Mucho se ha escrito sobre el topónimo Cangas asturiano, que proviene de la palabra canga: un sendero entre peñas, de difícil acceso y peligroso. Así ocurre con Cangas del Narcea o Cangas de Onís, que se encuentran en profundos valles dominados por las altas montañas asturianas (Cangas de Onís se encuentra en las faldas de los Picos de Europa). Pero esta definición no encaja con la orografía gallega, de montañas bajas y valles poco profundos.
Pero nuestras Cangas son menos conocidas y, por tanto, menos tratadas y tampoco la palabra gallega canga (yugo) es muy popular. Esto no significa que el término no haya sido ampliamente estudiado, pues muchos autores e historiadores gallegos han dedicado sus investigaciones a la singular toponimia de nuestra comunidad, que tiene cientos de nombres riquísimos para designar cada paraje.
Cuando hablamos de Cangas, además, tendemos a pensar en la ciudad del Morrazo, pero por toda Galicia existen pueblos y parroquias que también se llaman así: Santa Mariña de Cangas en Lalín (Pontevedra), Cangas en Ouces (Bergondo, A Coruña), Cangas en Loureda (Oza-Cesuras, A Coruña) y San Pedro de Cangas en Foz (Lugo).
Cabe preguntarse entonces si todos estos topónimos se refieren a valles "pedregosos" y a ciudades en las faldas de sistemas montañosos tan imponentes como los Picos de Europa. En Galicia, como decíamos, no existen altas montañas, y mucho menos si pensamos en las zonas llanas que ocupan las parroquias citadas en el párrafo anterior. Entonces, ¿de dónde viene el nombre Cangas?
Origen celta: cambĭca
La palabra canga existe en castellano y gallego, aunque con acepciones ligeramente diferentes, pero con la misma etimología. Tiene su origen en la palabra céltica cambĭca, que se utilizaba para designar una ‘madera curva’, que a su vez deriva de cambos, ‘curva’.
En castellano se refiere a un arado o yugo para una sola caballería (un único animal tira de la máquina), mientras que en gallego y también en portugués se refiere al yugo en el que podrían sujetarse dos animales que tirasen del arado.
Curiosamente, algunos lingüistas como Joan Coromines refieren el origen del topónimo Cangas do Morrazo en la palabra celta camba, ‘cosa curva’: podría pensarse en la curvatura de la bahía de este municipio, que presenta una clara forma de ‘u’. Autores como Cabeza Quiles, además, relacionan esta etimología también con Cambados, que también presenta una bahía con forma de ‘u’ en la desembocadura del río Umia.
Morrazo, también de origen prerromano
Diversos estudios convergen también en que el origen de la palabra Morrazo, que da nombre a toda la península, es anterior a la conquista romana. Esta palabra provendría de la raíz prerromana mor o morr, que se referían a piedras o montes pedregosos.
También se ha hablado de que tendría la misma razón que la palabra morea en gallego, que habla de muchas cosas amontonadas "en forma de montaña"; o de la palabra castellana morrena, que son el "montón de piedras arena, barro y otros materiales que erosiona, transporta y acumula un glaciar".