Siete de las líneas de autobús urbano que ya operan en la ciudad de Valencia volverán a conectar los barrios más alejados con el centro. Así lo han anunciado en la rueda de prensa de este miércoles el gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Manuel Martínez, y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Según ha explicado la primera edil, la propuesta responde a una "demanda unánime de los tres últimos años" por la necesidad de llegar al centro.
La compañía, además de reordenar y ampliar las rutas de cara a noviembre, pretende con ello reducir los transbordos y los tiempos de viaje. De esta manera, la EMT conseguirá "ampliar el área de influencia".
Se trata, según la empresa municipal, de reequilibrar los recorridos que se diferencian y se complementan con los que ofrece Metrovalencia.
"Las líneas que dejaron de acercar a ciudadanos al centro no han crecido en sintonía con el resto de la red", ha explicado el gerente de la EMT. Ha proseguido aportando un dato indicativo que ha llevado a la reestructuración: "El crecimiento se ha estancado en un 1,3%, frente al 8,91% en el resto de líneas de la red".
La comparación se realiza respecto a la demanda previa a la pandemia. Ahora, siete líneas de EMT Valencia vuelven al corazón de la ciudad. Estas son la 4, 11, 16, 26, 31, 32 y 70 y unirán otra vez los barrios con la plaza del Ayuntamiento y el centro histórico.
Las líneas 4, 11, 31, 32 y 70 se suman a la C1 y discurrirán por las calles La Paz y San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento; mientras que la 16 y la 26 llegarán por la calle la Paz hasta Poeta Querol.
Por su parte, Catalá ha subrayado que da cumplimiento a una de las promesas electorales. Esto permite que uno de los carriles bus de la calle Colón pase a ser para uso del vehículo particular, "y así descongestionar esta arteria principal de la ciudad donde sólo hay un carril para el transporte particular".
"La reordenación de las rutas de la EMT por el centro de la ciudad tiene como objetivos fundamentales la conexión directa con la plaza del Ayuntamiento, la ampliación del servicio hacia el Mercado Central y la recuperación de antiguas relaciones directas con todo el centro histórico", ha apuntado la alcaldesa.
También se ha planteado un nuevo servicio directo entre la Estación Joaquín Sorolla y el litoral valenciano. La línea 31 atraerá al turismo valenciano y las necesidades de conexiones fluidas con las playas. Tras circular por la plaza del Ayuntamiento continuará hasta la estación de trenes, desde donde reiniciará el regreso hacia el frente marítimo.
El concejal de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell, ha valorado la reodenación como positiva, al "satisfacer las demandas de comunicaciones directas con el centro desde los barrios, sobre todo, del norte y el este".
Demanda ciudadana
Con respecto a la remodelación llevada a cabo en el año 2020 por el anterior gobierno, “mucha gente había quedado desasistida y había importantes comunicaciones rotas”, ha recalcado Catalá tras recibir críticas por parte de comerciantes y vecinos.
La alcaldesa ha asegurado que están corrigiendo errores "graves". Martínez ha apoyado esta afirmación, pues según estudios realizados recientemente por la Empresa Municipal de Transportes la eliminación de líneas por el centro había comportado "una deficiente calidad de las comunicaciones".
Los resultados indicaban a la pérdida de atractivo en estos recorridos, por una parte, y a la pérdida de usuarios en el resto de Valencia, por otra.
Las quejas residían en las grandes distancias que había que caminar para llegar al centro o el exceso de transbordos. El gerente de la EMT ha indicado que esto quedará totalmente solucionada "con la continuación de las rutas".
Los cambios se producirán en cuanto terminen las obras que el servicio municipal del Ciclo Integral del Agua está llevando a cabo en la calle San Vicente, previstos para el próximo mes de diciembre.
Para informar a la ciudadanía, EMT Valencia está preparando ya un amplio dispositivo para dar a conocer, con antelación, todas las reordenaciones previstas.
La estrategia de comunicación consiste en colocar información en las paradas, a personal en la calle y a bordo de los autobuses que den el aviso, y un abundante buzoneo en los barrios de donde proceden las líneas que llegan al centro otra vez.
Por otra parte, la información estará disponible en formato online y se difundirá en redes sociales y en la web de la compañía.