Todos tenemos miedo a algo. Podemos asustarnos si está la luz apagada, o nos puede dar miedo encontrarnos con una araña en la cocina. Sin embargo, estos miedos no todos lo expresamos y lo sentimos en el mismo grado.
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Una fobia es aquel temor irracional, enfermizo, que se expresa hacia un objeto, una persona o una situación. Hay una gran diversidad de fobias según la naturaleza del estímulo o las respuestas físicas ante ello.
La tripofobia es una de ellas muy específica, y se define como la repulsión hacia patrones específicos de pequeños agujeros, protuberancias o huecos agrupados en una superficie, así como los panales u hormigueros.
Por qué no es un trastorno
Se trata de una fobia que no ha sido reconocida oficialmente en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, ya que, a pesar de su creciente aumento de popularidad, todavía no se ha investigado a fondo a diferencia con otros trastornos como la aracnofobia.
Dada su vaga exploración, aún no se ha determinado la causa exacta de la tripofobia que lleva a desarrollar ansiedad y repulsión hacia ciertos patrones. Sin embargo, sí se considera que pueda estar relacionada con experiencias traumáticas.
La psicóloga Carlota Sobrino relata la posible relación entre esta fobia y los patrones de algunos animales venenosos. Las manchas de su piel causan una repulsión instintiva, tanto en los animales como en las personas, como signo de supervivencia ante experiencias pasadas.
No obstante, es un concepto bastante nuevo, por lo que carece de la suficiente evidencia científica para respaldarlo como un trastorno mental específico. Todavía se desconoce si cumple o no, los criterios necesarios para considerarla como tal.
Esto se debe a que no ha demostrado tener un impacto significativo en la vida diaria de las personas, y el manual solo se enfoca en los trastornos que tienen un impacto significativo en la salud y el funcionamiento de una persona.
La tripofobia es todavía un misterio a resolver, dado que, a pesar de sí verse representada la repulsión hacia este tipo de patrones, nadie se explica realmente la causa de ello.
Padecer otro tipo de fobias también puede estar relacionado con desarrollar este trastorno. Puede deberse a cierta predisposición genética a la susceptibilidad a trastornos de ansiedad. Las experiencias traumáticas también pueden ser la causa de la aparición de fobias. Hay personas que pueden tener fobias múltiples.
Qué síntomas causa
La tripofobia tiene una amplia sintomatología que pasa desde sentir escalofríos o náuseas, a desembocar un ataque de pánico. La incomodidad y la ansiedad son los primeros síntomas que aparecen, junto con la evitación a los objetos que produzcan aversión.
La piel de gallina, incluso con pequeños bultos en los brazos o en el cuello, y cierta picazón, también son signos de la aparición de este trastorno. Además, puede provocar mareos, un aumento en las palpitaciones cardíacas y pensamientos obsesivos.
Qué tratamientos existen
La educación y concienciación sobre los diferentes trastornos son uno de los mejores tratamientos para tener conocimientos sobre la enfermedad y ayudar a combatir la ansiedad. Sin embargo, también existen tratamientos más específicos:
- Terapia cognitivo-conductual. Trata de transformar esos patrones de pensamiento negativo y disminuir gradualmente la respuesta emocional a los estímulos que puedan desembocar un episodio de tripofobia.
- Exposición gradual. Consiste en el enfrentamiento a imágenes o situaciones que provoquen ansiedad para ayudar a reducirla. Exponerse a los desencadenantes para controlar las respuestas. Se realiza de una forma gradual para no suponer un impacto al individuo en cuestión.
- Medicamentos. En ciertos casos, los profesionales sanitarios consideran que es necesario integrar medicamentos para controlar los síntomas de ansiedad y tratar de tener una vida lo más 'normal' posible.