¿De dónde viene el nombre de la ciudad de Vigo? El origen del topónimo

Las teorías sobre de dónde viene el nombre de Vigo se suceden una tras otra. Una cuestión que, cuando parece que se ha esclarecido por fin, vuelve a despertar un debate con una nueva hipótesis que "tumba" a la anterior.

¿El topónimo de Vigo tiene su origen en el Imperio Romano o en la Alta Edad Media? ¿Proviene del latín o del gaélico-nórdico? Hoy, en Treintayseis, hacemos un repaso por las teorías más compartidas por los investigadores.

La versión más extendida: Vicus

Que el topónimo de la ciudad olívica es la evolución del nombre de la ciudad romana Vicus Spacorum es la versión más extendida y quizás la más conocida por la población. Incluso el Concello, en su página web, comparte esta teoría.

El término latino vicus significa aldea o pequeño asentamiento de población. Algunos investigadores aseguran que el Vigo del Imperio romano no era precisamente una aldea, por lo que consideran que la teoría de Vicus no se sustenta.

Vicus Spacorum, el evento de ambientación celta-romano celebrado en Vigo.

Los expertos -investigadores y arqueólogos- comenzaron a afirmar hace unos años que realmente el nombre de Vigo pudo surgir de Vico. Y es que, al parecer, en el Itinerario Antonino -un documento de la Roma Antigua en el que están recopiladas las rutas del Imperio romano- no se encuentran referencias a ningún lugar llamado Vicus en el territorio en el que está Vigo. Lo que sí se menciona, según el investigador César González Crespán, es un Vico Spacorum y un Burbida.

Sin embargo, otros historiadores creen que el topónimo de Vigo sí que pudo surgir de Vicus. No por el hecho de que pusiese nombre a la ciudad durante la época del Imperio romano, sino porque aseguran que fue el nombre que se le otorgó tras la caída del Imperio. Vicus podría haber sido una pequeña aldea donde parte de la población se asentó, en torno a la iglesia de Santiago de Vigo, en las faldas de O Castro. Esto chocaría con la teoría de que el topónimo "Vigo" tiene origen romano, ya que estos hechos se habrían dado en el período de la Alta Edad Media.

¿Burbida?

Hasta hace pocos años se asociaba a la ciudad romana de Burbida con el municipio de Pazos de Borbén, por su parecido en el nombre. A día de hoy, algunos arqueólogos atribuyen que Burbida Magna era el nombre de Vigo en la época del Imperio romano. Esto contribuye a la teoría de que el origen del topónimo actual no está relacionado con una ciudad romana.

Lo cierto es que esta hipótesis también ha sido "echada por tierra" por otros investigadores que consideran que no se han tenido en cuenta correctamente las distancias a la hora de afirmar esta teoría.

No obstante, no todo está perdido para aquellos a los que les resulta atractiva la idea de que el origen del nombre de Vigo sea romano. Pues hay muchos historiadores que aseguran que hay documentos antiguos en los que se hace referencia, no solo a Burbida, sino a tres lugares en el mismo nivel temporal que podrían haber estado emplazados dentro del perímetro vigués de hoy en día: Turonio, Burbida y Vico. Estos tres nombres formarían parte del pasado de la ciudad, y el tercero sería el origen del topónimo actual.

Una adaptación de la palabra gaélica Úig

Por si no había suficientes hipótesis, un equipo de filólogos de la asociación Proyecto Gaelaico aseguró en 2015 que el topónimo podría tener origen en la palabra gaélica Úig, que significa "bahía". Algo que tiene mucho sentido teniendo en cuenta que la ciudad está asentada sobre una bahía con unas características muy similares a las que se pueden encontrar en las zonas nórdicas.

Fiesta del desembarco Vikingo en Catoira (Pontevedra).

Ellos también avalan la teoría de que el potente Vigo romano se denominó únicamente Burbida y que no hubo ningún Vicus o Vico del que naciese el término actual. También han declarado que atribuir al topónimo actual un origen romano parte de la intención de ciertos historiadores que, en algún momento, prefirieron latinizar el pasado. Critican el hecho de que se acepten las teorías etimológicas tradicionales en lugar de tener en cuenta las visitas, posteriores al periodo románico, de pueblos nórdicos en Galicia.

Por ahora parece no haber consenso entre las diferentes hipótesis del origen del topónimo. Sin embargo, la gran variedad de teorías dejan hueco a la imaginación de los vigueses que, pueden escoger a su preferencia si prefieren acogerse al origen romano o al origen vikingo del nombre de Vigo.