Guerra gitana de Torrent: los 'Bocanegra' niegan que Amparo, la matriarca, sacara la pistola de su falda.
Arranca en Valencia el juicio por el tiroteo mortal en el cementerio de Torrent la mañana de Todos los Santos de 2021 que enfrentó a dos familias rivales.
11 diciembre, 2023 17:31La tragedia golpeó la localidad valenciana de Torrent el día 1 de noviembre de 2021. Aquella mañana de la festividad de Todos los Santos, la sangre tiñó de rojo el cementerio después de que dos familias llevaran la guerra gitana que les enfrentaba al camposanto. Dos hombres murieron tras el tiroteo.
Este lunes arrancó en la Audiencia de Valencia el juicio contra los tres miembros del clan gitano Bocanegra, también conocido como los Mone, acusados de matar a tiros a dos hombres y de intentarlo con un tercero el Día de Todos los Santos de 2021 en el cementerio de Torrent, una ciudad del área metropolitana de Valencia que cuenta con una población de más de 85.000 habitantes.
Los Bocanegra están acusados de llevar la guerra gitana de Torrent al camposanto mientras arreglaban las lápidas de sus familiares. El jurado deberá decidir si los tres procesados coincidieron en las instalaciones municipales con otra familia, los Canuto, con la que habían tenido conflictos en el pasado, e iniciaron un altercado con gritos, amenazas y golpes con sillas y palos.
Uno de los fallecidos, Antonio García, era miembro de este clan y el segundo, José Luis Puig, un hombre de 79 años, no tenía ninguna relación con las familias y se encontraba visitando la tumba de su mujer. Los tres están en prisión provisional desde el 3 de marzo de 2022 y se enfrentan a penas que suman para cada uno alrededor de 50 años de prisión.
Los tres acusados negaron su participación en los hechos y declararon que no estaban en el cementerio de Torrent la mañana del tiroteo. Pero las pruebas apuntan a su participación directa en los hechos y les sitúan aquellas mañana en el camposanto.
Amparo, la matriarca de la familia, llegó a asegurar en el juicio que no sabe cómo se halló su ADN en los restos de su sangre localizados en la escena del crimen. Tiene 61 años y es considerada la autora intelectual del plan.
"Yo no tengo nada que ver, no puede ser mi sangre. Estuve el día anterior arreglando la lápida de mi hijo, a lo mejor me pinché con algo cuando ponía las flores", respondió a preguntas de la Fiscalía.
Además, manifestó que no huyó de Valencia para escapar de la Policía, sino que les implicaron en el tiroteo por error y tenía miedo a las represalias de los Canuto.
"No éramos culpables de nada, solo teníamos miedo que vinieran los gitanos y nos mataran, por eso buscamos a un abogado", afirmó.
Las pruebas incluidas en el sumario apuntan a que Amparo fue la persona que facilitó la pistola a su marido e hijo para iniciar el tiroteo. Así lo subrayaron las acusaciones a los miembros del jurado durante su intervención inicial.
"Solo disparó una persona, pero el resto son igualmente culpables. Estamos ante un plan preconcebido para actuar con una estricta división de tareas. Si Amparo no hubiese llevado la pistola escondida, su hijo no hubiera disparado", lamentó la abogada que representa a los Canuto en el juicio.
Las coartadas
Los tres acusados negaron los hechos y reiteraron la misma versión: que no estaban en el cementerio de Torrent aquella mañana. Los padres porque habían ido a llevar flores a familiares en un cementerio de Valencia y el hijo, supuesto autor material de los disparos, porque estaba en Aranjuez con unos familiares.
El primero en declarar fue el padre del clan, Ramón. El patriarca explicó que en 2016 fue víctima de varios disparos por parte de miembros del clan rival, pero puntualizó que "no había habido ninguna discusión desde entonces".
Igualmente, narró que uno de sus cuatro hijos varones, cuya tumba se encuentra en la calle del cementerio de Torrent donde sucedieron los hechos, falleció en un enfrentamiento con personas que no fueron condenadas.
Ramón manifestó que decidió huir de Torrent con su mujer porque sus vecinos le advirtieron que venían a matarle -por considerarle responsable del tiroteo mortal en el cementerio-, y que su intención no fue esconderse en Puertollano, municipio donde fue finalmente localizado por la Policía cuatro meses después de los hechos.
"Nos dijeron que venían de Cartagena y Murcia 14 o 15 coches para matarnos", advirtió.
Mientras, su hijo, el supuesto autor de los disparos conocido como el Bobo, el supuesto autor de los disparos, negó cualquier problema con la familia de uno de los fallecidos en este altercado y ha insistido en que "estaba en Toledo desde el 23 de octubre, después en Aranjuez".
Juicio blindado
El juicio se está celebrando con fuertes medidas de seguridad ante el temor de que se puedan producir altercados entre las dos familias de origen gitano. Pero por el momento se ha desarrollado sin ningún tipo de incidente.
Los hechos se produjeron alrededor de las 10 horas del 1 de noviembre de 2021, cuando Amparó, en compañía de su marido y uno de sus hijos, acudió al cementerio y coincidió con varios miembros de una familia con la que se encontraban enemistados y con quienes se produjo una pelea.
Al parecer, según el relato de la Fiscalía, Amparo llevaba oculta en sus ropas una pistola. En un momento de la discusión, su marido la cogió para disparar, pero se le cayó al suelo sin llegar a pegar ningún tiro.
La madre la recogió y "con la finalidad de que la utilizase para disparar a los miembros de la otra familia", se la entregó a su hijo, que hirió en un muslo a un miembro de la familiar rival; alcanzó en el corazón a otro, que murió; y en el abdomen al hombre de 78 años que había acudido a llevar flores a la tumba de su mujer y que también falleció.
Por estos hechos, el fiscal pide una condena de 51,5 años de prisión para el autor de los disparos como responsable de dos delitos de asesinato consumado (19 años por cada uno) y otro en grado de tentativa (12 años), más un año y medio por tenencia ilícita de armas.
A los padres el fiscal les considera autores de los mismos delitos y les reclama 45,5 años de prisión (17 por cada asesinato, 10 por el intento y la misma pena por tenencia ilícita de armas).
Las defensas pidieron la libre absolución. El juicio se retoma este martes con el interrogatorio de los testigos.