Rovaniemi, la joya de la Laponia finlandesa, es un destino de cuento de hadas que ofrece una experiencia inolvidable a todos aquellos que lo visitan. Situado en la región ártica, este pueblo mágico es conocido por ser el hogar de Papá Noel, y es un lugar perfecto para visitar durante la temporada invernal.
Tanto si vamos en familia como si lo hacemos en pareja (o incluso solos), esta pintoresca localidad de 63.000 habitantes promete transmitir el espíritu navideño a todo aquel que aterrice en la conocida como puerta de Laponia, precisamente llamada así por su ubicación geográfica.
Sobre Rovaniemi
Rovaniemi se sitúa entre los montes de Ounasvaara y Korkalovaara, y cada año acoge a turistas de todo el mundo que acuden hasta la localidad atraídos por sus leyendas y paisajes de ensueño.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad, entonces capital administrativa de Laponia, fue devastada en un incendio que arrasó la totalidad de esta, que en su mayor parte estaba construida con madera.
Después de la conflagración, el arquitecto Alvar Aalto estuvo al frente de su reconstrucción, con el encargo de que el plano de la ciudad se pareciera al asta de un reno. La nueva Rovaniemi se fundó en el año 1960, y, ahora, décadas más tarde, se ha convertido en un atractivo turístico internacional.
Vivir recopila junto a Iberia, la aerolínea que desde este fin de semana conecta España con Rovaniemi, las claves que hacen de este uno de los destinos favoritos de las festividades decembrinas. Si estás pensando viajar estas vacaciones y estás dispuesto a pasar algo de frío — te adelantamos, vale la pena— este es un viaje que sacará tu niño interior y recordarás toda la vida.
La mejor forma de llegar a Rovaniemi es en avión. Desde el 2 de diciembre, Iberia ofrece dos vuelos directos desde España a la ciudad. Una vez en tierra, es posible optar por el transporte público, aunque lo más recomendado es alquilar un coche para moverse libremente fuera del núcleo urbano. En cualquier caso, la oficina local de turismo de Rovaniemi aclara las dudas habituales en su página web, de acceso disponible también en castellano.
El hogar de Santa Claus
Vayamos a nuestra parte favorita: las actividades. Cuando pensamos en Rovaniemi, una de las primeras imágenes que se nos vienen a la mente es la de Papá Noel. La aldea de Santa Claus, ubicada a ocho kilómetros de la ciudad, es un lugar donde la ficción y los sueños se convierten en realidad.
Aquí, adelantan desde Iberia, podemos visitar los rincones que frecuenta Santa Claus, conocerlo en persona y hasta enviar postales navideñas desde la Oficina de Correos Central. Los más pequeños disfrutarán de la oportunidad de subirse al trineo del gran hombre de la Navidad, y los mayores podrán visitar las pintorescas tiendas de recuerdos que hay en esta aldea.
Recorriendo sus calles
En la ciudad de Rovaniemi hay una arquitectura fascinante que podemos explorar perdiéndonos por sus calles envueltas en nieve. Uno de los puntos culturales más destacados es el Arktikum, museo dedicado a la ciencia y la historia natural de la región.
La ruta continúa en la casa de la cultura Korundi, ubicada en una antigua estación que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Este emblemático edificio enladrillado alberga una variada colección de artistas locales e internacionales, exposiciones temporales y conciertos.
El Parque Nacional Ounasvaara, situado en las afueras de la ciudad, ofrece numerosas actividades al aire libre que conquistarán a los amantes del senderismo, el ciclismo y el esquí. También podemos visitar el Ranua Wildlife Park, a poco más de una hora de Rovaniemi. Este parque reúne especies de fauna ártica que no veremos en ningún otro sitio del mundo.
Dónde hospedarse y qué comer
En Rovaniemi, hay diversas opciones de alojamiento que se adaptan a todo tipo de viajeros. Los hoteles de la ciudad brindan comodidad y fácil acceso a las atracciones principales.
También hay quien acude con la idea de alojarse en uno de sus famosos iglús de cristal, como los que hay en el Arctic SnowHotel, para disfrutar de la mágica vista de las auroras boreales desde la cama. Para los amantes de la naturaleza, las cabañas y casas de campo son opciones muy atractivas que invitan a sacar el máximo partido de las actividades al aire libre.
Encontrar dónde comer en una ciudad pequeña como Rovaniemi no es una tarea difícil, aunque, eso sí, es importante tener en cuenta que muchas cocinas cierran a las cinco de la tarde. En la ciudad hay una amplia oferta de cafeterías, hamburgueserías y restaurantes, como el Sky Kitchen View, donde podremos disfrutar de platos típicos y otras recetas de alta cocina.
La gastronomía de Rovaniemi destaca por sus platos sabrosos y de esencia local. Uno es el rönttönen, un pastel de patata relleno de carne de reno y sazonado con hierbas locales; el salmón al fuego, una delicia para los amantes de los pescados; y el poronkaristys, elaborado a base de finas lonchas de carne de reno a la parrilla y servidas con puré de patata.
Como postre, ningún viajero puede dejar pasar el leipäjuusto, un queso finlandés ligeramente caramelizado, ideal para acompañar con mermelada, tradicionalmente de mora de los pantanos.
Auroras boreales y otras maravillas
Desde las cimas de las colinas de Rovaniemi, podemos disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, el río y los bosques circundantes. Sin embargo, la postal más espectacular que podemos presenciar en este enclave finlandés viene dada por las auroras boreales. Los turistas pueden embarcarse en una expedición nocturna para presenciar este fenómeno único, que puede verse en los meses de invierno.
En la región también se encuentra el río Kemijoki, el más largo de Finlandia. En él, los visitantes pueden realizar excursiones en barco, disfrutar de paisajes vírgenes, pescar en sus lagos y observar fauna autóctona. Precisamente, en relación con esto último, el avistamiento de renos está garantizado en el viaje: estos animales superan en proporción al número de habitantes en Laponia, y a veces incluso pasean cerca del centro de la ciudad de Rovaniemi.