El de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, una de cada ocho desarrollará esta enfermedad a lo largo de su vida.
Y, aunque la mortalidad ha descendido gracias a los programas de cribado y a la mejora de los tratamientos, el 20% de las mujeres con cáncer de mama desarrollará metástasis. Esto significa que la enfermedad se extenderá a otras partes del cuerpo. En este estadio, el cáncer no tiene cura y la supervivencia media oscila entre los cuatro y los cinco años.
Amparo Medina, de 57 años, padece cáncer de mama metastásico desde 2017. Su relación con el cáncer de mama ha sido compleja. Pertenece a una familia con antecedentes genéticos. De hecho, explica a EL ESPAÑOL que perdió a su abuela y después a su madre por esta enfermedad.
A ella le diagnosticaran su primer cáncer de mama a los 31 años, poco después de dar a luz. Recuerda que se sometió al tratamiento y se recuperó. "Fui la única superviviente de cáncer de mi familia", asegura.
Pero tras 14 años "limpia", en 2012 volvieron a diagnosticarle la misma enfermedad. De nuevo, tratamiento, aunque esta vez tuvo que someterse a una mastectomía radical. Solo cinco años después tuvo que enfrentarse a la misma noticia, pero esta vez, con metástasis pulmonar. Una palabra que asusta.
"Fue un mazazo"
"Fue un mazazo. Después de 14 años, una recaída y una metástasis... fue dantesco. Además, ya sabes que no hay cura", asegura. "Lo primero que piensas es que te mueres", añade.
Reflexiona acerca de la "visión rosa" que rodea al cáncer de mama. Relata que ella no se siente identificada: "nuestra enfermedad no es de color rosa".
"Este tipo de cáncer tiene buen pronóstico, pero existe entre un 20% y un 30% que a lo largo de nuestra vida recaemos en forma de metástasis o un 6% que es diagnosticada directamente con cáncer de mama metastásico", asegura. Para ellas, el escenario es muy diferente. Saben que no tiene cura y que el objetivo es convivir con la enfermedad el mayor tiempo posible.
Medina comenta que no se puede vivir con miedo, que hay que informarse y saber a lo que una se enfrenta. "Conocer la enfermedad te permite llevar las riendas del proceso", afirma, al tiempo que considera que aunque sea incurable "estamos cerca de conseguir que sea cronificable".
Ella inició un largo camino de tratamientos y quimioterapias, con diferentes resultados. Actualmente, forma parte de un ensayo clínico que, aunque al principió la mandó al hospital en estado muy grave, le está dando buenos resultados desde hace dos años.
Medina forma parte de la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico, que nació hace seis años de la mano de un grupo de mujeres con esta enfermedad con la misión de darle más visibilidad y ayudar a otras mujeres que atraviesan por el mismo camino. En la Comunitat Valenciana hay casi un centenar de pacientes en la asociación.
Señalan que mientras que el cáncer de mama en etapas tempranas ha sido objeto de campañas de sensibilización y apoyo, el cáncer de mama metastásico a menudo se pasa por alto. Estas mujeres se enfrentan una realidad diferente, donde la atención y los avances en tratamientos son más limitados. Su objetivo es lograr cuanto antes la cronificación de esta enfermedad, a través de la investigación y de nuevos tratamientos.
"Montaña rusa"
"Perdemos compañeras cada semana, eso es cierto, pero es verdad que cada vez somos más las que superamos, por llamarlo de alguna manera, la barrera", afirma. En este sentido, Amparo Medina es optimista. Explica que se ha avanzado mucho en supervivencia y en calidad de vida, aunque la toxicidad de los tratamientos se acumula y "es difícil". "Hace seis años la esperanza a 5 años era del 15% y ahora ya se habla del 28%", comenta.
"La gente te dice 'te veo muy bien', pero no sabe lo que es vivir así. Vivimos sometidas a la incertidumbre. Decimos que la vida es eso que sucede entre TAC y TAC", explica y pone otro ejemplo para intentar transmitir cómo se siente: "es subirse a una montaña rusa, con el cuerpo machacado, y no saber si vas a tener progresión".
Formar parte de la asociación le ha ayudado mucho, para darse cuenta de que no está sola y para mantener viva la esperanza. "No es fácil, pero gracias a la investigación tenemos esperanza. La cronificación está a un paso", defiende.
Por ello, insiste en reclamar más investigación y más acceso a los fármacos. En esta línea, denuncia que muchas veces son aprobados, pero no son financiados por el sistema nacional de salud hasta mucho tiempo después.
Investigación
Según los expertos, el cáncer de mama metastásico constituye uno de los grandes retos en la investigación y en la práctica clínica en oncología.
El doctor Joaquín Gavilà, jefe clínico del Servicio de Oncología Médica del IVO en Valencia desde enero de 2019 y profesor asociado en las Universidades CEU San Pablo de València, Autónoma de Barcelona y Universitat de València, explica que "se suele hablar principalmente del cáncer de mama en su forma precoz, que es la presentación más habitual".
De cada 10 nuevos casos, según afirma, uno se presenta como metastásico y nueve como precoz. De estos, 2 o 3 pueden recaer con el tiempo, incluso si inicialmente se diagnosticaron como enfermedad localizada y curable. "Antes, la palabra cáncer era tabú, y ahora hablar de metástasis aún se considera un tema delicado, lo que contribuye a su falta de visibilidad", añade.
Al respecto, explica que en el 20% de los casos, se producen recaídas. "Existen tumores con un riesgo alto de recaída, y es ahí donde debemos centrar nuestros esfuerzos para reducir esa probabilidad. Este es el punto donde debemos enfocar gran parte de nuestra investigación y es donde el diagnóstico ofrece esperanza y calidad de vida", afirma el especialista.
En este sentido, asegura que "con el desarrollo de mejores fármacos y diagnósticos más precoces, la enfermedad puede mantenerse controlada durante años". "Un pequeño porcentaje de pacientes, menos del 10%, logran mantener la enfermedad crónica e incluso dejarla sin tratamiento, ya que se "congela" la enfermedad", indica Gavilà.
Retos
Sobre le petición de la asociación de investigar más, el doctor defiende que España "es uno de los países con más ensayos clínicos, solo por detrás de Estados Unidos, con una calidad notable".
"Sin embargo, estas reclamas hacen referencia a que la financiación pública para la investigación es limitada y que la aprobación de nuevos fármacos es muy lenta en comparación a otros países europeos. Se necesita un proceso de acceso a tratamientos más ágil y eficiente para impactar positivamente en el pronóstico de los pacientes", reconoce.
Respecto a los avances que se están produciendo en los últimos años, destaca la llegada de anticuerpos conjugados y la incorporación de la inmunoterapia. Los retos del futuro, señala, "prevenir la progresión de la enfermedad en pacientes con cáncer de mama precoz y desarrollar nuevos fármacos con eficacia similar o superior a la quimioterapia, pero con menos toxicidad".
"Las nuevas técnicas diagnósticas, como la biopsia líquida, y la prevención primaria, promoviendo hábitos de vida saludables, también son fundamentales", concluye.