El estrangulamiento de Don Alfonso, canónigo de Valencia: usaron su móvil para fingir que aún vivía
La Policía investiga los mensajes que se enviaron desde su teléfono en busca de indicios para identificar al autor o autores del fallecimiento.
24 enero, 2024 01:31Hacía unos días que el sacerdote Alfonso López Benito, canónigo emérito de la catedral de Valencia, había enviado unos mensajes a su entorno asegurando que emprendía un viaje y que estaría un tiempo fuera porque tenía unos asuntos privados que resolver.
Tenía 85 años y no padecía ningún problema de salud grave. Nadie le echó en falta, ni siquiera en la procesión en honor de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad, que se celebró el lunes y a la que acudía cada año sin falta al tratarse de uno de los actos religiosos más importantes de la ciudad.
Su ausencia pasó desapercibida hasta que este martes por la mañana un amigo del padre Alfonso se dirigió a su casa de la calle Avellanas 22, en el corazón de la capital y situada muy cerca de la sede del Arzobispado de Valencia, y pidió al portero del inmueble que accediera a la vivienda porque había quedado con él y no respondía a sus llamadas.
[Hallan muerto y con signos de violencia al canónigo emérito de la Catedral de Valencia]
El cuerpo sin vida del sacerdote estaba sobre la cama de su habitación y presentaba signos externos compatibles con un supuesto estrangulamiento, según confirmaron fuentes policiales a EL ESPAÑOL. El portero encontró el cadáver vestido y con la calefacción de la casa encedida.
Los agentes del grupo de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial de Valencia investigan la muerte del sacerdote y las sospechas se centran en su entorno, pues ni la puerta de la portería ni la de su vivienda estaban forzadas, una pista que hace pensar a los investigadores que la víctima conocía a la persona que acabó con su vida.
La Policía investiga ahora los mensajes que se enviaron desde su teléfono móvil en busca de indicios que ayuden a identificar al autor o autores del supuesto asesinato. Entre los destinatarios de estos mensajes se encontraba el portero de la finca que acabó descubriendo el cuerpo sin vida del sacerdote.
El primer paso de la investigación será tomar declaración a su círculo más intimo y las personas que frecuentaban su vivienda. En paralelo, este miércoles se le practicará la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Valencia para concretar las causas exactas de la muerte. Allí se examinará al cadáver y las lesiones que presenta.
Amenazas
El Arzobispado de Valencia está consternado con este misterioso crimen en pleno centro y en una de las zonas más turísticas de la capital del Turia.
Don Alfonso, como le conocían sus vecinos, era una persona muy querida y confiada que ahora ejercía de canónigo emérito porque ya se había jubilado, según explicaron fuentes del Arzobispado.
Según trasladaron algunos vecinos, el sacerdote habría recibido amenazas por parte de un hombre al que debía dinero, pero se produjeron hace dos años aproximadamente y ya había cesado.
La noticia de la muerte trascendió poco antes de las 13.00 horas después de que el portero lo encontrara en su cama. Hasta el lugar de los hechos, en la calle Avellanas, se desplazaron rápidamente agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica y el equipo judicial para el levantamiento del cadáver.
El Arzobispado de Valencia emitió un comunicado poco después en el que explicó que había tenido conocimiento del fallecimiento del canónigo emérito de la seo a través de la Policía Nacional y de los medios de comunicación.
"Lamentamos este triste fallecimiento y estamos a disposición de las autoridades por si la colaboración del Arzobispado de Valencia pudiera servir para el esclarecimiento de los hechos", señala en el comunicado, en el que también trasladó sus condolencias a la familia de la víctima.
Los agentes del grupo de Homicidios realizaron una inspección minuciosa en la casa de Don Alfonso en busca de pruebas que arrojen algo de luz. Por el momento, no ha trascendido si se han encontrado indicios útiles y que ayuden a la investigación.
La Policía admite que tiene por delante una tarea compleja y delicada, de la que va depender en gran medida el éxito de la investigación y la resolución del caso.
Durante toda la jornada de este martes, los investigadores realizaron un examen visual de la vivienda, del cadáver y de los objetos relacionados en busca de huellas, manchas, señales o marcas que puedan aportar información sobre esta extraña muerte.
La casa no estaba revuelta ni había marcas en la puerta de entrada, por lo que se descarta inicialmente que intentaran robar en la vivienda.
Alfonso López Benito era desde 1999 canónigo de la colegiata-parroquia de San Bartolomé Apóstol y San Miguel Arcángel, en la ciudad de Valencia, de donde es natural.
Recibió la ordenación sacerdotal también en Valencia en 1969 y era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma, según consta en su perfil de la seo valenciana.
Además, fue párroco en varias localidades valencianas y profesor en el Instituto de Estudios Jurídicos de Valencia y en la facultad de Derecho Canónico. También trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la archidiócesis de Valencia y fue autor de varios libros.
En 2015 fue nombrado canónigo de la catedral de Valencia por el entonces arzobispo Antonio Cañizares y particiopaba de la toma de decisiones del Arzobispado. Desde que cumplió los 80 años, ejercía de canónigo emérito.