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La Navidad brilla con fuerza en Vigo, especialmente en el centro de la ciudad, a donde ya han acudido miles de personas desde el día del encendido para disfrutar en vivo y en directo del espectáculo lumínico. Gran parte de ellas son los propios vigueses, que conocen a la perfección dónde se sitúan los principales puntos de interés, pero también acuden llamados por las luces multitud de turistas, entre los que destacan los llegados desde Portugal.

Aunque este año las luces navideñas se instalaron a contrarreloj en la zona más céntrica de Vigo (en el resto de barrios se continúa montando ahora el alumbrado), el grueso de la Navidad ya está prendido. Las novedades son limitadas: el árbol de Puerta del Sol ha escalado hasta los 44 metros de altura gracias a la suma de un estrella de grandes dimensiones en su punta; la bola de Urzaiz está coronada por un lazo y el ‘parque de atracciones’ del entorno del Areal y la Alameda se ha visto obligado a reducir su espacio debido a las quejas de los vecinos por el ruido de la pasada edición.

Con todo, la Navidad de Vigo sigue atrayendo a millares de visitantes a la ciudad y no falta la noria gigante, los millones de led o el mercadillo de la Plaza de Compostela, llamado ‘Cíes Market’, donde cada fin de semana un montón de personas se reúnen para tomar algo bajo las luces o comprar un detalle para sus seres queridos. Tanto si eres vigués como si planeas una escapada a la urbe, no te pierdas ningún detalle gracias a la guía visual que hemos elaborado en Treintayseis.

Gran Vía: la gran caja de regalo

Poniendo como punto de partida la Gran Vía, la primera parada del recorrido fotográfico de la Navidad de Vigo es la caja de regalo de luz. Este año fue el primer elemento instalado por Iluminaciones Ximénez, la empresa a cargo de la misión de engalanar la ciudad, y preside el cruce entre esta avenida con la calle Urzaiz. Es hueco y puede accederse a su interior, aunque la vista es espectacular desde fuera. Además, unos metros más arriba se puede contemplar la decoración de El Corte Inglés, que siempre logra robar la atención de los viandantes con sus luces y las casitas de madera de la entrada.

Calle Urzaiz: la bola navideña

Una vez dejamos atrás la caja de regalo, descendemos hacia la derecha por la calle Urzaiz, directos al corazón de las luces. A nuestro paso nos encontramos con la bola de luces, conocida popularmente como la ‘Estrella de la Muerte’ por su parecido con la nave de Star Wars, que este año se ha puesto algo más coqueta con la instalación de un lazo (también luminoso) en la parte superior. Está junto a la icónica Farola y se puede pasar a través de ella. Sin duda, uno de los puntos preferidos de vigueses y turistas para sus selfies navideños.

Calle Príncipe: un sinfín de adornos

La calle Príncipe, la arteria principal del centro de Vigo, es una larga pasarela peatonal donde se pueden encontrar múltiples elementos decorativos con los que poder interactuar y posar ante las cámaras de quien se aventure a acompañarnos por el paseo navideño. Uno de los photocalls más entrañables es el de los tres corazones luminosos, que ha cambiado este año de ubicación: ha pasado de estar detrás del museo Marco, en Progreso, a erigirse en la intersección con la calle Eduardo Iglesias.

Calle García Barbón: esculturas de luz

Tanto si continuamos por Urzaiz o si descendemos directamente desde la calle Príncipe, llegaremos a García Barbón, otro enclave navideño imprescindible. Aquí podemos encontrar el gran muñeco de nieve de 12 metros de altura (su interior es hueco y se puede pasar por dentro), la brillante estrella polar de 17 metros de longitud y un banco donde reposa una estatua de Papá Noel, esperando para sonreír ante las estampas festivas.

Policarpo Sanz: ‘photocalls’ mágicos y la casa de Papá Noel

De forma casi inmediata si avanzamos por García Barbón en línea recta nos topamos con uno de los lugares con mayor densidad de elementos decorativos en relación a los metros de longitud de la calle: Policarpo Sanz. Una vez pasado el ‘cruce de los cuatro bancos’ tenemos ante nosotros una sucesión de estructuras, como el arco luminoso troquelado, las esculturas de los Reyes Magos, figuras de Papá Noel cubiertas de nieve, photocalls con el nombre de Vigo, el poblado navideño de luces y la magnífica casa de madera de Santa Claus.

Puerta del Sol: el árbol inmenso

Si la Navidad de Vigo fuese un cuerpo humano, tal vez podríamos aventurarnos a señalar la Puerta del Sol como el corazón. Aquí es donde se celebra el acto del encendido, por lo que es la ‘zona cero’ de la actividad navideña y donde se levanta el icono de las fiestas, el árbol de luces led. Con la reforma rematada al completo, la plaza se ha convertido en un espacio exclusivo para los peatones en el que se congregan centenares de personas alrededor de este colosal monumento navideño, que alcanza este 2023 los 44 metros de altura gracias a su punta, una estrella de "infinitas" puntas.

Además, como es bien sabido, el árbol no solo fascina por sus luces de colores, también por su ambientación musical. Este año suena al ritmo de Happy XMas (War is over), de John Lennon, Englishman in New York de Sting, la banda sonora de El Último Mohicano, All I Want For Christmas Is You de Mariah Carey, el Vals nº2 de Dimitri Shostakovich y la música de Piratas del Caribe. Todo ello arranca con el encendido de la escultura a las 18:30 horas.

Alameda: el Cíes Market

Bajamos hasta la Plaza de Compostela, donde está instalado el mercadillo navideño conocido como Cíes Market. El mágico entorno de la Alameda acoge una multitud de casetas azules en las que hay disponibles diferentes productos, desde objetivos decorativos de Navidad, joyería, regalos artesanales hasta una amplia oferta gastronómica. Es uno de los lugares más concurridos toda la Navidad y se mantiene abierto cerca de dos meses.

Arenal: la icónica noria

Finalizamos el recorrido fotográfico ante la imponente noria, la atracción más famosa del entorno del Areal, junto al Cíes Market. Un viaje cuesta cinco euros (con descuento de un euro y acceso prioritario para usuarios de la PassVigo) y permite, más allá de pasar un rato de diversión, contemplar unas privilegiadas vistas de la Navidad desde las alturas (concretamente, a 54 metros de altura). Por esta zona los niños también estarán encantados con el resto atracciones, cuyo precio de entrada es de cuatro euros.