existen múltiples tratamientos existentes para la DE, según las necesidades y preferencias de cada paciente. Y según explican los expertos, es uno de los pocos problemas en medicina que prácticamente siempre consiguen solucionar.

"Se cuenta con tratamientos que van desde las ondas de choque de baja intensidad, los fármacos por vía oral, tratamiento local con gel de alprostadil o hasta el tratamiento hormonal. También se puede pensar en terapia psicológica o por último la prótesis de pene, que se trata de la colocación de un implante peneano, un dispositivo que se implanta en el interior de los cuerpos cavernosos con el objetivo de otorgarle al pene la capacidad de alcanzar y mantener la rigidez", explican los doctores.

"Tener una vida sexual sana está directamente relacionado con la sensación de felicidad que tiene una persona", aseguran los expertos. Por lo que tratar la disfunción eréctil es recomendable para gozar una vida más plena y feliz.

Por otra parte, "la disfunción eréctil es frecuentemente un marcador precoz de riesgo vascular, por lo que es crucial que los pacientes con DE acudan al urólogo para estudiar las posibles causas y tratar el problema".