El Grupo Nores, armadora del ‘Villa de Pitanxo’, considera que el informe pericial de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) que entregó este miércoles a la Audiencia Nacional contiene "graves errores técnicos".
En un comunicado remitido a los medios de comunicación, desde la empresa aseguran que en las imágenes "se ve claramente que ni las puertas de arrastre ni el aparejo están enganchados en el fondo, sino tendidos sobre un fondo de sedimentos finos, sin roca ni accidentes que permitan suponer un embarre". Por lo tanto, añaden, se da por supuesto la existencia de ese embarre, referido al enganche de las redes al fondo del mar, basándose en la declaración de uno de los supervivientes, Samuel Kwesi, "exclusivamente". "Las propias imágenes de la inspección muestran que el aparejo no está embarrado", sentencian.
Para el Grupo Nores, el embarre sería incompatible con las últimas velocidades y posiciones de la caja azul del buque, "que muestran una velocidad de deriva compatible con una parada de la máquina", pero "incompatible" con un buque. Por tanto, aprecian "graves errores técnicos" derivados de la "falta de familiarización" con la maniobra pesquera e información que se apoya "en testimonios de parte interesada", haciendo referencia a Kwesi.
"Criminalizar" a Padín "no resulta muy justificado"
También han recordado otros informes técnicos de la CIAIM que terminaron con conclusiones "incorrectas y sorprendentes" y consideran que señalar a Juan Padín, al que el informe achaca un "error" suyo como "causa más probable" del hundimiento, es "criminalizar" al patrón por un posible "error en la gestión de una maniobra", algo que "no resulta muy justificado".
"Todo el mundo parece olvidar los dos golpes de mar relatados por los tres supervivientes a su llegada a puesto, determinantes para que el buque perdiese su estabilidad tras la parada del motor", concluyen.
Además, han añadido que, al contrario de lo que se ha dicho, sí que se respetaban los descansos de la tripulación y sí se habían realizado ejercicios de abandono del buque en caso de emergencia.
Contenido del informe
Según Europa Press, que ha tenido acceso al informe de la CIAIM, éste plantea dudas sobre si la segunda balsa salvavidas se liberó sola o manualmente, pero concluye que en ella "no embarcó ningún marinero". Sí que lo hicieron en la primera los tres supervivientes, cuyo análisis corrobora que se hinchó sobre el barco, al presentar roces con restos de pintura del casco del buque, además de presentar un desgarro en el suelo, que también confirmaría la entrada de agua en su interior que relataron los supervivientes.
Sobre esa segunda balsa, los peritos concluyen, según las imágenes del pecio grabadas por un robot que bajó a inspeccionarlo en mayo del año pasado, que "resulta difícil" saber sin género de duda si se soltó por el hundimiento del barco o si fue liberada manualmente, pero corroboraron que el suelo de la balsa no reflejaba desgaste ni uso y que todos los elementos del kit de supervivencia estaban completos. Eso sí, confirman que no embarcó en ella ningún tripulante.
Sobre la causa del hundimiento, en base a "datos objetivos", "se concluye que la causa más probable del hundimiento del buque fue un error humano del capitán, por la falta de percepción cabal del riesgo de hundimiento que suponía la maniobra que realizó para librar el embarre del aparejo del fondo marino", recoge el informe, que concluye que Padín puso en "grave riesgo la seguridad del buque y sus tripulantes" al realizar esa maniobra "con la mar y el viento de popa y la tolva de descarga de desperdicios abierta".
También señalan que la demora del capitán a la hora de dar la orden de abandono del buque "condicionó que pudiera realizar el abandono de forma ordenada y con alguna probabilidad de éxito".