Gastronomía, enoturismo, cultura, paisaje… Hay muchas razones que convierten a la localidad de Tui, enmarcada en la comarca do Baixo Miño, en un completo destino para visitar en el sur de Galicia. De entre todos estos motivos, en esta ocasión vamos a desvelar uno muy singular que nos permite disfrutar de la ciudad en un plano histórico-cultural: la historia que se esconde tras los "sambenitos" tudenses del Museo Diocesano ―prenda utilizada por la Inquisición española para señalar a condenados y herejes―, considerados los únicos conservados de toda España.
La evolución y el contexto en Tui
Para entender la historia detrás de estos sambenitos, en primer lugar tenemos que poner en contexto el desarrollo y evolución de la localidad como importante villa y punto de referencia de las Rías Baixas. Tras finalizar la etapa castrexa, Tui se asentó primero como población en la época romana, se consolidó durante la Edad Media y vivió su período dorado tras la invasión árabe y posterior reconquista. Esta última época de esplendor coincidió además con un aumento de poder como sede episcopal. A partir de 1833, Tui dejaría de ser provincia para convertirse más tarde en municipio.
Hasta la reconquista de Granada, la buena convivencia entre judíos y cristianos en la villa tudenses era lo habitual. Tras la victoria, esta armonía se truncó cuando los Reyes Católicos adoptaron una serie de medidas que convulsionaron la vida en común entre ambos grupos. El decreto de expulsión del año 1492 marcaría un antes y un después en el rumbo de la historia: mientras unas familias prefirieron el éxodo, otras tantas optaron por quedarse y reconvertirse al catolicismo. Este último grupo de personas pasaría a conocerse como cristianos conversos, quienes se mantuvieron en el punto de mira de la Inquisición.
La Inquisición y los sambenitos
La Inquisición Española, también conocida como Tribunal del Santo Oficio, fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos con el fin de mantener la ortodoxia católica en sus reinos; aunque existen varios precedentes en Europa ya desde el siglo XII. Durante su actividad, la Inquisición Española también experimentó varias etapas que el historiador Henry A. Karmen divide en cinco períodos.
El primero de ellos, entre 1480 y 1530, estuvo marcado por la persecución de los judeoconversos, mientras que el segundo, de relativa tranquilidad, estaría enmarcado a principios del siglo XVI. El tercer período abarca de 1560 a 1614, en los que la actividad del Santo Oficio se centra en protestantes y moriscos. En la cuarta etapa, durante el resto del siglo XVII, la mayoría de los juzgados fueron cristianos viejos. Por último, en el siglo XVIII la herejía dejó de ser el centro del tribunal porque ya no constituía ningún problema.
En los años más severos de la institución se abrieron numerosos procesos de herejía, muchos de ellos contra judíos conversos acusados de practicar de forma oculta ritos y ceremonias propias de la ley judía. Cuando la acusación era probada, en la mayoría de ocasiones a través de confesiones por tortura, la persona en cuestión era condenada a portar durante meses o años un sambenito, símbolo y prueba de la infamia.
El sambenito utilizado por la Inquisición conformaba una especie de gran escapulario con forma de poncho, hecho con una tela rectangular con un agujero para pasar la cabeza. Estos sambenitos podían variar en función del delito y la pena, pues existían desde condenados a muerte a reconciliados o incluso sentenciados a recibir latigazos como los impostores o bígamos.
Así son los sambenitos tudenses
El Museo Diocesano de Tui se ubica en la cara norte de la Catedral tudense, en el antiguo Hospital de Pobres e Peregrinos del siglo XVII. El espacio museístico se encuentra dividido en tres plantes y el podemos encontrar objetos y salas de gran valor e importancia histórica como algunos restos de cerámica, piezas arqueológicas, arte sacra y una pinacoteca donde destacan los Sambenitos. Estas piezas datadas del siglo XVII son testimonio de las penitencias impuestas por el Santo Oficio a los herejes reconciliados con la iglesia. En concreto, el Museo de Tui expone cinco paneles con 14 sambenitos únicos en España.
Estos valiosos documentos restaurados en Tui se exponen en una de las salas del espacio y representan a personas concretas, es decir, herejes acusados ante el tribunal de la Inquisición. Estos lienzos cuentan con la inscripción del nombre, apellido, oficio y delito del condenado en cuestión, con expresión también del año. Por lo general, en la parte superior del sambenito aparece pintada la cruz en aspa de San Andrés o las llamas de la hogera. Cabe destacar que el director del Museo Diocesano de Tui, Jesús Casás, llegó a investigar las circunstancias concretas de estos procesos y personas a través del Archivo Histórico Nacional, entre las sentencias en las Actas de la Inquisición de Galicia, que han servido para documentar las circunstancias vitales de cada una de estos condenados.