Cuatro comisiones falleras de la ciudad de Valencia cambiarán la ubicación de su monumento o zona de fuegos, en coordinación con el cuerpo municipal de Bomberos y la Junta Central Fallera (JCF), por estar cercanas a edificios con fachadas ventiladas como el del incendio del barrio de Campanar, que dejó 10 muertos y 15 heridos.
Tras estar en contacto con las comisiones que habían solicitado modificaciones en la ubicación de su falla o zonas de fuegos, Bomberos ha determinado la necesidad de cambiar de ubicación o aumentar la distancia de los monumentos de diversas fallas, según informó Europa Press.
Las comisiones afectadas son Pintor Maella-Francia-Menorca y L'Horta Sud-La Costera. La primera se encuentra muy cerca de la Torre de Francia de València, un edificio residencial emblemático de 115 metros de altura.
Los arquitectos de este edificio cambiar ahora, tras el incendio en el barrio de Campanar del 22 de febrero, las placas de aluminio de la fachada por nuevos productos de fachada ventilada ignífuga en el inmueble.
Además, también Valencia también ha acordado modificar la ubicación de la zona de fuegos de las comisiones Escultor García Mas-Puerto de Santa María y Doctor Gil y Morte-Doctor Vila Barberá, según detallaron fuentes municipales.
Respecto al edificio de la Torre de Francia, el arquitecto Julio Gómez-Perreta aseguró "no hay que ser alarmista pero ahora existen productos ignífugos y sería propicio empezar a cambiarlos".
"Alma de poliuterano"
Según explicó a EFE, los arquitectos se han reunido en los últimos días para repasar la "situación de las placas de aluminio" en su edificio y, en general, han concluido que "mejores o peores todas tenían alma de poliuterano" y se han usado en miles de edificios a nivel internacional.
"Se han puesto en muchos edificios hasta 2017 y no se ha considerado un peligro", añadió.
"Probablemente en el incendio de Campanar hubo condiciones excepcionales como el viento y elementos combustibles en las terrazas y el suelo que ayudo a propagar el fuego", razonó.
Gómez-Perreta manifestó que se han puesto en contacto con el fabricante de las placas y ahora tienen en el mercado "unas placas de aluminio sin polietileno, con un componente mineral que es completamente ignífugo; lo que se llama de A2, la máxima garantía antifuegos".
El arquitecto detalló que además han hablado con el instalador suizo y con la comunidad de propietarios y vecinos de la Torre de Francia y han llegado a la conclusión de que "no hay que ser alarmistas pero existen en el mercado nuevos productos de fechada ventilada totalmente ignífugos".
"Siendo un edificio tan alto, merece la pena ir haciéndolo más seguro cambiando las placas", dijo.
Gómez-Perreta señaló que han aprovechado para repasar las condiciones de evacuación del edificio, que "son óptimas", y las estructuras, "que son potentes, de hormigón armado, que separan incluso las viviendas y eso es bueno en un incendio".
"Queremos que la opinión pública sepa que los arquitectos y la industria nos estamos moviendo para ser más seguros", defendió el experto.