El grupo de Vox en el Ayuntamiento de Valencia ha elevado la presión para formar parte del gobierno municipal, aunque, según ha subrayado este miércoles el portavoz municipal, Juanma Badenas, no se conformarán con cualquier cosa.
Después de reivindicarse como grupo "determinante para la gobernabilidad", Badenas reclamó lo que ha denominado "competencias serias" y "funciones con responsabilidad y carga", en clara referencia a que aspiran a algo más que alguna delegación o a alguna de los organismos que dependen del consistorio.
"Hemos venido al Ayuntamiento a trabajar duro y para ello necesitamos que, en el caso de entrar en el gobierno, lo sea con competencias serias y rigurosas y donde podamos demostrar lo que somos capaces de hacer", explicó Badenas en rueda de prensa.
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El líder local de Vox aseguró que "evidentemente ha habido conversaciones" con el PP en las que han trasladado su postura, pero matizó que no ha habido un acercamiento recientemente ni una oferta concreta por parte del PP.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que gobierna en minoría, ha dejado la puerta abierta en varias ocasiones a la posibilidad incorporar a los concejales de Vox al equipo de gobierno, sin confirmar ni descartar ningún escenario. Aseguró que seguirán trabajando "mes a mes" y "punto por punto" y que conforme sea la evolución "se verá" si cambia o no la situación.
De hecho, reconoció la complejidad de un gobierno local en minoría -el PP tiene 13 concejales y la mayoría absoluta son 17- que requiere infinidad de negociaciones específicas para aprobar cada asunto en las comisiones o los plenos.
Esta dependencia pudo comprobarse en el primer pleno del Ayuntamiento que se celebró el pasado martes, cuando el PP necesitó los apoyos de Vox para, entre otros asuntos, sacar adelante la distinción a Rita Barberá como alcaldesa honoraria.
Así lo ha reconocido el portavoz del partido de Santiago Abascal, que subrayó que muchos de los puntos no se habrían aprobado si no hubiera sido por "el compromiso y la responsabilidad de los concejales de Vox".
"En el primer pleno ya se ha visto la influencia de Vox, que es determinante para la gobernabilidad", insistió.
En este sentido, hizo hincapié en las dos propuestas de su partido que se aprobaron, como la gratuidad de la zona azul entre las dos y las cuatro de la tarde y a partir de las ocho y el inicio de los trámites para cambiar el nombre oficial de la ciudad de Valencia.
Elevó el tono para exigir al PP explicaciones sobre las posibles negociaciones con el Valencia CF. Dijo que la primera exigencia al Gobierno local es que "pasen todos los documentos o correos que se pasan de un lado a otro".
Señaló que su grupo es partidario de sacar a concurso público el nuevo convenio para acabar el nuevo estadio de Mestalla y no renovarlo con Peter Lim, máximo accionista del club.
"Lo que es bueno para el Valencia CF y la ciudad es que Lim deje ser accionista mayoritario y se abra la posibilidad de que haya más accionistas ante un nuevo convenio urbanístico", añadió y preguntó "por qué no se abre un concurso público".
"Estaba harto"
Respecto a su renuncia a la dedicación exclusiva, señaló que lo hizo después de que el PSOE anunciara una denuncia ante Antifraude porque "estaba harto" de ser insultado. "Vox no se va a vender nunca por un puñado de euros", insistió.
Son dos los concejales de Vox que han renunciado al sueldo máximo que les ofreció la alcaldesa de Valencia, el propio Badenas y Pepe Gosalbez. Las otras dos concejalas del partido, Mónica Gil y Cecilia Herrero, aseguraron que están todavía valorando si renunciar también.