Secuestran a un menor tutelado por el Gobierno valenciano del centro de acogida en el que residía

La Guardia Civil investiga el secuestro de un menor tutelado por la Generalitat Valenciana que residía en un centro de recepción y acogida de la provincia de Valencia.

Los hechos se produjeron hace semanas y la investigación apunta a que el menor fue sustraído por la fuerza por su familia biológica, según han confirmado fuentes conocedoras del suceso al diario EL ESPAÑOL.

Al parecer, el menor residía en este centro, cuya ubicación exacta omite este periódico para preservar su intimidad, después de que la Administración autonómica asumiera su tutela y custodia para garantizar su bienestar y cuidados.

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Sin embargo, sus familiares biológicos se opusieron a esta decisión y accedieron a las instalaciones y lograron salir con el menor sin que nadie sospechara del secuestro por causas que ahora se investigan.

Tras tener conocimiento de la desaparición, el centro interpuso de inmediato la correspondiente denuncia y la Conselleria de Servicios Sociales activó los protocolos para dar traslado de los hechos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La Guardia Civil ha asumido el caso y sigue con la búsqueda. Además, la Conselleria de Servicios Sociales ha reforzado la seguridad del centro y ha ampliado el perímetro de vigilancia para proteger al resto de menores residentes.

La vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero (PP), también se desplazó al recinto para reunirse con sus responsables y conocer personalmente las circunstancias en las que se produjo el secuestro, según han confirmado fuentes de la Generalitat.

A preguntas de este periódico, fuentes oficiales de la Conselleria de Servicios Sociales han destacado la "rapidez" con la que actuaron los responsables de la instalación y la colaboración con la Guardia Civil.

Por el momento, el menor sigue sin ser localizado y la Guardia Civil continua con las diligencias.

Este recinto cuenta con unas 25 plazas para residencia y 14 para acogida. Cada año suelen pasar de media unos 120 menores por encontrarse en situación de desprotección, desamparo, procedentes de familias altamente desestructuradas y que, en muchos casos, han vivido situaciones de maltrato o abandono.