Pasamos toda nuestra vida en busca de la felicidad, un sentimiento prácticamente imposible de definir y, en ocasiones, difícil de encontrar. El trabajo, la pareja, las amistades o la familia, son los pilares que más influyen a la hora de vivir una vida plena o no. Cuando uno de ellos falla, la pregunta más repetida por los seres humanos se instala en nuestra cabeza: ¿Soy realmente feliz?
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Otro error que cometemos es vivir esperando un futuro mejor y añorando el pasado. Miramos atrás y nos parece que cualquier tiempo pasado fue mejor y que fuimos más felices. Teniendo en cuenta esto, ¿estamos destinados a vivir toda nuestra vida, añorando un sentimiento de felicidad que ya ha pasado?
Según un estudio de la Universidad de Harvard dirigido por el psiquiatra Robert Waldinger y el psicólogo Marc Schulz, existe una edad a partir de la cual los seres humanos comenzamos a ser más felices: los 60.
La universidad estadounidense ha realizado esta investigación que ha pasado a ser la más detallada y longeva que se ha realizado sobre la felicidad en la historia. Se inició en 1983 y ha ido analizando año tras año la vida de 724 personas divididas en dos grupos.
Por un lado, se rastreaba la vida de estudiantes de Harvard, y por otro, la de personas que pertenecían a los barrios más pobres de Boston con situaciones desfavorecidas. 75 años después, Waldinger desveló en una conferencia las lecciones que habían descubierto hasta ese momento, afirmando que la felicidad “no tiene que ver con la riqueza, la fama o trabajar mucho”.
¿Cuál es la clave de la felicidad?
Según Harvard, el mensaje que sacaron tras la larga investigación fue que la clave de la felicidad estaba en la calidad de las relaciones humanas. El psiquiatra confirmaba que, estar rodeado de personas con las que establecemos vínculos sanos y saludables, hace que nos sintamos mucho más felices.
“Hemos aprendido tres cosas sobre las relaciones: la primera es que las conexiones sociales nos hacen bien y que la soledad mata. La segunda lección es que no tiene que ver con la cantidad de amigos que tenemos, ni tampoco con que tengamos pareja, lo importante es la calidad de las relaciones cercanas. Y la tercera lección es que las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, sino también nuestro cerebro”, explicaba Robert Waldinger en la conferencia citada anteriormente.
La felicidad a partir de los 60 años.
Los investigadores también afirman que a partir de los 60 años, la gente es mucho más feliz. ¿La explicación? A esa edad se tiene un sentido de los límites de la vida distinta, y el pensamiento de que la muerte es algo real cada vez es más cercano, por lo que cambiamos por completo nuestra forma de vivir la vida. Nos quitamos obligaciones de encima, amistades que no nos hacen felices, o compromisos que no nos gustan.
Esta mayor felicidad también se debe a que el cerebro da más valor a lo positivo que a lo negativo y prioriza lo que nos alegra en un período en el que aún quedan cosas por aprender y desarrollar. "Somos emocionalmente más sabios y esa sabiduría nos hace florecer", subraya el psiquiatra.
Como mantener la felicidad
El profesor de Psiquiatría de Harvard, también afirma que mantener las relaciones es la clave de la felicidad, y recomienda practicar una “buena forma social” para cuidar estas relaciones activamente.
"Todos nosotros estamos conectados a todo el mundo y necesitamos de los otros", explica, destacando que, independientemente de la generación, las mujeres entienden mejor la importancia de mantener las relaciones respecto a los hombres, que "no trabajan tan activamente en mantenerlas".
Ahora que sabemos esto, quizás es hora de plantearnos la forma que tenemos de vivir y tener claras nuestras prioridades, para así lograr vivir una vida que se acerque a la felicidad lo máximo posible.