Morella y la comarca de Els Ports es conocida como tierra de estratos que se formaron entre el Jurásico Superior y el Cretácico Inferior, es decir, entre 146 y 98 millones de años atrás.
Ahora, un grupo de paleontólogos españoles, miembros del Grupo de Biología Evolutiva (UNED), junto a Pedro Mocho, de la facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, han terminado esta campaña de excavación en el yacimiento de Sant Antoni de la Vespa, situado en Morella, con el descubrimiento del que podría ser el dinosaurio más grande de Europa.
El hallazgo despierta nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de los titanosauriformes somphospondilanos ibéricos, según indican en un estudio en la revista científica Zoological Journal of the Linnean Society.
Lo describen como un nuevo saurópodo del Cretácico Inferior de la Península Ibérica, siendo un miembro ramificado temprano de Somphospondyli y basado en tres especímenes de este yacimiento de fósiles. La especie se incluye en los herbívoros cuadrúpedos con colas y cuellos largos que pudieron alcanzar dimensiones colosales.
Lo destacable de este réptil fósil es su fémur que, según indican, "posee una protuberancia lateral marcadamente desarrollada", cerca de dos metros de altura. También se han encontrado dos pies casi completos articulados, que son particularmente escasos en el registro fósil.
Los investigadores se han mostrado fascinados por la amplia diversidad que hubo de estos especímenes durante la etapa del Cretácico Inferior en los continentes de Europa, América del Norte, Asia Oriental y África.
El material fue hallado en los años 2005 y 2008, en el que se identificaron elementos fósiles de al menos cuatro individuos, tres de ellos pertenecientes a la nueva especie. Pero ahora se destapa este nuevo ejemplar.
Estos restos hacen de Morella "una zona clave para el estudio de las faunas de dinosaurios de España en esta etapa".